Dani Rovira: "Es perfectamente compatible que seas un amante de los perros y comas carne, se llama especismo, no pasa nada"

El actor y presentador Dani Rovira, con un perro en 'Un día de perros'.
El actor y presentador Dani Rovira, con un perro en 'Un día de perros'.
RTVE
El actor y presentador Dani Rovira, con un perro en 'Un día de perros'.

Dani Rovira estrena el domingo 26 de noviembre Un día de perros, el videopodcast de RTVE Play dedicado a ayudar a los dueños de perros en su cuidado, educación y convivencia. Dani Rovira estará acompañado por Eli Hinojosa, terapeuta de comportamiento canino, y Santi Vidal, entrenador de perros especialistas. 

Un día de perros es una producción propia de RTVE, dirigida por Ángela Gallardo (Pacto de silencio, Ya no quiero esconderme, Susana y el sexo) y Rafael Muñoz.

En cada entrega pasarán por el sofá del programa invitados como Mercedes Milá con su pequeño Scott; los escritores Juan Gómez Jurado y Bárbara Montes, que son los dueños de Sam; el ministro Fernando Grande-Marlaska llega acompañado de Pepa, Tula y Luca; la actriz Blanca Portillo con Eduardo; los intérpretes Antonia San Juan y Alfonso Bassave, ella vive con Fefa y Lala y él, con Marley y Billie. La modelo y empresaria Laura Sánchez y el modisto Juan Duyos protagonizan otro episodio. Laura llega con Juanita y Calcetín, que son madre e hijo. Juan llega con Fefa. 

Un día de perros… es una expresión que ha cambiado mucho de significado a lo largo del tiempo, ¿no?Sí, está bien darle vueltas a las expresiones. Para mí, un día de perros, después de mi experiencia con ellos, tiene más que ver con un día maravilloso de domingo primaveral donde sales con tus perros al parque y te pegas tres horas con ellos y luego te pegas la siesta en el sofá y luego a la tarde te das otra vueltita. Se me puede escapar en algún momento que tengo un día de perros, pero ya lo digo menos.

Ahora el día de perros malo es cuando hay veterinario...Efectivamente, ahora digo que llevo un día de humanos.

¿Les ha costado encontrar famosos amantes de los canes?No, no, todo lo contrario. Y ha habido muchos invitados que no han podido venir porque no era compatible con las agendas y los horarios, pero sabemos que ha habido mucha gente que se ha quedado con las ganas. En eso estamos súper agradecidos, porque han sido muy generosos. Para hablar de perros supongo que hay mucha gente que se presta.

Se sentían cómodos...Algo de mérito puedo tener porque al final todos los invitados que han venido, casi todos, los conozco. Entonces ellos saben que si yo estoy en un programa que tiene que ver con perros, no va a haber frivolidad, no va a haber show business a saco. Es un programa de perros donde el foco está en ellos y en su bienestar. Hemos tenido unos invitados de lujo y muchos más si hay segunda temporada y de Michael Jordan para arriba (risas).

Ahora hay un boom y un gran reconocimiento a la figura del perro como mascota o como compañero, ¿que dice eso de la sociedad?Pues dice mucho, dice mucho de la sociedad, pero también dice mucho el hecho de que casi la mitad de la población en sus casas tiene un perro, tiene gatos o tiene algún animal. Dice mucho bueno, pero también dice mucho con respecto a la necesidad de sacar a tantos y tantos perros de protectoras, porque no olvidemos que vivimos en un país donde hay una problemática enorme.

¿Hay como dos mundos?Estamos en un momento vital donde la sociedad está muy concienciada con los perros y rara es la casa donde no se conviva con perro o un gato de igual a igual. Pero también vivimos en una sociedad donde se abandonan muchísimo, muchísimo más.

¿Es tan grande el problema?Se abandona una media de 100.000 perros al año y los motivos, pues la cría privada o indiscriminada, la caza, la compra indiscriminada, que se los considere regalos... al final son fruto de una irresponsabilidad. Pasa como con el medio ambiente, estamos viviendo el momento en el que más conciencia tenemos con el medio ambiente, pero estamos viendo el momento en el que más en la mierda está el medio ambiente. Pues con los perros pasa un poco igual. Hay mucha conciencia de la gente que cultiva el amor en su vida y sigue habiendo peña que los abandona, que los mata, que los los usa como si fueran una fotocopiadora en lugares de crianza. O sea que luces y sombras.

¿Qué te da un perro que no te dé un humano?Te da una incondicionalidad que no todos los humanos te dan. Un perro te da un estar. A veces tenemos como la manía de cuando tenemos un amigo que está triste es como que tenemos que darle el consejo clave, tenemos que decirle lo que tiene que hacer y a lo mejor lo que necesita es solo que estés. Un perro tiene la capacidad de estar, te observa. Un perro te observa mil veces más a ti de lo que tú le observas a él en el día a día. No tiene otra cosa que hacer. Después de tantísima observación, un perro es capaz de saber cómo estás. Además, el perro te hace de espejo y te puede hacer de maestro y te hace ser a ti mejor persona.

Esa podría ser una enseñanza…Si aprendiéramos a observarles tanto a ellos como ellos a nosotros, los conoceríamos mucho mejor. El perro es amor puro. Un perro no tiene bolsillos, eso quiere decir que no guarda rencor, que no guarda todas esas mierdas que el humano sí guarda. Siempre digo que por mucha trastada o por mucho que la hayan liado un niño o un perro, ellos jamás son responsables de nada.

