El campo español sigue clamando en las calles por sus derechos. La oleada de tractores sucedida por todo el territorio nacional se une a la de otros países europeos que, siguiendo el ejemplo de los franceses, se han levantado para exigir medidas justas y una regulación que les facilite el trabajo.
Entre sus reclamos, se encuentra una menor rigidez y burocracia en la Política Agraria Común de la UE, unos precios justos para sus productos y el rechazo a las exigencias de la Unión Europea del uso de fertilizantes o el freno a la competencia exterior desleal.
Ahora, en mitad de este revuelo, otros temas como las pensiones de los trabajadores del campo aterrizan en las mesas de debate. El documento que lo regula es el Régimen Especial Agrario (REA).
Requisitos de la jubilación en REA
En este régimen se establece un sistema de cotizaciones particular para los agricultores, y entre las particularidades están los periodos de inactividad y la temporalidad.
Además, para este 2024, y de forma excepcional, se aplicará una reducción de 2,75 puntos porcentuales de la base de cotización para los trabajadores del campo que se encuentren en alguna de las siguientes situaciones:
- Situación de desempleo durante una incapacidad temporal.
- Riesgo para el embarazo.
- Riesgo durante la lactancia natural.
- Nacimiento y cuidado de menores.
- Corresponsabilidad en los cuidados de la persona lactante
Jubilación media de los agricultores
En España, según los datos de la Seguridad Social a 1 de enero de 2022, los trabajadores agrarios tuvieron la siguiente pensión media de jubilación:
- Agricultores y ganaderos del Régimen General: 676,89 euros.
- Agricultores y ganaderos autónomos: 665,50 euros.
En cambio, la pensión media de jubilación del Régimen General, es decir, de los trabajadores asalariados, alcanzó los 1.396,22 euros mensuales en enero de 2022. Así, los agricultores y ganaderos recibieron una prestación un 51,3% inferior a la del resto de trabajadores.
Por su parte, los autónomos tuvieron, en enero de 2022, una pensión media de 829,56 euros al mes, muy por debajo de la del Régimen General. Así, si la jubilación de los trabajadores por cuenta propia se compara con la de los autónomos agrarios, la diferencia supone un 19,8% menos de prestación que el resto de trabajadores.
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