Carmelo Encinas Asesor editorial de '20minutos'
OPINIÓN

Los patinistas

Patinetes de la compañía Lime.
Patinetes de la compañía Lime.
LIME
Patinetes de la compañía Lime.

No conocía el palabro que titula esta columna , y la RAE solo admite el de “patinador”. El concepto es distinto, para el común de los mortales patinador es nuestro campeonísimo Javier Fernandez cuya práctica nada tiene ver con la de los usuarios del patinete que ahora tanto proliferan. Si a los que conducen un auto les llamamos automovilistas y a quienes manejan una moto motoristas parecería razonable que a los del patinete les digamos “patinistas”, apelativo que, según me cuentan, ya emplea el argot náutico para los que pilotan un patín a vela. Conviene ponerle algún nombre a esta nueva especie urbana para no confundirla con los ciclistas o quienes se mueven en esos ingenios eléctricos de una o dos ruedas que mas que medios de transporte son juguetes.

Lo cierto es que siendo el patinete eléctrico una alternativa ecológica y económicamente accesible capaz de revolucionar la movilidad urbana , su irrupción se ha producido con el mismo ímpetu que los problemas de convivencia que genera.

En 2016 la DGT emitió unas instrucciones generales ,no de obligado cumplimiento, para que los municipios tuvieran algún referente con el que redactar sus normas y cada ciudad introdujo matices pero siempre con una limitación común y es que los patinetes no pueden circular por las aceras. Haría yo el mayor de los ridículos si me las diera aquí de avispado observador afirmando solemne que tal norma no se cumple . Cualquier viandante puede dar su particular charla sobre la clamorosa vulneración que los “patinistas” hacen de ella y es seguro que cada cual podría adornar su relato con experiencias personales mayormente desagradables . La realidad es que los usuarios del patinete que circulan por la calzada son casi una excepción y ello es tan cierto como que quienes ruedan por las aceras lo hacen en la mas absoluta impunidad. Se habrá dado el caso pero no conozco a nadie que haya visto a un solo Agente Municipal ni tan siquiera regañar a un “patinista” por invadir la acera. Solo existe un modo de que las normas se respeten y no es otra que vigilar su cumplimiento y sancionar al infractor. Nada de esto sucede y lo que impera es la vista gorda .

El año pasado la Fiscalía General del Estado puso el punto de mira en esta selva urbana con un primer registro de accidentes causados por los patinetes. El informe contabilizó unos 300 siniestros advirtiendo que se trataba de estimaciones que pudieran ocultar un numero bastante mayor de atropellos. Accidentes menores y otros de mas envergadura en los que casi siempre el peatón se lleva la peor parte.

La DGT está pendiente de la formación del nuevo gobierno para sacar adelante una regulación mínima de obligado cumplimiento que ademas de limitar la velocidad a 25 kilómetros hora y prohibirles circular por las aceras les negaría también estacionar en ellas, evitando así el actual desmadre de patinetes tirados por doquier.

No se trata de ponerle trabas al desarrollo de una forma limpia y eficaz de movilidad en las ciudades sino de imponer algo de orden y respeto a los peatones evitando conflictos de convivencia que puedan incluso abocar la fórmula al fracaso . Los “patinistas”, o como quiera que los llamemos , seguro que lo entenderán .

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