Eso incluye las cacas en la calle, claro.Eso incluye la caca, un perro tiene que cagar. Es como un perro que te muerda por la calle. El responsable de ese acto no es el perro. Habría que estudiar un poco el contexto y decir bueno, a lo mejor yo no tenía que haber acariciado a ese perro sin pedir permiso. Igual el perro tiene otitis y le has ido a tocar en la oreja y le duele y te ha echado la boca. Con un niño pasa igual. Los adultos nos tenemos que hacer responsables de todo eso.

Una de una parte del espíritu del programa es que sea didáctico, ¿no lo sabemos todo ya sobre los perros?No, no, qué va. Yo llevo 13 o 14 años viviendo el día a día de las protectoras y te puedo hablar mucho de cómo está la situación en este país en cuanto a protectora y demás, y obviamente convivo con ellos, pero no se termina de conocerles, al igual que no terminamos de conocer a nuestros amigos o a nuestra familia. Es un universo infinito.

Hablando de espejo, ¿ha confirmado después de entrevistar a famosos con sus perros, que dueños y perros acaban pareciéndose?Sí, un poco sí, (risas). Por ejemplo, Blanca Portillo con su perro ha sido una cosa ideal porque Blanca es una persona que te la quieres llevar a tu casa y Eduardo, que es su perro, igual. Un perro que lleve un cierto tiempo ya conviviendo con un humano es un reflejo bastante fiel de con quién está viviendo. Si el perro es un poco desastroso y caótico es porque seguramente la energía que se vive en casa es como muy desastrosa y caótica.

¿Milá y Scott, por ejemplo?Están los dos zumbados (risas), pero una zumbadera muy buena, muy sana, muy divertida. Creo que son de los invitados más libres que hemos encontrado, tanto Mercedes como Scott. Hubo un momento donde Mercedes decía “mira, lo que le gusta mucho son los papeles, cuando cojo un folio y lo arriugo, le gusta destrozarlo”. Y de repente hizo la muestra en plató y el perro pasó de Mercedes, cosa que fue muy divertida porque seguramente Mercedes hubiera pasado de ti. Son así, anárquicos y no se les puede no amar.

¿Si a alguien le gustan los perros ya tiene algo ganado con usted?Tengo muchos amigos que no tienen la pasión que tengo yo con los perros… pero si yo conozco a alguien que veo que no trata bien a un animal, seguramente no lo quiera en mi vida, porque ya me está diciendo mucho de de él. Es la típica frase de "dime cómo tratas a los animales y te diré qué tipo de sociedad eres o qué tipo de persona eres".

¿Cuál es su primer recuerdo con un perro?Mi primer recuerdo con un perro... Seguramente sería el perro de mis tíos cuando yo era chiquitito, que ellos sí que tuvieron algún que otro perro. Pero fíjate, mis primeros recuerdos con perros no fueron gratos, porque era cuando íbamos de niños al campo y nos íbamos por ahí y de repente te aparecía el típico mastín o te aparecía el típico perro que está por ahí pululando en el campo y yo recuerdo que con seis o siete años, cuando nos encontramos a mitad del campo con un perro, lo primero que sentía era miedo. Mis primeras sensaciones con ellos era de que me daban un poquito de miedo y fíjate ahora, no puedo vivir sin ellos.

¿Es compatible ser amante de los perros y no ser vegano?Es perfectamente compatible, aunque en mi caso no lo fue. Es perfectamente compatible que tú seas un amante de los perros y comas carne. Eso tiene un nombre, que no es despectivo, simplemente se define como especista, y no pasa nada. Yo fui especista durante muchos años, en plan daría la vida por mis perros, pero luego me como una vaca. El perro es una especie, la vaca es otra, pues una me la como y otra no. Habrá gente que se quede ahí y habrá gente que de repente tenga un conflicto interno tan heavy que esté dispuesto a pasar por ese proceso, a dejarse interpelar por la vida, que fue lo que me pasó a mí. Yo comía carne, me encantaba la carne, pero llegó un momento en el que en conflicto interno era mucho mayor que mi necesidad de placer por comer carne o pescado, o lácteos y demás. Le hice caso un poco a mi coherencia interna y ahora soy muy feliz. Es muy sacrificado, pero me compensa porque estoy mejor de aquí (se toca la cabeza), estoy mejor de aquí (se toca el corazón) y estoy mejor de aquí (se toca la barriga).

¿Sus perros le han salvado la vida en algún mal momento?Puedes poner el pensamiento mágico que quieras a todas las cosas. Y con los perros tendemos mucho a eso, pero es bonito. Para mí fue clave para un punto de inflexión en mi vida. Yo desde que tuve a Carapapa, ella me hizo querer pasar por todos estos procesos donde yo ahora mismo soy una persona muy diferente a quien era antes de tener a mi primera perrita. Convivir con un ser vivo que no es de tu especie pero le amas como si lo fuera, te hace cambiar muchas, muchas cosas. Y ella ha sido la clave de mi amor por los perros. Ha sido la clave de mi paso al vegetarianismo, al veganismo, de mi activismo con los animales. Ella me ha enseñado una cosa maravillosa que es que Carapapa en sí, también por la raza que era, un carlino, era muy vulnerable. Eso no dura media hora en un bosque (risas). Eso es un ser que a priori que no vale para nada y esa vulnerabilidad es muy poderosa. Es como cuando tienes a tu niño bebé en brazos. Piensas que ese niño sin ti no dura nada. Eso hace que haya un lazo muy, muy fuerte, muy poderoso, que ejercía muchísimo poder sobre mí en el aspecto bueno de la palabra. Me despertaba un amor y unas ganas irrefrenables de protegerla. Y a partir de ahí creció una nueva vida para mí muchísimo más coherente.

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