Las cuentas del H2Med: los consumidores pagarán los conductos en España y la parte del BarMar que no cubran UE ni compradores

Trazado de las conducciones del H2Med que llevará hidrógeno verde de la Península ibérica al resto de Europa.
Trazado de las conducciones del H2Med que llevará hidrógeno verde de la Península ibérica al resto de Europa.
Enagás
Trazado de las conducciones del H2Med que llevará hidrógeno verde de la Península ibérica al resto de Europa.

Faltan seis años para que llegue 2030, la fecha en la que la red de hidrógeno verde H2Med debería ser una realidad para transportarlo principalmente desde España y Portugal hasta el centro de Europa. Hasta entonces, queda mucho recorrido todavía para un proyecto que en el que el gestor español de las infraestructuras gasistas, Enagás, tiene concentrados buena parte de sus planes para los próximos años y del que ya empiezan aflorar más datos sobre costes y cómo se pagará una enorme infraestructura que contará con fondos europeos pero que también tendrán que sufragar los consumidores en España y los destinatarios finales del hidrógeno, por ejemplo en Alemania. En España, la inversión bruta que se requerirá asciende a 5.900 millones, de los que un 40% se sufragarán con fondos europeos. Los 3.200 millones restantes deberán cubrirlos los consumidores, ya sean nacionales en el caso de la red de conductos y almacenamientos en territorio español o compradores finales del hidrógeno que se produzca aquí y se exporte a otros países en el caso de la conexión con Francia, el BarMAr.

"Lo pagarán los consumidores, descontando las ayudas públicas que serán esencialmente financiación comunitaria. En la infraestructura troncal serán los consumidores españoles y en las internacionales serán los beneficiarios últimos en los países de destino", ha resumido este martes el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, en la rueda de prensa en la que ha presentado los resultados de Enagás de 2023 y los planes para 2024, dos años clave para el operador español de infraestructuras gasistas por lo que respecta al desarrollo del H2Med.

La inversión de la infraestructura de canalizaciones y almacenamiento de hidrógeno en suelo español se cubrirá mediante "un sistema de peajes y primas similar al sistema gasista", ha añadido Gonzalo, que ha confiado en que el consumidor español no tenga que correr también con la financiación de las conexiones del H2Med con Portugal y Francia, aunque aún así Enagás calcula que tendrá que hacerse cargo de unos 200 millones que no se financien por otros medios. "Las conexiones internacionales como el BarMar no recaerán sobre el consumidor español porque el beneficiario último está fuera de España y pensamos que será una combinación de financiación comunitaria y los grandes consumidores que compren capacidad en la infraestructura".

La semana pasada, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, acordaron crear una comisión bilateral para avanzar en las dos interconexiones eléctricas transpirenaicas que deben acompañar a la del Golfo de Vizcaya, ya proyectada, y también para dar un empujón político al BarMar. Hasta ahora ha sido Enagás, en tanto que gestor español de red de transporte de gas que trabaja con los de Francia, Portugal y Alemania para hacer realidad el H2Med, siguiendo un calendario que para este 2024 tenía prevista la búsqueda de inversiones privadas.

Según sus cálculos, la parte "internacional" del proyecto, es decir las conexiones con Portugal entre Zamora y Celorico y con Francia, a través del conducto submarino entre Barcelona y Marsella (conocido como BarMar) costara 2.500 millones de euros en total, 2.300 millones de la conexión con Francia y otros 200 con Portugal. Estima que los fondos europeos cubrirán alrededor de un 40% del total, un 10% menos de lo que planteó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando en diciembre de 2022 cerró el acuerdo político con Emmanuel Macron y António Costa.

Su cálculo es que la inversión total bruta que será necesario hacer en España es de 1.000 millones para construir el BarMar, que Enagás contempla que debería ser sufragado íntegramente por los compradores del hidrógeno verde que se produzcan en España y pase, vía submarina desde Barcelona, al centro de Europa, particularmente hacia Alemania. Para ello, toma como ejemplo lo que ya ocurre en una infraestructura gasista de la que es socio el gestor español, el Gaseoducto Transadriático (TAP), que prevé financiar el coste de una reciente ampliación con los compromisos firmes de compra de ese gas. Junto con un 40% de financiación de la UE, la mitad que ponga Francia y estos compromisos privados, Enagás cuenta con tener que aportar 200 millones.

Por lo que respecta al trazado en suelo español del H2Med, Enagás calcula que los conductos para transportar el hidrógeno renovable y el almacenamiento subterráneo requerirán de una inversión de 4.900 millones. de 3.700 y 1.200 millones respectivamente. En este caso, también se espera financiación de la UE, dado que la mayoría del trazado que se ha diseñado en España ha sido incluido por parte de la Comisión Europea en su última actualización de la lista de Proyectos de Interés Cómun (PCI). Solo quedó fuera el tramo Zamora-Guitiríz y el Gobierno volverá a promover su inclusión para la próxima actualización, dentro de dos años.

Para el resto, Enagás plantea un sistema como el que existe ya en en el sector del gas y de electricidad, cuyas infraestructuras y redes de transporte y distribución son costeadas al final por los consumidores, con una aportación mayor de los grandes consumidores y, en el caso del gas, de quienes utilizan las regasificadoras o los almacenes subterráneos. "Será un sistema de primas similar a sistema gasista", ha afirmado Gonzalo.

Recuperación de la demanda de gas

El diseño y los primeros pasos del H2Med llevaron a Enagás a considerar que 2023 fue "un gran año para el hidrógeno renovable",  en un año en el que fue el "mayor operador del mundo" en recarga de buques de gas, con 157, un 26% más que en 2022 y respondió a la recuperación de la demanda industrial española de gas, particularmente de los sectores del refino, farmacéutico y cogeneración.

Durante 2023, Enagás fue capaz de garantizar la disponibilidad de gas el 100% de tiempo, incrementó un 23,7% las exportaciones por gasoducto y, "por primera vez en la historia" el almacenamiento subterráneo de gas se mantuvo al 100% de su capacidad.

Su beneficio después de impuestos ascendió a 342,5 millones, por encima de lo anunciado en su Plan Estratégico 2022-2030, y su deuda -de 3.347 millones-, también se situó por debajo del objetivo anual. Para 2024 espera unos beneficios después de impuestos de ente 260 y 270 millones y situar la deuda neta en 3.400 millones.  El dividendo para 2023 se mantuvo en lo previsto, en 1,47 euros por acción.

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