
El domingo de carreras en Silverstone acabó siendo histórico por la victoria de Carlos Sainz, la primera de su vida en Fórmula 1, horas después de que Logan Sargeant hiciera lo propio en la F2, pero estuvo cerca de convertirse en un día muy trágico.
En la carrera de la categoría de plata, Dennis Hauger acabó subiéndose encima del monoplaza de Roy Nissany. El propio piloto israelí fue el culpable de que el noruego se saliese de pista y, a la postre, acabara despegando por culpa de las 'bananas' protectoras (daría para un análisis aparte por qué aún se usa este sistema), para aterrizar literalmente sobre su rival.
Pese al susto, Nissany salió perfectamente... aunque sancionado con cinco posiciones para la siguiente carrera por causar el incidente.
Horas después, Guanyu Zhou fue la víctima colateral del golpe que tuvieron George Russell y Pierre Gasly en la primera salida del GP de Gran Bretaña. El piloto chino volcó, recorrió unos 100 metros boca abajo y acabó estampado contra la valla de protección, por encima de las barreras 'techpro' que a punto estuvieron de dejarle atrapado.
Tras pasar por el hospital, él también estaba sano y salvo.
En ambos incidentes hubo un protagonista clave: el halo. Esta barra de unos 10 kilos se convirtió en un apéndice obligatorio en 2018, tras muchas discusiones, con el objetivo precisamente de salvaguardar a los pilotos de accidentes de este tipo.
Fabricado en titanio, este sistema diseñado por Mercedes para la F1 se impuso al del 'aeroscreen' que se usa en la IndyCar, y se convirtió en estándar en todas las competiciones FIA. Desde 2018 se usa en todas las competiciones de monoplazas, desde la F4 hasta la `propia F1.
— Oprah Sagal 🇸🇦 بطلة كأس العالم (@F1Oprah) June 7, 2020
Muy criticado por su aspecto y por romper la estética tradicional de los monoplazas, con el paso del tiempo se ha convertido en un elemento fundamental de seguridad. En su concepción, la FIA estudió 40 accidentes reales que acabaron en la muerte del piloto: con el halo se estima que el 17% de ellos habrían salvado la vida.
Básicamente, el halo sirve para evitar las potenciales consecuencias fatales en tres tipos de escenario: choques entre dos coches (como el de Hauger y Nissany), accidentes contra las barreras (como el de Zhou) o el entorno y una combinación de ambos casos.
🎙️ @SanchezdeCastro:
— Directo Gol (@DirectoGol) July 3, 2022
🗣️ "El halo ha salvado hoy dos vidas"
🗣️ "Yo tenía serias dudas cuando se implantó este sistema pero la evidencia es la que es"
#⃣ #DirectoGolF1 pic.twitter.com/45MDcZPvdX
Desde su implementación ha habido numerosos accidentes en los que el halo ha sido clave. Pilotos como Fernando Alonso, Charles Leclerc o Romain Grosjean (de no ser por el halo, quizá, habría acabado abrasado en Bahréin) pueden dar gracias a que existe el halo. En el caso del francés, que actualmente está en la IndyCar, es ciertamente irónico: cuando se implementó dijo que "iba contra el ADN de la F1". Como él, muchos otros han acabado aceptando su presencia.
El halo, las barreras 'techpro', los materiales y la construcción de los propios Fórmula 1, los cascos... El automovilismo sigue siendo un deporte muy peligroso que puede costar vidas, pero gracias a estos sistemas de protección pasivos lo es cada vez menos.
I’m ok, all clear. Halo saved me today. Thanks everyone for your kind messages! pic.twitter.com/OylxoJC4M0
— 周冠宇 | Zhou Guanyu 🇨🇳 (@ZhouGuanyu24) July 3, 2022
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