Hasta ocho medios aéreos trabajan en la extinción de un incendio desatado este domingo en la localidad alicantina de Tàrberna. El fuego, declarado en la Serra Ferrer, ha obligado a establecer la situación 2 del Plan Especial Frente al Riesgo de Incendios Forestales (PEIF), al desalojo de más de sesenta vecinos que residen en viviendas diseminadas y a solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Las llamas se han declarado a las 12.20 horas y, por ahora, siguen sin control. Además, el fuego ha obligado a cortar también el acceso a la zona por la carretera CV-715, desde Parcent, al norte, y desde Bolulla, al sur. Tal y como ha asegurado la consejera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, el incendio "avanza como un polvorín" por el momento, debido a las altas temperaturas, la alta cantidad de masa forestal y la orografía de difícil acceso.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat valenciana ha solicitado asimismo a Cruz Roja el establecimiento de un albergue provisional para las personas afectadas. Este se instalará en dependencias municipales de la localidad y tendrá capacidad para coger a decenas de personas. Para su puesta en marcha, se han movilizado ocho personas, entre voluntariado especialista en montaje, jefe de operaciones, responsable de distribución, traductora de inglés/francés y una psicóloga.
A su vez, el centro de Emergencias ha solicitado también la activación de la UME, que han salido desde su base en Bétera, y de dos aviones FOCA del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Según han informado las autoridades, ahora mismo hay desplegadas en la zona once dotaciones de bomberos de la Diputación de Alicante, siete unidades forestales de la Generalitat, y la unidad de la UME solicitada.
Hasta el lugar también se han desplazado, de manera preventiva, dos ambulancias SAMU y un Servicio Vital Básico (SVB). Además, la Región de Murcia, a petición de la Generalitat, ha enviado también un helicóptero y una brigada con seis miembros para ayudar a la extinción del fuego.
Unas circunstancias adversas
El fuego, que avanza sin control, se ha visto beneficiado, como ha afirmado Núñez, por las temperaturas, "muy altas" para esta época del año en la región, donde se han producido máximas de 26 grados. Además, sopla un viento del sur con rachas de entre 20 y 30 kilómetros por hora (km/h), lo que perjudica las tareas de extinción. Estas corrientes se mantendrán hasta la noche, aunque se irán debilitando. Asimismo, a pesar de que está entrando brisa del sur, la humedad relativa es "muy baja", alrededor del 30% en la zona.
Aunque en un primer momento solo se habían trasladado a la zona cuatro medios aéreos, la intensidad del fuego y la rápida propagación de las llamas ha obligado a elevar el Plan contra Incendios al nivel 2. Esta alerta se activa cuando una situación de emergencia puede afectar gravemente a la población y a bienes de naturaleza no forestal, lo que exige la adopción inmediata de medidas de protección y socorro y que pueda ser necesario que se incorporen medios extraordinarios.
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