La Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid) ha puesto en marcha una nueva estación de carga eléctrica que permite abastecer a 118 autobuses de forma simultánea en el centro de operaciones de Carabanchel. De este modo, la instalación alcanza un total de 260 puntos de recarga eléctrica, dentro del compromiso de la EMT con la electrificación del transporte público. "Es la instalación de carga eléctrica de autobuses urbanos más grande de toda Europa, lo que coloca a la EMT a la vanguardia de la movilidad urbana sostenible", ha señalado el delegado de Urbanismo, Medio ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante su visita a las instalaciones.
El proceso de carga en esta nueva estación se realiza a través de un pantógrafo invertido. Este sistema de carga "totalmente innovador" lo compone un brazo mecánico que se conecta al techo del autobús y carga el vehículo "mediante los algoritmos establecidos por los servicios de mantenimiento, que establecen el tiempo de carga en función del servicio que tenga que prestar al día siguiente, el cual varía de una a tres horas", ha explicado Carabante.
"Las prestaciones que ofrece la movilidad eléctrica son mejores que la del gasoil o el gas natural, ya que es más eficiente, el mantenimiento se reduce, la vida útil del vehículo es mayor. Ganamos en todos los sentidos: mayor sostenibilidad, mejor eficacia y mayor eficiencia", ha señalado el delegado. "El objetivo del Ayuntamiento en esta estación es lograr los 320 puntos de carga en 2025: 230 por el sistema de pantógrafo invertido y 90 por enchufe", ha indicado.
Respecto al ahorro que supone la electrificación de la flota, el delegado ha explicado que se verá "a largo plazo", ya que los nuevos autobuses son más caros que los anteriores. "Estamos hablando de autobuses que rondan los 500.000 euros, frente a los 300.000 que costaban los de combustible. Por tanto, la amortización se lleva a cabo a los 7 u 8 años, porque hay que sumar la inversión en las instalaciones".
Una nueva infraestructura en tres niveles
La nueva infraestructura del centro de operaciones de Carabanchel se divide en tres niveles de altura: a nivel del suelo se levanta la marquesina que cubre la instalación y de la que penden los pantógrafos, los brazos mecánicos encargados de realizar el proceso de recarga automatizada en los vehículos.
En el siguiente nivel, situado en la estructura de la marquesina, se encuentra el pasillo técnico donde se ubican los cargadores que suministran la energía a los pantógrafos y desde donde se desarrolla su mantenimiento y control. En total se han instalado 40 cargadores con 360 kW de potencia eléctrica que pueden llegar a suministrar una potencia máxima de 360 kW a un solo pantógrafo, que carga un autobús en solo una hora, o 120 kW a tres pantógrafos, con tres horas de carga por cada autobús.
En la parte superior del pasillo técnico se encuentra la cubierta fotovoltaica dotada con 1.055 paneles que permiten minimizar la demanda energética de la infraestructura. Esta instalación fotovoltaica cubre el 10% de la energía requerida. Todos los paneles tienen una potencia de 660 Vatios pico (Wp) y la energía estimada de esta instalación es de 924,6 MWh/año.
El importe de la obra asciende a 6,7 millones de euros y el presupuesto total de la inversión, que incluye también cargadores y pantógrafos, alcanza los 11,3 millones de euros. Esta cantidad ha sido financiada al 90% por los fondos europeos Next Generation EU canalizados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, concretamente a través de la convocatoria de 2021 del programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación sostenible y digital del transporte urbano.
Carabanchel, a la vanguardia de la electrificación
La instalación de estos pantógrafos invertidos es la tercera fase en el proceso de electrificación del centro de operaciones de Carabanchel. La primera, llevada a cabo entre los años 2018 y 2022, sentó las bases del proyecto de electrificación incorporando una primera solución de carga eléctrica: 25 cargadores para minibuses por enchufe y 65 cargadores por cable con potencia 100-120 kW. Posteriormente, en febrero de 2023, comenzó la segunda fase, que puso en marcha la primera estación de carga eléctrica por pantógrafo invertido, con 52 puntos de carga de 100 kW.
La EMT Madrid tiene una estrategia global para descarbonizar su flota y, por extensión, transformar todas sus infraestructuras en construcciones más sostenibles para adecuarlas a esta descarbonización. Para ello, está adecuando todos sus centros de operaciones: en el de Entrevías se está construyendo una hidrogenera que abastecerá a los nuevos autobuses propulsados con hidrógeno verde. El centro de operaciones de La Elipa se convertirá en el centro de referencia para gestión de flota 100% eléctrica; Fuencarral ha iniciado un proyecto para instalar un sistema de automatización de la carga eléctrica mediante pantógrafo invertido; Y en Sanchinarro, hasta ahora dedicado exclusivamente a autobuses de gas, se instalarán cargadores por cable para dar cabida a los autobuses eléctricos.
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