¿Has notado que tu perro tiene comportamientos parecidos a los tuyos? Esto no obedece a tu imaginación, ya que, a lo largo de los siglos, los perros han desarrollado una capacidad para entender a los humanos y establecer conexiones emocionales con ellos, habilidad que lograron a través de la domesticación y la convivencia cercana.
Esta capacidad canina ha despertado interés en la ciencia. En las últimas décadas, varios grupos de investigadores comenzaron a explorar y profundizar en el estudio de la red de emociones que pueden transmitirse entre perros y personas.
A este fenómeno de transmisión de emociones, lo denominaron "contagio emocional" y puede presentarse con emociones negativas o positivas.
El contagio emocional entre perros y personas
Un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, quiso profundizar en el tema y por eso llevó a cabo un experimento en el que expuso a 74 personas y 75 perros a tres sonidos distintos: balbuceos de un bebé, estática de radio y llanto de un bebé también.
La investigación, dirigida por los investigadores Min Hooi Yong y Ted Ruffman, consistió en reproducirles durante 10 minutos cada sonido y medir los niveles de cortisol salival después de que acabara, el cual es un indicador de estrés.
Los balbuceos de un bebé no generaron respuesta en los niveles de cortisol ni en humanos ni en perros. El sonido de la estática de radio tampoco registró cambios, sin embargo, las personas describieron el ruido como desagradable y los perros mostraron lenguaje corporal que sugería angustia: bajaban la cabeza o aplastaban sus orejas.
Lo que sí produjo un aumento drástico en los niveles de cortisol tanto en humanos como en perros fue el sonido del llanto de un bebé. Los perros, incluso, mostraron comportamientos sumisos como esconder la cola, una reacción que Ted Ruffman describió como "empatía de bajo nivel".
En este sentido, para Ruffman, el "contagio emocional es una forma primitiva de empatía", por esta razón, se puede decir que los perros, como algunos otros animales, empatizan con los humanos.
Durante este proceso, los perros han aprendido a interpretar nuestras señales verbales y no verbales, lo que les permite comprender nuestras emociones y necesidades hasta cierto punto.
Los perros reconocen gestos corporales
Asimismo, también se ha demostrado que los perros son capaces de reconocer palabras específicas, tonos de voz y gestos corporales. Por ejemplo, pueden aprender el significado de comandos simples como 'siéntate', 'ven aquí' o 'quieto'. Y pueden distinguir entre expresiones faciales y gestos corporales.
Sin embargo, las investigaciones hoy apuntan en dos direcciones. El estudio 'Las expresiones emocionales corporales son una fuente primaria de información para los perros, pero no para los humanos' indicó que los perros reaccionan más a gestos corporales que a expresiones faciales de personas. Y, además, mostró que les sucedía lo mismo con otros perros.
No obstante, otra investigación publicada en la revista Learning & Behavior demostró que los perros reaccionan, cambiando la mirada o el ritmo cardíaco, a seis expresiones faciales humanas que reflejan estás emociones: enfado, miedo, felicidad, tristeza, sorpresa y disgusto.
En conclusión, los perros tienen una capacidad para entender a los humanos y mostrar empatía, y su habilidad para reconocer nuestras emociones felices o tristes, a través de nuestras expresiones, les convierte en compañeros excepcionales y queridos en nuestras vidas.
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