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Andrés González, experto en la rara enfermedad de Castleman: "Si no se diagnostica bien, puede tener riesgo vital"

El Dr. Andrés González es Médico especialista en Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
El Dr. Andrés González es Médico especialista en Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
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El Dr. Andrés González es Médico especialista en Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

La enfermedad de Castleman es tan rara que no existe ni una estimación de los casos que puede haber cada año en España, solo un estudio no muy riguroso en Estados Unidos que apunta a que los tipos más comunes podrían afectar a 15 casos por 100.000 habitantes, de los más graves a 5 casos por 100.000. Esto lleva a que, en muchos casos, la enfermedad se desconozca y, por tanto, a que no se diagnostique correctamente, con todo lo que esa conlleva.

Andrés González, Médico especialista en Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y uno de los uno de los mayores conocedores de la enfermedad en España, nos habla de esta enfermedad y de las consecuencias que puede tener no diagnosticarla a tiempo. 

A grandes rasgos, ¿en qué consiste la enfermedad de Castleman?La enfermedad de Castleman se caracteriza porque los ganglios linfáticos están aumentados, y esto puede ocasionar que se produzcan otros síntomas. Es una enfermedad bastante compleja, dada su baja prevalencia, y porque puede presentar diversas formas o variantes en función de si la afectación es única o múltiple.
Al final es un cuadro que parece tumoral, porque hay crecimiento de estructuras, pero que cuando se hace una biopsia pensando que es un cáncer, no lo es, no hay hallazgos que hablan de un proceso tumoral, un proceso neoplásico, sino más bien un crecimiento alterado o anormal de estos ganglios. 

¿Qué prevalencia tiene? Se desconoce, pero hay estudios americanos que hablan de que la forma unicéntrica es más frecuente que la multicéntrica y que suele haber en torno a 15 casos por 1.000.000 habitantes. En el caso de las multicéntricas, la epidemiología americana, que tampoco es 100% rigurosa -pero es lo que tenemos-, habla de 5 casos por 1.000.000 habitantes. Esto es una estadística de estudio que se hizo en el 2018, porque hasta ahora no se sabe bien cuál es la magnitud de la enfermedad, pero sí que probablemente haya un infradiagnóstico.

¿Cuántos casos se pueden encontrar al año?De las formas multicéntricas idiopáticas puedes encontrar uno o ninguno. Y de las unicéntricas quizás en un hospital a lo mejor uno al año. A nosotros, como conocemos la enfermedad y tenemos una experiencia, suelen derivarnos o consultarnos casos, pero en cualquier otro hospital, es posible que no tengan constancia de ninguno. Se suele diagnosticar en adultos, pero, también puede haber formas pediátricas, si bien, son más infrecuentes.

A nosotros, como conocemos la enfermedad, suelen derivarnos algunos casos, pero en cualquier otro hospital a lo mejor nunca han visto ningún caso

Hablaba de que existen varias formas. ¿Cuáles?Si solo se tiene un ganglio agrandado y no hay nada más, estaríamos hablando de una enfermedad de Castleman unicéntrica, mientras que, si se ven afectados varios ganglios, hablamos de una enfermedad de Castleman multicéntrica. El agrandamiento de los ganglios se puede dar a distintos niveles y pueden acompañarse o no de agrandamiento de otros órganos, como puede ser el bazo o el hígado. 
Además, las formas multicéntricas suelen acompañarse de cuadros de síntomas generales o inflamatorios, como puede ser fiebre, pérdida de peso, alteraciones analíticas como anemia… derivadas de esa inflamación.
Dentro de las multicéntricas hay tres tipos: La asociada virus herpes 8 (VHH-8) que es el virus causante del sarcoma de Kapos, la asociada a procesos hematológicos tipo POEMS -una neoplasia hematológica rara- y la que no se asocia a nada de lo anterior, que sería la enfermedad de Castleman multicéntrica idiopática, es decir, de causa desconocida. 

¿No siempre se conoce la causa?En las formas unicéntricas la causa no se conoce. En las formas multicéntricas, en algunas sí se conoce la causa. Puede ser un virus, el VHH-8, el que produce el sarcoma de Kaposi. En este caso sería enfermedad de Castleman asociado a VHH-8.
Si hay un proceso hematológico tipo mieloma con un fenotipo característico se llama POEMS, hablaríamos de enfermedad de Castleman asociada a síndrome de Poems, pero si no hay ninguna causa conocida, entonces es cuando se llama enfermedad de Castleman Multicéntrica idiopática, porque idiopática en medicina significa que no se sabe la causa. Aunque no se conozca la causa, esos pacientes pueden estar muy graves, tener un cuadro general de inflamación y retención de líquidos que puede incluso comprometer su vida.

