Muchas enfermedades que padecemos las personas también las sufren nuestros animales de compañía y, de hecho, sus síntomas pueden ser iguales o parecidos. Este es el caso del cáncer de mama que, al igual que en el caso de las mujeres, es muy frecuente en perras.
El director del servicio de oncología de AniCura Estoril Hospital Veterinario, Ignacio Molina, explica a 20minutos.es que "las perras presentan cuatro o cinco pares de pezones y lo que se observa durante la exploración del animal es la presencia de nódulos de menor o mayor tamaño bajo los mismos, o en el trayecto entre un pezón y otro".
"El diagnóstico precoz y un correcto estadio clínico de la enfermedad, así como un adecuado tratamiento son fundamentales a la hora de abordar este tipo de cáncer", afirma el experto en salud animal.
Predisposición en perras de tamaño pequeño
Los tumores de mama malignos afectan en mayor medida a perras de mediana edad y mayores, mientras que son muy raros en perras de menos de cinco años. "Muchos de estos tumores de mama caninos se pueden prevenir", asegura Molina.
"Las perras esterilizadas antes del primer celo presentan solamente un 0,5 por ciento de probabilidades de desarrollar tumores de mama a lo largo de su vida", detalla el experto. "Tal probabilidad aumenta al ocho por ciento en perras esterilizadas entre el primer y el segundo celo y al 26 por ciento entre el segundo y el tercer celo (después de los dos años y medio la esterilización no disminuye el riesgo de padecer tumores de mama)".
Además, Molina cuenta que aunque los tumores de mama se pueden aparecer en cualquier tipo de perra, están más predispuestas a su padecimiento las de tamaño pequeño y las de pura raza. "También se incluye como factor de riesgo al padecimiento de tumores de mama la obesidad en una edad temprana de la vida", agrega.
Resulta vital la realización de chequeos de salud periódicos en animales de mediana edad y mayores
El veterinario explica que "la mayor parte de las veces no produce ningún tipo de sintomatología en la perra que padece los tumores, salvo en el caso de que éstos sean grandes y ulcerados o por la presencia de metástasis".
"Es por ello por lo que resulta vital la realización de chequeos de salud periódicos en animales de mediana edad y mayores con el objeto de detectarlo en fases tempranas", recomienda. "En el caso de los tumores de mama, localizaremos nodulaciones de menor o mayor tamaño bajo los pezones o en el trayecto entre un pezón y otro".
Es por este motivo que nuestros veterinarios siempre recomiendan las visitar periódicas. "Lo recomendable es acudir cada tres o cuatro meses a revisar al animal, coincidiendo con alguna vacuna o desparasitación", expresa Molina.
"El veterinario debe aprovechar la visita para explorar de forma minuciosa al animal con el objetivo de detectar posibles patologías incipientes, incluidos los tumores de mama en las perras", asegura. "Igualmente, el cuidador, antes de la detección de cualquier pequeño nódulo mamario debe acudir al veterinario".
En este sentido, Molina explica que si se encuentra ante tumores de muy pequeño tamaño y crecimiento lento, "el pronóstico para estos tumores de mama después de una cirugía suele ser muy bueno". "En cambio, la presencia de tumores de mama de gran tamaño, crecimiento rápido y ulceración, suelen tener un pronóstico mucho peor".
En cuanto al tratamiento, Molina relata que tan solo se puede hacer una cirugía. "Tras llevar a cabo un correcto estadio clínico (que incluye la realización de una analítica de sangre general, radiografías de tórax y, en algunos casos, ecografía de abdomen), se planificará el tipo correcto de cirugía, que implicará la extirpación de la mama afectada o bien la cadena mamaria de forma completa o parcial".
"El pronóstico definitivo, así como la planificación de revisiones posteriores o la utilización de quimioterapia adyuvante, vendrá marcada por los resultados de la anatomía patológica", concluye el experto veterinario.
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