Apenas tres meses después de que Andalucía limitara el uso de los teléfonos móviles en las aulas y en los espacios comunes de los centros educativos, salvo para usos pedagógicos, la Junta ha decidido endurecer las condiciones para evitar excepciones en gran parte de los cursos y darle a esta medida una mayor entidad normativa.
Así lo ha decidido la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, liderada por Patricia del Pozo, en base a las recomendaciones que se recogen en el dictamen elaborado por el Consejo Escolar de Andalucía, que se ha dado a conocer este lunes, y que ha contado con la participación de expertos de diferentes ámbitos, como la educación, la salud mental, la Universidad y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, entre otros.
Hasta ahora, se prohibía el uso de los móviles en los colegios salvo que este estuviera "expresamente previsto" para determinados momentos, con fines "exclusivamente didácticos" y con criterios pedagógicos "debidamente justificados", según se recogía en las instrucciones que la Junta envió a los centros educativos el pasado 4 de diciembre. A partir de ahora, ni siquiera se contemplará esta salvedad, de forma que el uso de los teléfonos, y de otros dispositivos "análogos", quedará totalmente prohibido hasta 2.º de la ESO, inclusive, y solo a partir de tercero se podrá aplicar la excepción con criterios pedagógicos.
Esta nueva limitación se mantendrá durante toda la jornada escolar, incluyendo el tiempo de recreo, las actividades complementarias, las extraescolares y el transporte; así como en todos los espacios del centro educativo, es decir, tanto en el interior de las aulas como en los comedores, los pasillos y el resto de zonas comunes.
Además, la prohibición de los teléfonos móviles se recogerá en una norma de rango superior a la instrucción, que serán los decretos que regulan el funcionamiento de los centros educativos. Es por ello que la nueva limitación no se aplicará hasta la segunda mitad del próximo curso, que es el tiempo estimado para modificar dichos decretos y aprobarlos en los plazos estipulados, según han confirmado a 20minutos fuentes de la Consejería.
Cabe recordar, y se mantiene, que la Junta autorizó a los docentes a retirar el móvil al alumno que no cumpla con la prohibición, medida que deberá llevarse a cabo en presencia de, al menos, dos miembros del centro. El alumno tendrá que apagar el teléfono y este se quedará custodiado en el despacho del director hasta que le sea devuelto a los padres o representantes legales del alumno.
Conclusiones del dictamen
El informe elaborado por el Consejo Escolar de Andalucía, en base a "evidencias científicas", ha determinado que el uso "incontrolado" e "indebido" de los teléfonos móviles por parte del alumnado tiene una serie de consecuencias negativas tanto en la salud física como en la mental.
En lo físico, el dictamen destaca fundamentalmente la fatiga, enfermedades neurológicas y trastornos del sueño. Y en los psicológico, ansiedad y trastornos mentales. Asimismo, el estudio hace referencia a las consecuencias académicas, entre las que destacan la caída del rendimiento, el fracaso escolar y la generación de "conductas disruptivas" en los centros, como el "acoso y el ciberacoso".
El Consejo Escolar recoge también la necesidad de formar y orientar a las familias, los docentes y el alumnado sobre el uso responsable de los móviles; así como la importancia de dotar a los centros de los suficientes dispositivos tecnológicos para reducir la dependencia de los aparatos personales. Hasta el momento, la Junta ha puesto a disposición de los centros más de 410.000, y el 45% del profesorado cuenta con un nivel de competencia digital A1 o superior.
Del Pozo ha puesto en valor que este dictamen dará "seguridad" al alumnado, a los equipos docentes y a las familias en un tema, el del uso de los móviles, que "genera una honda preocupación en Andalucía". Al tiempo que ha destacado que el propio Consejo ha valorado "positivamente" las instrucciones del pasado diciembre, lo que indica que "íbamos en la buena dirección".
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