Copernicus augura un verano no tan cálido tras el tórrido 2023 que provocó en España hasta diez días de "estrés térmico extremo"

Equivale a una sensación térmica de más de 46ºC, mide cómo afecta el calor a la salud humana y a él se le atribuye el exceso de mortalidad.
Equivale a una sensación térmica de más de 46ºC, mide cómo afecta el calor a la salud humana y a él se le atribuye el exceso de mortalidad.
Equivale a una sensación térmica de más de 46ºC, mide cómo afecta el calor a la salud humana y a él se le atribuye el exceso de mortalidad.
Equivale a una sensación térmica de más de 46ºC, mide cómo afecta el calor a la salud humana y a él se le atribuye el exceso de mortalidad.
Atlas

En 2023, Europa siguió evidenciando los efectos del cambio climático con el segundo año más caluroso desde que hay registros pero el primero en la clasificación en el que se registraron situaciones más extremas, entre ellas, una que los científicos relacionan directamente con la salud humana como es el "estrés térmico". Aunque con grandes diferencia a lo largo del continente, zonas del sur de Europa como España afrontaron hasta diez días de "estrés térmico extremo" que, según los expertos, guarda relación con el aumento en un 20% de la mortalidad que se registra desde hace 20 años la región europea. De cara al próximo verano, la previsión es que no será tan caluroso, a pesar de que los registros sobre la temperatura en el primer trimestre del año muestran que enero, febrero y marzo fueron más cálidos desde que hay registros.

"Es muy probable que los meses de junio, julio y agosto no van a ser más cálidos de la media de las temperaturas en Europa", afirmaba hace unos días un miembro del servicio de observación de la tierra de la Comisión Europea, Copernicus, durante la presentación del informe correspondiente a lo que sucedió en 2023, que muestra un año especialmente caluroso, a niveles que afectan a la salud y con hitos como los más de 48 grados que se registraron en Sicilia y en otras zonas del sur de Europa -en julio, en Córdoba llegó hasta los 44,5ºC- o el "mayor incendio forestal jamás registrado", ocurrido en Grecia. 

El motivo de que las previsiones apunten a un verano no tan caluroso en 2024 tiene que ver con que Europa también notará la retirada que se estaría produciendo en todo el mundo del fenómeno conocido como El Niño, provocado por el cambio climático y caracterizado por olas de calor en tierra y en mar, en sequías e inundaciones y su sustitución por su antítesis, La Niña, caracterizado por un enfriamiento. "Sabemos que grandes partes del mundo no están ya bajo [los efectos] de El Niño, que llegó a su pico en diciembre o enero. Ahora estamos en una retirada de El Niño y las previsiones sugieren que vamos a un estado o neutro o anterior", apuntaban desde Copernicus, donde añaden que todavía hacen falta más datos para poder hacer una previsión firme.

Hasta entonces, lo que muestran las confirmadas es que 2023 fue un año de récords, y no precisamente buenos y siguió en la línea de los últimos años. Así, 23 de las 30 mayores olas de calor en Europa se han sucedido desde 2000 y cinco de ellas, en los últimos tres años, incluidas las de agosto del año pasado. En esos 365 días se registró el mayor número de días de "estrés térmico extremo" que afectó a una mayor área. También se registró el mayor incendio forestal, las mayores temperaturas en el mar y las mayores riadas, en el mes de diciembre. Todo esto provocó pérdidas estimadas en 13.400 millones de euros, de los cuales el 81% se atribuyó a as riadas que afectaron a unos 1,6 millones de personas. El año pasado murieron en Europa 63 personas debido a las tormentas, 44 a las inundaciones y 44 a los incendios.

Estrés extremo por calor y exceso de mortalidad

El informe de Copernicus sobre 2023 se centra especialmente esta ocasión en los aspectos sanitarios, en cómo el calor afecta a la salud humana. El elemento clave es el concepto de "estrés térmico", que mide cómo responde el cuerpo humano al impacto de las altas temperaturas combinadas con humedad o la velocidad del viento. Según los científicos que han colaborado con Copernicus, una exposición prolongada al estrés térmico puede agravar algunas enfermedades y aumentar el riesgo de sufrir otras. Sus causas son el calor, el agotamiento por calor o la insolación y afecta especialmente a la población más vulnerable, como personas mayores y niños.

España y el resto del sur de Europa registraron en 2023 hasta 10 días de "estrés térmico extremo", que afecta a la salud.
España y el resto del sur de Europa registraron en 2023 hasta 10 días de "estrés térmico extremo", que afecta a la salud.
Copernicus, CE.

Pues bien, uno de los récords de 2023 es que fue el año en el que más días de "estrés térmico extremo", el nivel más elevado, que equivale a una sensación térmica de más de 46ºC. Al menos el 13% del territorio europeo registró en el verano de 2023 al menos un día de este fenómeno y el 41% del sur de Europa lo padeció en un mismo día, el 23 de julio.

Según Copernicus, no vale la pena hacer una medida de toda Europa, con grandes disparidades y zonas como el norte y este de la región en la que no se produjo este fenómeno. Si se calculara así, el resultado sería que en 2023 no hubo ni un día entero de "extrés térmico extremo". Pero la realidad en que en determinadas zonas sí se produjo un fenómeno que se relaciona con el aumento en los últimos 20 años de la mortalidad, que ha crecido un 30%. En zonas como en España y el resto del sur europeo llegaron a ser hasta 10 días en las que sus habitantes estuvieron expuestos a riesgos para su salud debido al calor.

"Esta tendencia es especialmente preocupante, dado que Europa registra un número creciente de días con estrés térmico fuerte como mínimo y en 2023 experimentó un número récord de días con estrés térmico extremo", dice el informe. 

Año récord, para mal

En el conjunto de Europa, en 2023 la temperatura del aire se situó un grado por encima de la media. Salvo en Escandinavia, Islandia y parte de Groenlandia, las elevadas temperaturas se notaron en todo el continente. Si septiembre fue anormalmente caluroso en muchas partes, la temperatura en el mes de noviembre fue seis grados superior a la media.

También fue año récord de lluvias, que fueron un 7% superiores a otros años, aunque sin tocar demasiado a Europa, según muestran los mapas del balance de Copernicus, que sitúan este exceso de precipitaciones principalmente en el norte y este. En España, sobre todo en Andalucía hasta Extremadura y Levante hasta Cataluña se produce el fenómeno contrario y se registraron las mayores anomalías, no por exceso, sino por defecto de lluvias.

No solo la temperatura del aire. La temperatura marina fue extremadamente alta en su conjunto. La temperatura media sobre la superficie del mar en 2023 fue "la más alta jamás registrada" , 0,55ºC por encima de la media en el conjunto del año pero que en el mes de junio se situaron 1,76ºC por encima de la media. De hecho, la zona del Atlántico que va entre el sur de Irlanda y que rodea el Reino Unido registró una "ola de calor marino" calificada como "extrema", con temperaturas del mar 5ºC por encima de la media.

Quizá uno de los efectos más gráficos del calentamiento global es el derretimiento de los polos, algo que también se vio en Europa en 2023. Según Copernicus, la temperatura ártica subió en 3,3 grados en el sexto año más caliente en el Ártico, contribuyendo a al aumento de 10,3 cm del nivel del mar que se acumula desde 1993. La extensión del hielo marino del Ártico 

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