La fuente de Cibeles es el centro neurálgico de las celebraciones del Real Madrid. No obstante, la conquista de la 34ª Liga del conjunto blanco quedó marcada por la disposicición de los hinchas merengues de evitar las aglomeraciones, ya que dieron ejemplo y cumplieron con las medidas de seguridad recomendadas para frenar la pandemia del coronavirus.
Desde que el árbitro pitara el final del duelo entre Madrid y Villarreal que certificó el éxito de los de Zinedine Zidane fueron varios los aficionados merengues que se dejaron caer por el emblemático lugar situado en pleno corazón de la capital.
Eso sí, en ningún momento llegaron a producirse aglomeraciones. Ya fuera por el fuerte dispositivo de seguridad establecido por la Policía Nacional y la Policía Municipal o por la responsabilidad de los propios hinchas, la diosa Cibeles pasó una noche relativamente tranquila.
En cualquier caso, no hubo aglomeraciones de personas pero sí una acumulación de vehículos de hinchas madridistas que quisieron pasarse por el tradicional lugar de sus celebraciones. Es por ello que los toques de claxon fueron constantes hasta bien entrada la madrugada.
Cabe destacar el comportamiento de los aficionados del Real Madrid como un ejemplo para todos, después de vivir casos preocupantes, como los festejos vividos -sin medidas de seguridad- en Cádiz con motivo del ascenso o la celebración de los hinchas del Oporto tras ganar el campeonato nacional portugués.
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