Los centros de salud actualizan el protocolo para detectar maltrato infantil, pertenencia a bandas y adicciones

Centro de Salud de Las Tablas, en Madrid. Foto: D.Sinova
Centro de Salud de Las Tablas, en Madrid.
D.SINOVA
Centro de Salud de Las Tablas, en Madrid. Foto: D.Sinova

Mejorar la atención temprana y la detección de posibles casos de maltrato infantil, la pertenencia a bandas delictivas o las adicciones. Esta es la finalidad del nuevo protocolo que se ha activado en los centros de salud de la Comunidad de Madrid. El documento que se empleará en todos los puntos de Atención Primaria actualiza y unifica los criterios empleados por los profesionales para identificar estos problemas.

"Esta herramienta va a facilitar a los profesionales tener unos indicadores que van desde casos leves a más graves y facilitan esta detección. También va a servir como ayuda a las familias en la protección a los menores", ha indicado la jefa de Servicio de Trabajo Social de Atención Primaria, Eva Toledano. Las novedades que incluye permite que se agilice la comunicación entre las administraciones implicadas en estos caso, como el área de servicios sociales, y lograr una mayor coordinación.

El protocolo incluye un documento, para toda la red del primer nivel asistencial madrileña, que contemplan nuevos supuestos que detectaban durante las consultas, como adicción a las tecnologías, sumisión química, mutilación genital femenina, trata y explotación sexual, matrimonios forzosos o pertenencia a bandas delictivas.

Entre las señales de sospecha ante un caso de maltrato físico a la que atienden los profesionales sanitarios se encuentran las heridas repetidas, golpes o quemaduras de difícil. Por otro lado, en los episodios donde se intuye que el menor puede sufrir una adicción a las pantallas se observa si sufre una falta de autocontrol, de atención o de sueño o en sus relaciones sociales. "En muchos casos suelen ser los propios padres los que alertan sobre estas alteraciones en el comportamiento del niño o niña", ha explicado Toledano. Con este nuevo sistema se pretende prevenir de manera temprana casos de autolesiones o intervenir en situaciones de acoso y coordinar una respuesta conjunta con los centros educativos.

"En ocasiones estas situaciones se aprecian por los profesionales en una visita rutinaria, por ejemplo, cuando un menor de 16 años va solo a consulta cuando tienen que ir acompañados de sus padres o tutores. Esto puede dar una pista de lo que está ocurriendo", ha aclarado la jefa de Servicio de Trabajo Social de Atención Primaria. Estos indicadores ahora se registrarán en su historia clínica para poder realizar un buen seguimiento en caso de que cambien de profesional médico, de centro de salud o visite las urgencias hospitalarias. 

"En edades tempranas, estas realidades pueden afectar al rendimiento escolar de los niños, generarles trastornos del comportamiento, adicciones o problemas de salud mental", explican desde la Consejería de Sanidad. Estas situaciones también tienen un reflejo en la etapa adulta, tanto en el ámbito personal como laboral, siendo incluso susceptibles de repercutir en la carga genética que se transmite a futuras generaciones.

Cuando se trata de casos graves, donde se puede estar produciendo un delito y estar en riesgo la seguridad del menor, se notifica a las unidades policiales correspondientes. Para las situaciones leves, se determina qué servicios públicos se puede poner a disposición de las familias. La redacción de estos partes de notificación puede ser cumplimentada por cualquier categoría sociosanitaria de los centros de salud: médicos de familia, pediatras, profesionales de Enfermería, odontólogos, higienistas dentales, matronas, fisioterapeutas, psicologías y trabajadores sociales. Constituye, para ello, una obligación ética y legal.

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