La Casa Blanca presentaba este domingo un aspecto espeluznante, ya que el presidente Donald Trump y su mujer Melania dieron la bienvenida a niños de escuelas locales y a los hijos de los militares para festejar Halloween. Se trata del segundo año que el matrimonio Trump ve cómo la Casa Blanca se tiñe de naranja.

Donald y Melania repartieron dulces a los niños que iban disfrazados de hadas, astronautas y equipos de salvamento. También se dejó ver Cleopatra y acompañada por superhéroes que se abrieron paso para conseguir chocolatinas y regalíz.

Trump y la primera dama no estaban disfrazados, pero conversaron y posaron para fotos. Una banda de música tocó melodías fantasmagóricas de La Familia Addams, Harry Potter y Embrujadas a medida que los chavales iban llegando.

Desde que en 1958, la mujer de Eisenhower adornó la Casa Blanca con esqueletos, calabazas y tumbas, celebrar Halloween ha sido una tradición muy querida entre las administraciones presidenciales.