Haití es uno de los países más pobres de América y vive en permanente crisis, se diría que descomposición. Las bandas violentas campan a sus anchas. Tanto es así que el primer ministro del país, Ariel Henry, ha acabado por dimitir. La ola de violencia es tan grave que no ha permitido a Henry volver al país (estaba en una gira oficial internacional).
Su Gobierno se mantendrá hasta la llegada de un nuevo Consejo Presidencial de Transición y el nombramiento de un nuevo primer ministro. Las autoridades de transición deberán continuar los intentos de la comunidad internacional de desplegar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití.
En octubre del 2023, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el despliegue de un contingente de mil policías de Kenia para labores de seguridad en Haití. El objetivo es contener la ola de violencia criminal que lleva años sacudiendo el país caribeño, considerado por muchos analistas un Estado fallido.
2021, el magnicidio del presidente Moïse
Haití, que nunca termina de salir de su agujero, ha visto cómo su crisis se ha hecho aún más profunda desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, ocurrido en julio del 2021. Son años de aún más descontrol, que parecen haber tocado techo en 2024.
Desde hace unas once semanas, Haití ha experimentado un aumento de los actos de violencia. La ola ha afectado a la población, mediante asesinatos, ataques, saqueos y destrucción de edificios públicos y privados. "La evasión de presos peligrosos pone en peligro la seguridad nacional", afirmó el gobierno.
Viv Ansanm, la unión de las bandas
El último gran estallido de violencia fue el pasado 29 de febrero, en lo que pareció una demostración de fuerza de las bandas. Jimmy Chérizier, alias 'Barbecue', jefe de la federación de pandillas G-9 y Familia y Aliados, dijo entonces que todas las bandas de Haití se habían vuelto a unir en la coalición Viv Ansanm ("viviendo juntos", en lengua criolla haitiana).
Esa unión de bandas se creó en 2023 como parte de un pacto entre la federación de Chérizier y otra poderosa pandilla conocida como G-Pep. Ambos tenían como objetivo principal es derrocar al gobierno de Henry.
Jimmy Chérizier, alias 'Barbecue'
Chérizier se jacta de ser "el presidente de todos los grupos armados del país", escribe Jean Junior Celestin en Le Nouvelliste. Según cuenta él mismo, le dicen 'Barbecue' porque su familia tenía un negocio de carne a la brasa. Otras personas sostienen que tiene ese alias porque acostumbra a quemar las casas y los cadáveres de sus víctimas, según BBC.
Ya era un peligro como policía. De aquel tiempo, se le atribuye la participación en la muerte de nueve civiles que cayeron en el marco de lo que se presentó como una operación oficial contra las mafias en noviembre de 2017. Según Insight Crime (centro de estudios sobre el crimen organizado), "la policía haitiana está penetrada por elementos de las pandillas y hay grupos que actúan fuera de la ley".
Matanzas y crímenes contra la humanidad
A 'Barbecue' se le atribuyen tres matanzas perpetradas entre 2018 y 2019 en algunas de las zonas más deprimidas de Puerto Príncipe, de las que nunca ha respondido ante las autoridades ni ante la Justicia. Según el Grupo Internacional de Derechos Humanos de la Escuela de Leyes de Harvard, esas matanzas podrían ser consideradas crímenes contra la humanidad y ser investigadas por la Corte Penal Internacional.
La organización de Chérizier se financia sobre todo gracias a la extorsión, cuenta el medio británico. Pero su ascenso vino del secuestro de cargamentos de gasolina, que siempre escasea en el país.
¿Es un golpe de Estado?
Las pandillas controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe, la capital de Haití. En un vídeo publicado en las redes sociales aquel día 29, el jefe del G9 lo anunciaba: "Hoy, 29 de febrero de 2024, lanzamos la batalla para derrocar al Primer Ministro y a su Gobierno, ese es nuestro primer objetivo".
La población civil ya no es nuestro objetivo. Nuestras armas están apuntadas hacia nuestros verdaderos enemigos"
No querían que Ariel Henry regresara y lo han logrado once días después. Ese día también pusieron en el punto de mira a los ministros y al jefe de la policía. "Deben ser detenidos y enviados a reunirse con Henry donde se encuentra", dijo 'Barbecue'.
En lo que pareció una proclama para justificar una especie de golpe de Estado, declaró: "La población civil, la más vulnerable, ya no es nuestro objetivo. Los cañones de nuestras armas están apuntados hacia nuestros verdaderos enemigos". Y añadió, " con nuestras armas y con el pueblo haitiano, liberaremos al país".
Con nuestras armas y con el pueblo haitiano, liberaremos al país"
Los detractores del presidente Moïse, asesinado en 2021, sugieren que permitió que Chérizier actuará libremente, de algún modo "protegido". Otros, acusan a Henry de estar detrás de aquel magnicidio, aunque no hay evidencias de ello. Lo cierto es que desde entonces el ahora jefe de la unión de las bandas ha liderado el acoso y derribo del mandatario que ahora ha dimitido.
Prisiones tomadas: miles de presos liberados
En Puerto Príncipe, las bandas armadas están atacando lugares estratégicos, como el palacio presidencial, comisarías y cárceles. Es "una ciudad sitiada", advirtió el sábado Philippe Branchat, responsable en Haití de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La semana pasada, las pandillas abrieron fuego contra varios objetivos, entre ellos el aeropuerto internacional de la capital o el principal estadio de fútbol de Haití. Además, tomaron el control de dos comisarías de policía. En la noche del sábado, atacaron la prisión principal de Puerto Príncipe y más de 3.700 reclusos pudieron escapar. Luego, hicieron lo mismo en la de Croix des Bouquets, que alberga unos 1.400 presos.
Las autoridades haitianas declararon el estado de emergencia, acompañado de un toque de queda nocturno, en el departamento de Ouest, que incluye la capital. No hay balance oficial de muertos y heridos, pero el recuento hecho por los periodistas, habla de al menos 15 fallecidos hasta este lunes.
UE y EE UU retiran a su personal
Tal es el caos que la Unión Europea evacuó el lunes a todo su personal en Haití. Ya el sábado, Estados Unidos había hecho lo mismo con su personal diplomático no esencial.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ha anunciado que su país aportará 133 millones de dólares adicionales para resolver la crisis, incluidos 100 millones para la fuerza multinacional que se enviará a Haití y 33 millones en ayuda humanitaria. Canadá ha ofrecido otros 91 millones.
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