Muchos deportistas y exdeportistas se han volcado en las redes sociales para analizar a su manera la actualidad política. Algunos de ellos no ocultan sus preferencias, ni mucho menos, lo que les ha convertido en protagonistas inesperados de la resaca electoral del 4M en Madrid.

Iván Campo y otros deportistas celebran la retirada de Pablo Iglesias: "Por fin se va la mayor rata de la historia de España"

Desde Iván Campo a Alfonso Reyes, pasando por Luis Figo (un clásico ya) o Nico Almagro, muchos mostraron su alegría por la victoria aplastante de Isabel Díaz Ayuso y por la consecuente dimisión de Pablo Iglesias de todos sus cargos. Uno de los más vehementes en sus afirmaciones fue Jesús Fernández, un futbolista de la cantera del Real Madrid que no pasó de la función de tercer portero.

El actual cancerbero del desconocidísimo CS Sepsi OSK Sfântu Gheorghe de Rumanía festejó la marcha de Iglesias en twitter. "Que gran noche la de ayer, Madrid se resiste a la mentira, la hipocresía y la miseria, a ver si pronto el resto de España. Pero la mejor noticia sin duda: La rata vuelve a la madriguera!!", escribió.

Usar ese calificativo hacia el huido exvicepresidente y exlíder de Podemos le valió numerosas críticas, desde la del atleta Roberto Sotomayor, que le calificó de "deportista que no sabe perder", pasando por otros más duros.

En este sentido, especialmente agresivo fue el periodista Antonio Maestre. El escritor, muy vinculado a la órbita de Podemos y a la extrema izquierda, menospreció la carrera de Fernández. "Su mayor logro profesional es haber sido el portero que calienta a Keylor Navas antes de los partidos", escribió el columnista.

Polémica por un artículo que defiende las tesis del Gobierno para el 8-M firmado por el seudónimo Miguel Lacambra

Para argumentar este duro palo, Maestre explica que "quien considera que hay que respetar la opinión de quien llama rata a otra persona. Pues si piensas eso tu opinión también es una opinión de mierda que no merece respeto".

Antonio Maestre gozó de cierta relevancia mediática cuando se descubrió que estaba detrás de Miguel Lacambra, un pseudónimo que acabó convirtiéndose en un fenómeno viral al defender las tesis del Gobierno para defender la celebración del 8-M en 2020, con la pandemia ya desbocada. Además, sus incisivas columnas y críticas hacia la derecha política le han granjeado detractores y fans, con los que no tiene problema en discutir y enzarzarse en las redes sociales, en tonos muy elevados muchas veces.