Dentro del cerebro de la EMT: "Indicamos los minutos de espera del bus y damos soluciones al conductor"

Sala principal del centro de control de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid).
Sala principal del centro de control de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid).
AYTO. DE MADRID
Sala principal del centro de control de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid).

Por las calles de Madrid opera una flota de 2.102 autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid), los cuales están repartidos en 223 líneas que conectan la ciudad. Para garantizar el buen funcionamiento de este servicio, cerca de 30 inspectores, perfectamente uniformados, no quitan el ojo de su pantalla, donde aparecen los datos de las líneas que controlan. Mientras, los teléfonos suenan en cascada, uno tras otro. De vez en cuando, levantan la mirada para revisar que todo va bien en las diez pantallas gigantes que muestran en directo el tráfico de la capital. 

"Nuestro día a día es regular todo el servicio de autobuses de la EMT y resolver las incidencias que se dan, como averías, accidentes, problemas con viajeros o dificultades por parte de los conductores", explica subjefe del centro de control de la EMT, José María Mayoral. Para llegar a estos puestos de control, los inspectores han sido conductores anteriormente, algo que Mayoral considera un requisito imprescindible: "Para ser inspector hay que saber cuál es el trabajo que se desarrolla en calle. El inspector le tiene que dar soluciones al conductor, por lo que es necesario haber estado al volante".

Cada operario se encarga del control de entre seis y ocho líneas, lo que les permite abarcar el total de red de autobuses de Madrid. "En las pantallas, cada inspector ve una gráfica en la cual hay un coche que va dando una posición real respecto a la posición de un horario teórico. Conociendo esas dos posiciones, el inspector ve si el coche va adelantado o con retraso", detalla el subjefe de control. Otro dato importante para los operarios es conocer los horarios de cabecera, que indican a qué hora está prevista la llegada o a qué hora va a salir: "Con toda esa información, el inspector se encarga de modificar esos horarios según las necesidades que tenga la línea".

El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, delante de una de las pantallas del centro de control de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid).
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, delante de una de las pantallas del centro de control de la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid).
AYTO. DE MADRID

De este modo, cuando un usuario utiliza la aplicación móvil para consultar los tiempos de espera o mira la pantalla en las marquesinas, la información que aparece se debe al trabajo de los inspectores. "Los minutos de espera de los buses se indican desde aquí. Es el propio operario quien pone los adelantos o marca un coche como 'no disponible' para que no les aparezca a los usuarios", explica Mayoral.

En muchas ocasiones, las quejas de los usuarios llegan por la inexactitud de estos tiempos de espera, algo que el subjefe justifica desde la condición humana de los trabajadores: "Las veces que la app muestra un tiempo y el bus no pasa es porque el inspector no ha podido marcar la incidencia y al usuario no le aparece modificado, hay veces que no da tiempo a todo".

Tres tipos de alerta por parte de los conductores

Al centro de control de la EMT solo entran llamadas que provienen de sus conductores, quienes pueden alertar de un accidente, de una urgencia o tan solo pedir información. "Cuando un trabajador tiene un accidente, la llamada nos entra a nosotros y se le da prioridad absoluta. Lo mismo sucede cuando piden información por cualquier incidencia de menor grado", señala Mayoral. 

Sin embargo, cuando se trata de una incidencia grave, "los conductores tiene que accionar el pisón que se encuentra en los pedales y directamente entra un servicio de emergencia distinto al nuestro", detalla. Este equipo cuenta con acceso a las cámaras del interior del coche y le dan una respuesta de emergencia, que luego trasladan a los inspectores del centro de control.

En relación con el incidente que más complica la correcta circulación de autobuses, el subjefe del centro de control indica que son los atropellos por cruzar de forma imprudente: "Para el volumen de coches que tenemos en calle y el número de viajes que hacemos, tenemos un número muy bajo de siniestralidad, pero es cierto que tenemos algunos y es lo que más nos perjudica. Por suerte, la mayoría de los atropellos son leves porque vamos a la velocidad de la vía y se producen por despistes de la gente a la hora de cruzar". 

Entre el día de ayer y este miércoles, con motivo de la vuelta a las aulas y a los centros de trabajo tras las vacaciones de Semana Santa, el Ayuntamiento de Madrid ha establecido la gratuidad en todas sus líneas para mejorar la movilidad en la ciudad. Esto supone un aumento del 15% en el número de usuarios, lo que permitiría alcanzar los 1,8 millones en dos días. Para los inspectores, la subida en el número de pasajeros "no supone un número muy alto de incidencias", indica Mayoral, ya que "de normal transportamos muchísimos viajeros", matiza.

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