Del edificio calcinado por las llamas en el incendio de la pasada semana en el barrio del Campanar de Valencia ya solo queda un enorme esqueleto de hormigón. La estructura del edificio arrasado por el fuego permanece intacta y así seguirá, al menos, hasta dentro de unos meses.
El edificio comienza ahora un largo proceso en el que será necesario conocer su estado y la situación de su estructura antes de conocer cuál será el destino del inmueble.
Deberán inspeccionarse posibles daños en la estructura
Simplemente conocer el estado de la estructura de hormigón que sostiene el edificio llevaría entre tres y cuatro meses. Durante al menos un mes, las investigaciones judiciales serán las encargadas de esclarecer las causas de lo sucedido en un caso en el que hay, recordemos, secreto de sumario, según explica el diario local Las Provincias.
Después será el turno de los técnicos, que inspeccionarán exhaustivamente el estado del edificio y diagnosticarán la situación de toda la estructura sobre la que se edifican las dos torres del complejo.
Todo dependerá entonces de los daños sufridos por la estructura del edificio en el incendio, y todas las opciones son posibles: que los daños sean mínimos, que se puedan solventar o que sean irreparables y comprometan seriamente la integridad de la estructura. En ese sentido, el riesgo de derrumbe se descartó desde un primer momento, si bien el hormigón puede sufrir daños si está sometido a altas temperaturas de forma prolongada.
La inspección decidirá el destino del edificio
El resultado de estas inspecciones y lo que determinen los técnicos será clave para optar por reconstruir el edificio, subsanando los daños (algo que conlleva el diseño de un plan de rehabilitación, además del tiempo que duren las obras) o la demolición del inmueble.
En los dos casos, los plazos son inciertos, ya que dependerán de muchos factores, como los fondos disponibles o lo que se prolonguen los trabajos de investigación judicial o de inspección de la estructura. En cualquier caso, parece que el edificio calcinado permanecerá intacto, al menos, hasta este verano.
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