La economía española volvió a sorprender en el primer trimestre al mantener un importante ritmo de crecimiento superior al esperado por el consenso de analistas. De esta forma, el PIB nacional avanzó un 0,7% intertrimestral, la misma cifra registrada en el cuarto trimestre de 2023. Se trata de la mayor tasa de crecimiento desde el segundo trimestre de 2022, cuando la economía estaba todavía en pleno proceso de rebote tras el shock pandémico.
Así lo ha comunicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) este martes en su primer avance de los datos de la contabilidad nacional. Los principales motores de la economía en este arranque de año fueron las exportaciones, la inversión —que volvió a aportar crecimiento tras dos trimestres encadenados de caídas— y el consumo de los hogares, frente a un consumo público que se contrajo.
Para el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, los datos que se han conocido esta mañana certifican "el fuerte dinamismo de la economía española", que mantiene un "crecimiento diferencial en un entorno con elevada incertidumbre". Por su parte, la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha calificado el dato de "extraordinario" y que "señala la solidez de la economía".
Las cifras de crecimiento del PIB en el primer trimestre superaron las expectativas de organismos como el Banco de España, que apostó porque la economía se ralentizaría y crecería un 0,4% en el arranque de año. También mejoran ligeramente las previsiones del modelo en tiempo real de la Airef (0,6%) o las expectativas de Funcas (0,6%).
El crecimiento de la economía española en el primer trimestre supera con creces el registrado en las grandes economías de la eurozona, que también se ha conocido este martes. Así, el 0,7% de avance del PIB en España supera con claridad el 0,3% que registra Italia y el 0,2% que se anotaron Francia y Alemania en el arranque del año. El conjunto de la eurozona creció un 0,3% durante el primer trimestre, lo más parecido a un movimiento de la economía que se ve en el Viejo Continente en el último año y medio.
El dato de PIB en este primer trimestre garantiza un crecimiento mínimo para la economía española del 1,6% en 2024 aunque el resto del año la actividad no se moviese ni un centímetro. De todas formas, esto parece muy poco probable a juzgar por las previsiones de los principales analistas, que esperan que la actividad acelere a medida que las bajadas de los tipos de interés y la inflación, por un lado, y el crecimiento del empleo, por el otro, impulsen el consumo. La previsión del Gobierno para este año pasa porque el PIB crezca un 2% en el conjunto de 2024. Con que el PIB trimestral crezca un 0,3% en lo que resta del año, sería suficiente para cumplir esa previsión.
Las exportaciones de servicios e inversión tiran del carro
Sorprende el fuerte tirón del sector exterior —que aportó el 71% del crecimiento que se ha visto en el arranque de 2024— en un contexto en el que los principales socios comerciales de España luchan contra un estancamiento que se prolonga ya más de año y medio. El buen funcionamiento del sector exterior se explica por el fuerte tirón de las exportaciones de servicios, que contribuyeron con 1,4 puntos al crecimiento del PIB. Una cifra que se vio mermada por la aportación negativa de las exportaciones de bienes y de las importaciones.
Además, la inversión aportó cinco décimas al crecimiento registrado en el arranque del año, con un peso destacado de la construcción y de la inversión en maquinaria y bienes de equipo (bienes que se emplean para producir otros bienes y servicios). Sin embargo, ese aporte se vio mermado por la contribución negativa de la variación de inventarios, que en el cuarto trimestre había sido positiva.
En lo que respecta al consumo, que está llamado a ser el motor de la economía este 2024, los resultados fueron decepcionantes. El consumo de los hogares (es decir, lo que gastan las familias para satisfacer sus necesidades cotidianas) repuntó ligeramente en comparación con el trimestre final de 2023 y aportó dos décimas de crecimiento. No obstante, este repunte se vio compensado por el pinchazo del consumo de las administraciones públicas, que restó crecimiento por primera vez desde el segundo trimestre de 2022.
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