En 2015 vi con mis propios ojos a cientos de personas cruzando a pie las carreteras de Serbia. Huían de la guerra en Siria y buscaban desesperadamente refugio en Europa. Una realidad que me generó un gran impacto.

Estos días las imágenes son muy parecidas. La historia se repite. Por desgracia no es nada nuevo; y hay miles y miles de personas que se ven forzadas a dejar sus hogares cada día. Por culpa de las guerras y la violencia, pero también la pobreza, la sequía o inundaciones. Desde hace ocho años Oxfam Intermón, junto a 20minutos, organiza el premio Avanzadoras para visibilizar el trabajo de mujeres que ayudan a avanzar y construir un mundo más justo, más igualitario. Este año ha querido hacer una mención especial a todas las mujeres que migran, sea por el motivo que sea.

Cuando llegan a un país donde instalarse, en el que sentirse seguras, sufren discriminación y rechazo

Ellas están más expuestas a abusos y maltrato. En el camino, muchas son violadas, víctimas de trata u obligadas a prostituirse. Pero también, cuando llegan a un país donde instalarse, en el que sentirse seguras, sufren discriminación y rechazo. Muchas de estas mujeres cuidan de nuestros padres y madres, hijos e hijas. En España, más de la mitad de las más de 550.000 trabajadoras del hogar y los cuidados son mujeres que no han nacido en nuestro país. Todas envían remesas a sus países de origen y contribuyen así a sostener esas economías.

Los 27 países de la UE han pactado garantizar protección automática temporal a quienes huyen de Ucrania. Tendrán permiso de residencia, de trabajo y acceso a educación. En 2015, no fue posible. Europa debe garantizar que todas las personas que buscan protección, sin importar su procedencia, raza u orientación sexual, tengan derecho a rutas seguras y procedimientos de acogida justos y efectivos.