Las formas multicéntricas sí pueden ser muy incapacitantes, pues suelen asociar síntomas como cansancio, fatiga, fiebre…

¿Cuáles son los síntomas más comunes que pueden provocar?Varían mucho de un caso a otro y de si se trata de una forma unicéntrica o multicéntrica. En el caso de las primeras, el síntoma más importante es el derivado del agrandamiento del ganglio y viene determinado por donde esté ese crecimiento. 
Por ejemplo, si es una adenopatía ganglio cervical, el síntoma que va a dar es una un crecimiento de una estructura a nivel del cuello. Eso da mucho susto, porque lo primero que piensas es que tienes un cáncer y, desgraciadamente, hasta que no se hace la biopsia, no se sabe. Por eso es indispensable la analizar la anatomía patológica de la lesión para poder emitir el diagnóstico de enfermedad de Castleman, en este caso unicéntrica. 
Si ese crecimiento ganglionar es en una zona, por ejemplo, en el intestino, puede dar síntomas digestivos porque está creciendo en una zona que está todo empaquetado… los síntomas vendrán determinados, por tanto, por la compresión de estructuras vecinas. 

¿Y puede llegar a ser una enfermedad grave o incapacitante?Las formas unicéntricas es raro porque suelen ser ganglios superficiales, que se suelen palpar o que se ven en una prueba de imagen y que pueden no dar síntomas en ese sentido. Es una enfermedad, entre comillas, benigna. Digo entre comillas porque yo he tenido casos que esa lesión a lo mejor ha sido dentro de los pulmones y le ha producido al paciente una compresión del corazón. 
Para tratarlo, en estos casos, el ganglio crecido se quita, se extirpa la lesión y se cura. En cambio, en las formas donde hay varios ganglios afectados, es decir, las formas multicéntricas, ya sí es una enfermedad más incapacitante, pues suelen asociar síntomas generales, como cansancio, fatiga, pérdida de peso, fiebre… y eso es debido a que esa enfermedad es una enfermedad que tiene un perfil más inflamatorio. 
Es como si el paciente estuviera en un estado constante de infección, en una gripe constante que le incapacita en su día a día. Es algo que puede consumir, y que si no se diagnostica adecuadamente, puede llegar a tener incluso situaciones de riesgo vital, pues al ser una enfermedad inflamatoria, hacen al paciente retener líquidos, daño en el riñón, en el pulmón… son pacientes que incluso tienen que ingresar en una UVI.

¿Cómo se puede tratar cada caso? Lo primero es diagnosticarla, porque es una enfermedad muy compleja, que al ser una enfermedad rara no todos los médicos la conocen, lo que hace que el diagnóstico sea difícil y suela tardar. Normalmente, los médicos van a pensar que están ante una infección, un cáncer o una enfermedad autoinmune, que también pueden hacer aumentar los ganglios. Pero cuando se descarta que sea un proceso tumoral, infeccioso o autoinmune, hay que alertar al técnico ante la posibilidad de que se trate de enfermedad de Castleman. El diagnóstico conlleva la sintomatología que comentaba y unos hallazgos histopatológicos específicos, ya que no hay un marcador, ni a nivel analítico ni radiológico, que nos indique que estamos antes la enfermedad de Castleman, por eso es importante hacer una biopsia. Una vez que se emite el diagnóstico, hay que poner un tratamiento en función de qué causa sea. Si es un virus VHH-8, el tratamiento irá dirigido a ese virus, si es una enfermedad hematológica en el espectro del síndrome de Poems, el de la enfermedad hematológica. Y si es una forma idiopática, hay un tratamiento específico aprobado para esa enfermedad, que es un bloqueador de la Interleucina-6, que se llama siltuximab.

Es una enfermedad muy compleja y rara que no todos los médicos conocen, lo que hace que el diagnóstico sea difícil y suela tardar

Entonces, ¿se puede curar la enfermedad?Si es la idiopática, el tratamiento suele ir bien, pero la enfermedad no se cura, se controla. Por eso es muy importante el diagnóstico lo más pronto posible, para empezar cuanto antes a tratarlos adecuadamente, de lo contrario, la enfermedad puede complicarse e incluso pueden fallecer. 
Y para ello, el conocimiento de esta enfermedad es clave, y ahora mismo, se conoce poco incluso dentro del mundo médico. 
Hay que darle visibilidad para que los pocos pacientes que haya a lo largo de la geografía española sean localizados y tratados adecuadamente. Hay que buscar la manera de que puedan ser remitidos, aunque no sea físicamente, a centros con experiencia para facilitar el diagnóstico o ayudar en el tratamiento. 

¿Es el Ramón y Cajal un centro de referencia de esta enfermedad?
Nuestro caso es un poco atípico, porque llevamos mucho tiempo con pacientes con esta enfermedad y eso ha hecho que muchos centros nos refieran pacientes o nos requieran para que les asesoremos en casos. Por tanto, si podríamos actuar como centro de referencia.

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