El 12 de mayo se celebrarán unas elecciones sobrevenidas en Cataluña en paralelo a la tramitación de la ley de amnistía que este jueves recibió el aval del Congreso de los Diputados. La medida de gracia será, por tanto, un elemento central que tratarán de rentabilizar cada uno de los candidatos, empezando por sus impulsores. El PSOE, que dice estar convencido de su victoria, afronta el reto de sacar partido de la "reconciliación" en Cataluña y España, mientras ERC y Junts presentan la amnistía como paso previo al "ejercicio del derecho de autodeterminación".
"La hemos hecho nuestra", afirman a 20minutos fuentes socialistas en referencia a la proposición de ley con la que nació la legislatura, "para nosotros es un punto final al procés". Según afirman, el PSOE no tiene intención de "pelear" para que Junts y ERC abandonen sus posiciones de máximos". "Lo vamos a gestionar igual que cuando sale Puigdemont en verano a decir que no va a votar a un presidente de España y en noviembre lo hace", resumen.
Sin embargo, tal y como se ha encargado de señalar la oposición, el relato de "convivencia" de Pedro Sánchez encuentra precisamente su traba en las declaraciones de sus socios separatistas. "¿Qué reconciliación ven en las amenazas del independentismo?", ironizaba este jueves el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, desde la tribuna del Congreso.
Si Patxi López salió eufórico a asegurar ante el hemiciclo que el PSOE iba a ganar las catalanas precisamente por su política de reconciliación, el independentismo sacaba rédito de la aprobación de la amnistía con un mensaje diametralmente opuesto.
Las advertencias llegaron por los dos flancos. "El conflicto entre la nación catalana y la española sigue existiendo", indicó este jueves Josep María Cervera, el diputado de Junts . "No vamos a parar hasta el ejercicio del derecho de autodeterminación", subrayó por su parte la republicana Pilar Vallugera. Los tres partidos negociadores de la amnistía ven su aprobación como un punto de partida, pero los dos destinos que plantean siguen siendo opuestos.
Con todo, los socialistas no ven un conflicto en este punto de cara a las catalanas. "La amnistía se ha asumido como un factor central en nuestro ideario", defienden en los mentideros del partido, "se pone final al procés y presentamos a un president para las cosas del comer". Para defender esta idea, el PSOE se apoyará en los resultados de las generales en Cataluña y en las encuestas que indican que "el independentismo está en mínimos".
Sin exigir que Junts y ERC dejen de lado sus reivindicaciones, los socialistas pretenderán "desviar el foco" del procés y ponerlo en "las muchas oportunidades que ha perdido Cataluña en los últimos diez años". "Hay personas que lo que representan es el pasado, un pasado que no ha sido bueno para Cataluña, y yo aspiro a representar un futuro, un tiempo nuevo", declaró este jueves en Onda Cero el primer secretario del PSC, Salvador Illa.
Junts, que contaba con tener margen hasta 2025 para que Carles Puigdemont llegara amnistiado a las elecciones catalanas, vio el miércoles cómo se trastocaban todos sus planes. Ahora tendrán que jugar con el crono en su contra. El expresident tiene previsto comunicar oficiamente, posiblemente la próxima semana, su decisión sobre la candidatura a los comicios autonómicos, aunque TV3 ya daba por hecho este jueves que será el aspirante. El partido, en todo caso, ha descartado ya un posible pacto con el PSC y aboga por un gobierno cien por cien independentista.
Esto no quita para que los de Puigdemont lleven tiempo mascando una estrategia para ganarle a ERC el relato de la amnistía. Hace una semana, fuentes del partido presumían de haberse comido solos "el peso de haber votado no" a la amnistía el pasado 30 de enero. Según relata Junts, su "firmeza" ha garantizado que la medida de gracia incluya a "todos" los implicados en el procés. "Son decisiones difíciles pero necesarias".
Este será el prisma desde el que intentarán sobreponerse a Esquerra Republicana, que defiende lo contrario. Para los republicanos, la proposición de ley de amnistía "ya incluía a todo el mundo" cuando el partido de Carles Puigdemont decidió tumbarla el 30 de enero. "Esta ley va por la gente que puso la cara, el cuerpo. Es por ellos, no por personas con nombres y apellidos que puedan liderar partidos", subrayó el jueves Vallugera. La diputada de ERC señaló en esa misma comparecencia que la amnistía es "una condición de posibilidad, pero no suficiente". Tal y como resumió, el independentismo se prepara para "hacer frente al siguiente conflicto, el ejercicio del derecho a la autodeterminación".
Este es el discurso que deberá afrontar el PSC mientras el Partido Popular trata de sacar rentabilidad política en Cataluña y a nivel nacional con mensajes como el que lanzó el jueves Feijóo: "Qué reconciliación ven en las amenazas del independentismo de volverlo a hacer y si van a ceder al referéndum de una parte de España para decidir el futuro de todos".
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