Cuando hablamos de ciática estamos hablando de un dolor que se extiende por todo el recorrido del nervio ciático (que va desde la parte baja de la espalda, la zona lumbar, pasando por las caderas, los glúteos, las piernas… hasta el talón). La incidencia de esta enfermedad dolorosa, prevalente sobre todo en la edad adulta, alcanza hasta un 2% de la población en España cada año, y el éxito de su tratamiento va a depender en gran parte del origen que ha provocado la hernia de disco (las causas son variadas) y del estilo de vida del paciente.
Rehabilitación y fisioterapia, así como medicamentos para reforzar la masa ósea, corsés o sistemas de protección de la columna, son algunas de las medidas más efectivas, además de seguir una serie de consejos de movilidad para frenar el avance del daño en el nervio y conseguir que revertirlo antes de que sea irreversible.
¿Por qué aparece la ciática?
Como explican a este diario desde el grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "la columna vertebral es la estructura que se apoya en la pelvis y mantiene nuestro cuerpo. La componen vértebras, unas a nivel cervical, otras a nivel dorsal, y otras a nivel lumbar. En su parte interna está situada la médula espinal, que es una prolongación del sistema nervioso del cerebro, del que van saliendo ramas nerviosas a cada lado, que luego se combinan para formar nervios."
Además, añaden que "esos nervios serán capaces de activar músculos para que puedan contraerse, y al hacerlo se acortan. Esta circunstancia permite que en las extremidades, gracias a las articulaciones, los huesos se desplacen y podamos moverlos, por ejemplo, para caminar".
Como una especie de colchón entre dos vértebras, existen unas estructuras que tienen un núcleo esponjoso, que les permite apoyarse una sobre otras y que tengan cierta movilidad. Esto sucede, por ejemplo, cuando nos inclinamos. En ocasiones la estructura fibrosa que rodea a ese núcleo esponjoso se daña, y su contenido se mete entre las fibras, pudiendo en algún caso dañar a las raíces nerviosas.
A eso llamamos hernia de disco, y al lesionar las fibras provoca dolores y limitación a la movilidad. En este caso, el nervio ciático surge de las raíces que nacen de las vértebras bajas. El síndrome ciático consiste en un dolor que se origina a nivel lumbar, que ese irradia por el glúteo y detrás del muslo, hasta llegar al talón.
Más raro es que las vértebras se dañen por la existencia de un tumor que crece en ellas, en general es un tumor de otros órganos, pero que al extenderse llega a ellas. Es lo que llamamos metástasis. También es muy poco frecuente que un tumor neural, que surge en las fibras locales, pueda lesionar los nervios.
Síntomas del síndrome ciático
El dolor que produce la denominada ciática puede abarcar un amplio abanico, desde una molestia leve hasta un dolor agudo, llegando a asemejarse en algunas ocasiones a una pequeña descarga eléctrica. En la mayoría de los casos, esta dolencia se manifiesta solo en un lado del cuerpo. Aunque no es lo más habitual, desde la SEMI comentan que puede suceder un cierto hormigueo o debilidad muscular tanto en la pierna como en el pie.
En cualquier caso, si hay que citar un síntoma claro e inequívoco, ese es el dolor. Si además el nervio ciático se comprime, la musculatura puede 'sentirlo' de manera que nos cueste doblar la rodilla, unir las piernas, etc. Al toser, suele empeorar el dolor de ciática.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Como indicábamos al comienzo, la ciática suele manifestarse sobre todo en la edad adulta, puesto que es cuando más se notan los cambios en la columna vertebral, y cuando suelen aparecer las hernias de disco y los denominados espolones óseos. Aunque es cierto que la ciática puede aparecer a partir de un traumatismo concreto, en la mayoría de las ocasiones se debe a un proceso degenerativo provocado por la pérdida de masa ósea.
Además de la edad, otro factor de riesgo es la obesidad, puesto que el sobrepeso aumenta la presión sobre la columna vertebral, origen de la ciática. Si además tu trabajo diario te obliga a cargar mucho peso, torcer tu espalda o conducir un vehículo durante muchas horas al día, la predisposición aumenta. Todo lo que tenga que ver con una vida sedentaria empeora la situación. Y también la diabetes, la enfermedad que (mal controlada) puede hacer que tu organismo utilice la glucosa de manera incorrecta y llegue a dañar los nervios.
¿Se puede prevenir la ciática?
Aunque no existe un secreto mágico que haga que nunca tengas que sufrir esta afección, en términos generales estarás ayudando a despistarla si practicas algún deporte de manera regular que te ayude a mantener tu espalda fuerte y su musculatura a punto. Cuando estés sentado, recuerda mantener tu postura erguida, utilizando un asiento que asegure tu posición lumbar correcta, que tenga reposabrazos y un refuerzo en la zona lumbar.
Continuando con los consejos de prevención, los expertos nos invitan a cuidar nuestros movimientos cuando hagamos tareas que requieran de gran esfuerzo. Por ejemplo, si debes levantar un objeto muy pesado, haz que sean las piernas las que carguen con la mayor parte de la fuerza, y no tu espalda. Nunca realices movimientos de torsión con tu cuerpo mientras estás manipulando un objeto pesado.
Claves para mitigar el dolor
Si la ciática es leve, lo más habitual es que vaya desapareciendo el dolor que provoca por sí solo. Pero si el reposo no hace que mejore la situación (se ha establecido una semana como tiempo límite), ha llegado el momento de consultar con el médico. En los casos más graves, un pinzamiento en el nervio ciático puede llegar a provocar falta de control en la función intestinal y de la vejiga.
Al buscar la causa de la ciática, los especialistas en la columna vertebral suelen comenzar a 'tirar del hilo' por la columna, puesto que la causa más común de ciática es un pellizco o compresión de las raíces del nervio ciático en la columna. El médico nos hará preguntas sobre qué cosas alivian o empeoran los síntomas, y dónde los sentimos exactamente. Después, es probable que lleve a cabo pruebas de fuerza muscular, deterioro de la sensibilidad y reflejos.
En muchos casos, el especialista, neurólogo o traumatólogo, solicitará estudios radiológicos de la zona, incluso una resonancia nuclear magnética. Una vez tenga el diagnóstico sobre las causas concretas que han provocado nuestra ciática, ofrecerá consejos y medicamentos para reforzar la masa ósea, corsés o sistemas de protección de la columna, a veces solicita la colaboración de un rehabilitador o fisioterapeuta.
Los tratamientos habituales para la ciática incluyen fisioterapia, ejercicio, evitar las actividades que agraven los síntomas, así como medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Si permanece en el tiempo el dolor agudo, el siguiente paso podría ser una inyección de esteroide epidural o un bloqueo de la raíz nerviosa. Solo en el caso de que ninguna de estas medidas surta efecto, el doctor podría plantearse la cirugía.
Referencias
Hernia de disco. (s. f.). https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/hernia-de-disco
Ciática - síntomas y causas - Mayo Clinic. (2023, 27 enero). https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/sciatica/symptoms-causes/syc-20377435
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