Alonso silencia a los que se burlaban de Alpine con un 5º tiempo en el circuito más rápido del año

Fernando Alonso, en el GP de Arabia Saudí
Fernando Alonso, en el GP de Arabia Saudí
XPB / James Moy Photography Ltd
Fernando Alonso, en el GP de Arabia Saudí

Fernando Alonso está en la cresta de la ola. El podio de Catar ha devuelto la ilusión no sólo a él mismo, que lo necesitaba, sino a los creyentes en 'El Plan', sino porque ha puesto en jaque a quienes no contaban con Alpine en esta recta final de campaña.

Lo advertía Alain Prost, toda una leyenda de la Fórmula 1 y asesor del equipo francés: "las últimas dos carreras podrían ser similares y podríamos tener un rendimiento parecido". Y, visto lo visto en el arranque del GP de Arabia Saudí, no le faltaba razón.

Llegar a un circuito nuevo siempre es peliagudo. Que se lo cuenten a Charles Leclerc, que ha acabado estrellado contra el muro de la curva 22, uno de los puntos críticos del trazado de Jeddah, en el primer día de trabajo. Ni Fernando Alonso ni Esteban Ocon han desentonado: apenas 96 horas después de ejercer de mensajeros del Balón de Oro en París marcaron el 5º y el 6º tiempo al volante de un coche que, por rendimiento, no estaría ahí.

Un Mónaco en el desierto para lucir las manos

Los circuitos de Catar y de Arabia Saudí tienen poco que ver, más allá de que están en países cuyo respeto a los derechos humanos no es una de sus mayores virtudes. Uno es más revirado y lento, el otro es más rápido: en Jeddah se va durante un 79% de la vuelta con el acelerador a fondo, se alcanzan puntas de 330 km/h y velocidades medias superiores a 290 km/h por vuelta. 

En un circuito entre muros, similar a Mónaco (así lo describió Hamilton) en muchas zonas, es donde los reflejos y las manos del piloto se notan más. Un error puede ser el fin (ejemplo de nuevo: Leclerc) y llegar al límite sin superarlo será clave. Aquí Alonso dio el 'do' de pecho, una vez más.

Pero lo hizo además con un buen crono. Aunque los cuatro primeros estaban en menos de 2 décimas, el asturiano se quedó a poco más de 4. Una diferencia que es más que aceptable, habida cuenta de que ha dejado atrás a pilotos como Sainz como el Ferrari, Tsunoda con el otro AlphaTauri (Gasly está por delante) o los McLaren que ni están ni se les espera desde su memorable doblete de Monza.

Lo mejor: se han adaptado mucho mejor de lo previsto y pueden forzar un poco más. "Cada circuito nuevo requiere mucho trabajo y creo que hemos superado bastante. El circuito es rápido como se esperaba, pero también parece tener un agarre bastante alto, lo que fue una agradable sorpresa, especialmente en un circuito urbano. Todavía hay algunas incógnitas para todos en términos de puesta a punto", analizó un Alonso que se sentía "optimista" para la clasificación.

Ahora queda rematar la faena en Alpine, que no es poco. Los 25 puntos de ventaja que tienen sobre AlphaTauri se presentan como un colchón suficiente a priori, pero no tienen aún garantizado el quinto puesto del Mundial de Constructores. Ese, y no otro, es el objetivo en las carreras que quedan: hay mucho dinero en juego.

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