Más de 60 inmigrantes, entre ellos unos diez menores de edad, han entrado a nado en Ceuta en poco más de 24 horas en unos momentos de máxima presión migratoria por la vía marítima que ha obligado a un despliegue especial de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo.
Según han informado a fuentes policiales y sanitarias, desde las 15.00 horas de este domingo hasta las 18.00 de este lunes se ha registrado la entrada ilegal de más de 60 inmigrantes, entre ellos alrededor de diez menores de edad, en su mayoría marroquíes, aunque también había algún argelino.
La mayor parte de las entradas se han producido a través del espigón norte de Benzú, donde grupos de inmigrantes se lanzaban al agua desde la zona de Beliones en Marruecos para alcanzar a nado las costas ceutíes. La escasa distancia entre las costas marroquíes con las de Ceuta, así como las adversas condiciones meteorológicas con un fuerte viento de poniente y el oleaje, han favorecido este tipo de incursiones marítimas.
Muchos de los inmigrantes han necesitado ser asistidos en la playa de Benzú de Ceuta al llegar exhaustos a la orilla, por lo que Cruz Roja tuvo que desplegar un dispositivo con varios voluntarios para prestar atención sanitaria. En algunos casos se ha advertido que estos inmigrantes presentaban cortes y contusiones diversas después de haberse golpeado con las rocas.
Tanto la Guardia Civil, a través del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), como Salvamento Marítimo, con la embarcación Salvamar Atria, han tenido que desplegarse en el entorno fronterizo para atender a muchos de estos nadadores.
El elevado número de entradas supone la mayor concentración de inmigrantes en las costas en los últimos años, si bien desde principios de año ya se han registrado episodios de estas mismas características.
La Guardia Civil ha advertido de la peligrosidad de este tipo de travesías ya que muchos de los inmigrantes se lanzan al mar con ropa de calle, lo que provoca que lleguen con las fuerzas justas al litoral ceutí.
En el caso de los menores son trasladados al centro de acogida de La Esperanza mientras que los adultos son llevados a la Jefatura Superior de la Policía Nacional para ser identificados.
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