"En abril, aguas mil", reza el refrán. Sin embargo, este dicho popular se ha cumplido poco, y de manera desigual, en el territorio español. Así lo ha constatado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tras analizar las lluvias del mes pasado y compararlas con los últimos doce meses. "Abril de 2024 ha sido un mes muy seco en casi toda España, salvo en puntos de Galicia, Cataluña y Baleares", ha señalado en un hilo publicado en Twitter, donde también ha avanzado cómo será el escenario climático más probable para este mayo y los próximos meses.

La lluvia caída en el conjunto de España en abril tan solo ha permitido acumular 32 l/m², "la mitad de lo normal para este mes", dice la Aemet. Esto significa que el país continúa en una situación de sequía de larga duración, aunque existen diferencias por comunidades autónomas.

En concreto, indican, "si analizamos las lluvias acumuladas en los últimos doce meses para el conjunto de la España peninsular, ya en marzo de 2024 se salió de la situación de sequía meteorológica. Sin embargo, si se analizan los últimos tres años, continuamos en sequía de larga duración".

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La Aemet ha mostrado un mapa en el que se aprecian las grandes diferencias por provincias, en función de la lluvia caída en los últimos doce meses. "La mayor parte de las provincias del oeste y centro de la Península no presentan sequía, pero sí que la hay en buena parte de las provincias bañadas por el Mediterráneo y Canarias", describe este organismo.

Sin embargo, echando la vista atrás hacia los tres últimos años, la fotografía plasma qué zonas se encuentran en sequía de larga duración. En este caso, se libran "algunas provincias del noroeste y zona centro, pero es acusada en Canarias, Andalucía, tercio norte y, especialmente, en Cataluña".

Respecto a la situación en las cuencas hidrográficas de España, y a pesar de esa sequía de larga duración, las lluvias caídas en el último año han permitido que algunas puedan recuperarse levemente, como ha sido el caso de las cuencas del Guadiana, Guadalquivir, Ebro y Duero. En el Júcar y el Segura, por su parte, cuentan con una situación de sequía a doce meses, "pero no lo están aún considerando los últimos 36 meses, porque previamente al último año, las lluvias fueron abundantes por allí", ha matizado.

Mejor situación presentan las cuencas del norte y noroeste, y también la del Tajo, donde "no están en sequía ni a doce ni a treinta y seis meses: las lluvias del último año hidrológico han sido suficientes para salir de esa situación allí".

En el lado opuesto, la Aemet señala a las cuencas del sur de Andalucía y Pirineo oriental, buena parte de Cataluña, como las que continúan en una situación crítica al presentar una sequía tanto a doce como a treinta y seis meses.

Por otro lado, la Aemet también ha resaltado que "las lluvias acumuladas en los doce meses previos tienen repercusión en las reservas de agua". Aquí también hay diferencias entre el agua embalsada en la vertiente atlántica, que incluso está por encima de la media de los últimos 10 años, y el agua recogida en la vertiente mediterránea.

En el primero de los casos, la mejoría en las reservas hídricas de la vertiente atlántica "es coherente con el fin de la situación de sequía meteorológica a doce meses que se observa al considerar las abundantes lluvias acumuladas en ese sector durante el último año hidrológico".

No obstante, las lluvias del último año "han sido escasas" en la vertiente mediterránea. Esto "se nota, además de en las reservas hídricas, en una gran sequedad del terreno, que crea unas condiciones favorables para los incendios forestales", advierten. Un claro ejemplo de ello es que muchos de los grandes incendios que han ocurrido en lo que llevamos de año han tenido lugar en la Comunidad Valenciana.

Al mayor riesgo de incendios forestales hay que sumar también "consecuencias socioeconómicas" causadas por esa situación de sequía de larga duración, como las restricciones de agua para determinadas actividades, recuerda la Aemet.

Por último, la agencia meteorológica ha trazado un esbozo del escenario en el que se encontrará España a partir de este mes de mayo. "Estamos a menos de un mes para que comience el verano, estación en la que las lluvias suelen ser escasas. Además, el escenario más probable es el de lluvias por debajo de lo habitual en el oeste peninsular durante mayo, junio y julio", adelantan.