Cómo revisar y poner a punto una bicicleta del trastero o de segunda mano

Un ciclista transita por una carretera.
Un ciclista transita por una carretera.
EP
Un ciclista transita por una carretera.

Las bicicletas son una fuente de ejercicio inagotable, que pueden durar años y décadas si se conservan como es debido. Tras un largo invierno en el que no se ha podido salir de casa, con la llegada del buen tiempo muchos son los que han aprovechado para recuperar la bici y volver a montar.

Sin embargo, no se recomienda sacar la bicicleta por primera vez del trastero y con las mismas ponerse a pedalear ya que los neumáticos o las cadenas pueden haber sufrido un deterioro al no haberse utilizado. Por eso, ofrecemos unos consejos para poner a punto la bicicleta, para lo que será necesario unas herramientas básicas y un inflador

Comprobar las ruedas

Habrá que poner la bici del revés, apoyando el sillín y el manillar en el suelo, con las ruedas hacia arriba para un buen análisis. Es conveniente revisar que no haya grietas en el neumático y que la presión de las ruedas sea la adecuada, según recomiende el fabricante. Sin embargo, si el recorrido es por el campo, se aconseja ir con las ruedas con menos presión, y con más si vamos por pista o carretera.

También es bueno revisar la llanta de la rueda y la zona donde las zapatas frenan, para evitar posibles suciedades o grasas que perjudiquen la deceleración.

Frenos

Además del contacto de las zapatas con las ruedas, es recomendable ajustar la distancia de estas y comprobar que frenen bien: que no estén ni muy pegadas o rozando la llanta ni muy separadas. Para ello, simplemente habrá que ajustar el tensor para la mejor posición. 

Si estas están muy perjudicadas, habrá que comprar unas nuevas. En cambio, si los frenos son de disco, es recomendable llevar la bicicleta a un especialista para una revisión más adecuada.

Rodamiento de la cadena

El eje de toda bicicleta es la cadena. De nuevo con la bicicleta del revés, se aconseja darle una pequeña limpieza con un trapo o paño mientras se giran los pedales. Así se podrá eliminar suciedad o grasa ya seca que pueda perjudicar el pedaleo. A la vez, habrá que comprobar que ningún eslabón suelto, roto o mal colocado.

Si al pedalear notas que la bicicleta chirría o algún problema similar, seguramente haya que engrasar la cadena para evitar que esta sufra y se desgaste, llevando consigo un problema mayor.

Plato, piñones y cambios

Esta es una de las zonas que más suciedad acumulan, por lo que también aconsejamos pasar un trapo para eliminar pequeñas piedras o grasa seca. Del mismo modo, recomendamos probar todos los cambios para asegurarnos de que la cadena no salte.

Si la transmisión no funciona adecuadamente, habrá que ajustar los tornillos que acompañan al cambio trasero y los que regulan el desviador de los platos. Otra opción es reajustar la tensión de los cables que van desde el manillar.

Tornillos y montura

Finalmente, es muy recomendable comprobar que todos tornillos y tuercas que no se hayan revisado están apretados y que ninguno esté oxidado. Si se da el caso, recomendamos, por lo menos limpiarlo con aceite de engrase o mejor, cambiarlo por uno nuevo.

También recomendamos darle una buena limpieza a la bicicleta para que sea menos propicia a averiarse. Para un lavado profundo, existen kits de limpieza en mojado si la bicicleta está muy sucia.

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