Una investigación del altar fenicio de Caura confirma la "sacralidad" de la pieza y su diseño de "piel de toro"

Imagen del altar fenicio de la antigua Caura, actual Coria del Río.
Imagen del altar fenicio de la antigua Caura, actual Coria del Río.
JOSÉ LUIS ESCACENA CARRASCO / Europa Press
Imagen del altar fenicio de la antigua Caura, actual Coria del Río.

Una investigación arqueológica multidisciplinar acometida por profesionales del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) y de las universidades de Córdoba, Huelva y Sevilla sobre el altar fenicio de Caura, —la antigua población de la que deviene el actual municipio de Coria del Río—, confirma "la supuesta sacralidad" de esta pieza descubierta en 1997 en el cerro de San Juan de dicha localidad sevillana; así como "la intención de que el altar simulara en su visión cenital una piel de toro extendida".

Se trata de un trabajo elaborado por los investigadores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico Eloísa Bernáldez-Sánchez, Esteban García-Viñas y Miguel Gamero Esteban; Francisco Borja Barrera por parte de la Universidad de Huelva; los investigadores de la Universidad de Sevilla José Luis Escacena y César Borja Barrera; José Manuel Recio Espejo y José Luis Ubera Jiménez por parte de la Universidad de Córdoba; Cristina Granados Trillo y María A. Royo García por parte de Mazara Análisis Botánicos SL, el difunto investigador Enrique Villate Aliaga y Aurora Ocaña García de Veas.

Su estudio, recogido por Europa Press, gira en torno al altar de barro en forma de piel de toro extendida descubierto en 1997 en la cima del cerro de San Juan de Coria del Río, donde las excavaciones arqueológicas promovidas en los años 90 del pasado siglo XX arrojaron el hallazgo de vestigios de un templo fenicio y de unas viviendas adyacentes, datados en su conjunto entre los siglos VIII y VI antes de nuestra era (a.n.e), siendo encuadrada esta pieza en la tercera fase constructiva del recinto, correspondiente al siglo VII previo a la era actual.

Buscar "respuesta a ciertas cuestiones históricas"

El objetivo de este estudio, en ese sentido, era "obtener información sobre la estructura y composición material" de este altar, "con vistas a los trabajos de conservación"; así como "dar respuestas a ciertas cuestiones históricas sobre el modo de construcción y las fases constructivas" de la pieza.

La investigación en cuestión, así, comprende una serie de análisis sobre los materiales resultantes de una microexcavación acometida en el altar por el IAPH, para "aliviar" el peso de la pieza antes de su restauración de cara a su exposición en el Museo de Arqueología de Sevilla, a cuya colección pertenece.

En concreto, cuatro muestras de materiales del altar fueron analizadas con métodos y técnicas arqueozoológicas, arqueobotánicas y paleogeográficas, mientras una última procedente del suelo sobre el que fue construida la pieza fue utilizada como muestra de referencia arqueozoológica.

Fruto del análisis de los componentes térreos del altar de Caura, esta investigación concluye que dicha pieza ritual "fue construida con materiales geológicos del tipo de los que afloran en los aledaños del cerro de San Juan, habida cuenta del carácter limo-arenoso, la leve alcalinidad y la abundancia en elementos carbonatados que presentan tanto unos como otros"; con lo que "el área de aprovisionamiento para la construcción del altar no debió de localizarse muy lejos del recinto sagrado (del santuario fenicio que corona el promontorio) y sus constructores habrían hecho un uso preferente de los limos arenosos que coronan la serie estratigráfica" de la zona que actualmente se conoce como el Aljarafe.

Interpretación arqueológica

En el plano paleobotánico, los autores de este trabajo concluyen que los materiales utilizados para el altar de Caura "fueron tomados a una cierta profundidad del terreno y durante el funcionamiento del ara estuvieron escasamente expuestos a la lluvia polínica", una "hipótesis en consonancia con la interpretación arqueológica, que defiende que el altar se ubicó en una estancia cubierta".

"Sin embargo, extraña la inexistencia de microcarbones en la zona del hogar, claramente rubefactada por haber soportado las ascuas sobre las que se quemaban las ofrendas", lo que "puede deberse a la extremada limpieza a la que la estructura pudo estar sometida después de cada uno de los rituales", matizan estos investigadores.

Con relación al análisis arqueozoológico, este estudio precisa que en las cinco muestras abordadas "sólo se han determinado 84 ejemplares de ocho especies de moluscos" y restos de "un pez teleósteo de gran tamaño"; de lo que se extrae que "las tierras empleadas en la construcción del altar procederían de sedimentos marinos o de suelos muy poco evolucionados".

"En el caso de tratarse de sedimentos extraídos a cierta profundidad, la presencia de tales restos de fauna podría explicarse por la propia manipulación en el acopio de tierras, siendo la explicación más lógica suponer que esos organismos vivieron en el lugar de extracción de los materiales usados en el altar", exponen los autores de este trabajo.

Simular una piel de toro extendida

Así, estos investigadores destacan en sus conclusiones que "los resultados obtenidos parecen reforzar, de entrada, la supuesta sacralidad de la estructura, vinculada con la procedencia y la composición de los materiales utilizados; y derivada de esta, el uso intencionado de materiales de colores contrastados, con la intención de que el altar simulara en su visión cenital una piel de toro extendida, colocando para ello colores oscuros en el centro de la estructura y una tonalidad más clara en su contorno".

Los resultados de este análisis arqueológico transdisciplinar acometido sobre las citadas muestras del ara, así, confirman "que la construcción del altar se realizó conforme a lo esperado, atendiendo a las fuentes documentales, y que la asociación faunística y vegetal corresponde al entorno del santuario, siendo coherente con los resultados de los últimos estudios paleoambientales".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento