El cambio climático amenaza a la salud de los trabajadores: el 71% están expuestos a graves riesgos por sus efectos

Una joven se abanica ante un termómetro que marca 44ºC debido a la ola de calor.
Una joven se abanica ante un termómetro que marca 44 grados.
 EFE
Una joven se abanica ante un termómetro que marca 44ºC debido a la ola de calor.

Más del 70% de los trabajadores de todo el mundo se encuentran expuestos a graves riesgos de salud debido al cambio climático. Es lo que arroja un informe publicado este lunes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, entre otros factores, destaca el aumento de las temperaturas que se viven en todo el planeta como la principal amenaza para la seguridad y la salud de toda la población activa mundial.  

Para contrarrestar todos estos efectos, la OIT señala además que más de la mitad de las medidas que llevan a cabo los gobiernos en materia de salud ambiental tienen dificultades para paliar estos problemas, resultando por tanto insuficientes. Por ello, la exposición a riesgos graves de salud ha continuado creciendo durante los últimos años. Según este nuevo análisis, concretamente hasta el 71% de los trabajadores del mundo ven ya amenazada su seguridad por los riesgos climáticos, una cifra que se encuentra hasta 5,4 puntos por encima de los niveles del año 2000. 

Los datos para llegar a estas conclusiones pertenecen, además, al 2020, el último año del que se tienen cifras completas a nivel global, por lo que la Organización apunta a que el número de afectados a día de hoy es todavía mayor. 

En concreto, la OIT señala al excesivo calor como la principal causa de este aumento. Desde 2016, las temperaturas globales no paran de subir, cumpliendo récords año tras año. Y esta problemática, indica el informe, es la responsable de más de 22,8 millones de lesiones profesionales y de la muerte de 19.000 personas al año en todo el mundo. Asimismo, la Organización calcula que las discapacidades sufridas por el calor llegan a suponer la reducción de dos millones de años de vida a nivel mundial.

El calor, como asevera el estudio, repercute así en un mayor número de casos de insolación, estrés, agotamiento, síncopes y calambres y, a su vez, también supone mayores enfermedades cardiovasculares, mayores lesiones físicas y un aumento de los casos de afectaciones renales. En especial, el estrés térmico afecta en algún momento de sus funciones a más de 2.400 millones de trabajadores, siendo también la causa de 26,2 millones de afecciones renales. 

Quienes más palidecen este aumento de las temperaturas son los trabajadores que desempeñan su labor al aire libre, los pertenecientes al mundo de la agricultura, la gestión de los recursos naturales, la construcción y la recogida de residuos, así como los empleados de sectores como el transporte, el turismo y los deportes. 

Pero hay más peligros más allá del calor. La radiación ultravioleta supone otra de las consecuencias climáticas, cuyos efectos también causan más de 18.000 muertes al año debido al cáncer de piel. Asimismo es la responsable de quemaduras solares, ampollas, lesiones en la piel, debilitamiento del sistema inmunitario o problemas oculares, por lo que hasta 1.600 millones de trabajadores expuestos a ella, especialmente quienes lo hacen al aire libre, pueden llegar a verse gravemente perjudicados. 

Fenómenos extremos, contaminación del aire...

Junto a estos dos factores, los fenómenos meteorológicos extremos y las catástrofes naturales que tienen relación con el cambio climático amenazan también el bienestar de hasta dos millones de trabajadores. En particular, de aquellos profesionales que se dedican a responder ante estas emergencias: el personal médico, los bomberos, los trabajadores de construcción que participan en las tareas de limpieza, o los trabajadores del mundo agrícola y de la pesca.

Los riesgos climáticos aumentan igualmente la concentración de distintos contaminantes atmosféricos. Ello supone la contaminación del aire en el puesto de trabajo de hasta 1.600 millones de personas. A esta problemática se le atribuyen 860.000 muertes anuales, por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias u enfermedades cardiovasculares. 

Por último, la OIT señala que la salud de quienes su actividad está relacionada con el mundo de la agricultura puede verse gravemente perjudicada debido al uso de los plaguicidas y de otros químicos. Estiman, así, que más de 300.000 muertes al año tienen su causa directa en los producto agroquímicos, y que un total de 870 millones de trabajadores agrícolas se encuentra expuestos a este problema. 

La clave, formular nuevas políticas

Para la OIT, si se quieren reducir estos números, la solución pasa por formular nuevas políticas ambientales. "A medida que los peligros del cambio climático evolucionan y se intensifican, puede ser necesario revaluar la legislación vigente y elaborar nuevas normativas y orientaciones", establece el informe. Para llegar a este punto, la Organización considera clave aumentar la investigación en este aspecto y que los nuevos análisis den una mayor importancia a la salud pública. 

El organismo reclama asimismo una mayor visibilidad política de la relación entre clima y salud, que se aumente el diálogo social entre organizaciones y responsables y que tanto empresas como gobiernos busquen nuevas formas de reducir las emisiones contaminantes en los entornos laborales, así como que apliquen prácticas más sostenibles. 

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