El plan de expansión de la red de Metrovalencia 2023-2030 pivotará en torno a la línea 10, la última en ponerse en servicio en 2022, tanto con sus extensiones ya previstas por el anterior Consell del Botànic hacia la fachada marítima (L10 y L11) y al Hospital La Fe (L12), como con el nuevo ramal por los barrios del norte entre San Miguel de los Reyes y Empalme prometido por el PP en campaña electoral y que ya ha sido incorporado por Ferrocarrils de la Generalitat en sus planificación en la ciudad. 

La consellera de Infraestructuras, Salomé Pradas, y la alcaldesa María José Catalá han desvelado este lunes, durante su visita a las obras del cañón peatonal para conectar esa línea con la estación de Xàtiva, más novedades: la L11 discurrirá por la avenida del Puerto en su recorrido hacia el Marítimo y se construirán tres grandes intercambiadores metropolitanos en València Sud, Sant Isidre y Empalme.

Como publicó 20minutos, la idea que ha manejado desde un principio el nuevo Consell ha sido prolongar la L10 hacia el norte por el centro de la ciudad y para ello ha incluido en los Presupuestos de 2024 una partida de 320.000 euros para el estudio informativo del tramo Alacant-Empalme. Este cambio de concepción requería, además, modificar el proyecto del túnel peatonal para hacerlo compatible, en un futuro, con la circulación de tranvías hacia Ciutat Vella y la zona norte en una línea que comparte tramos en subterráneo y otros en superficie. Por ello, se está trabajando para dotar ese canal de anchura suficiente y modificar la rasante.

Según ha explicado Catalá, el plan para extender esta línea a Orriols, Torrefiel, Benicalap, Ciutat Fallera y Empalme, que supondría avanzar hacia el tranvía orbital y favorecer la intermodalidad en este último intercambiador, es "prioritario" y beneficiará a los 200.000 habitantes de estos barrios. Así, la parte más compleja, la excavación en el centro de la ciudad, quedaría relegada para más adelante para estudiar las alternativas y planificar las obras con las mínimas afecciones a residentes y comerciantes.

Los otros proyectos supondrán la extensión de la L10 de Nazaret al norte de la fachada marítima, la mencionada L11 por el Pont de l’Assut de l’Or hacia la calle Menorca, avenida del Puerto y Grau, y la L12 por Hermanos Maristas y Malilla hasta el Hospital La Fe.

Pradas criticó que el Botànic "renunció a completar la L10 y ahora, tras ocho años de abandono, nos ponemos en marcha para ofrecer a los ciudadanos una movilidad equilibrada y responsable, para reducir la dependencia del automóvil". En esta línea, Catalá ha añadido que limitar la L10 sin garantizar su expansión hacia el centro, el Mercado Central y la zona norte de la ciudad "fue una mala solución, un error" y que "gracias a las obras de los últimos meses" se han podido "reconducir todos los proyectos". En su opinión, la solución a los problemas de movilidad "no es simplemente prohibir y limitar el vehículo privado, sino mejorar el transporte público y reforzar la alternativa al vehículo privado para reducir su uso en la ciudad", ha expuesto.

La calle Alicante se abrirá para el peatón en Fallas

La modificación del túnel peatonal de la calle Alicante para que en un futuro pueda albergar el paso de los tranvías supondrá una demora de los plazos de construcción hasta marzo de 2025, con una inversión de 22 millones de euros. No obstante, a petición de Catalá, la Generalitat reabrirá a la circulación peatonal esta calle del 8 al 19 de marzo de este año, coincidiendo con las Fallas, para descongestionar el entorno del centro durante las fiestas.