Francia cancela por alta demanda la tarifa plana para alquilar coches eléctricos que también reclama el sector en España

Recarga de un coche eléctrico
Recarga de un coche eléctrico
GOBIERNO DE CANTABRIA
Recarga de un coche eléctrico

"Morir por éxito". La prensa francesa califica así el motivo de la salomónica decisión que acaba de anunciar el Gobierno de Emmanuel Macron de cancelar, por lo menos durante todo 2024, la ayuda que inauguró a principios de enero para permitir que ciertos hogares pudieran alquilar un coche eléctrico solo por 100 euros al mes. Estaba previsto que estuviera en pie durante tres meses pero antes de dos Francia ha decidido eliminarla, tras recibir casi el doble de solicitudes previstas para todo el trimestre. Mientras, en España el sector del coche eléctrico batalla para que el Gobierno modifique un esquema de ayudas, introduzca criterios de renta o exenciones fiscales  y contempla también un bono alquiler al estilo del francés que empiece desde los 50 euros.

"Lanzamiento de una línea específica destinada a las empresas de Mobility as a Service (MaaS) que permita fórmulas de pago por uso de vehículos electrónicos para personas con menor capacidad económica con cuotas desde 50 euros", plantea la la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) sobre una ayuda en la que Industria determinaría qué coches están disponibles y fijaría los umbrales de renta o, también en función de la renta, el coste del alquiler. El sistema que plantea es que esta ayuda vaya a las empresa de MaaS, que la repercutirán en los beneficiarios y se encargaría de justificar el contrato de arrendamiento

El llamado "leasing social" fue una medida anunciada por Macron el año pasado para incentivar el uso del vehículo eléctrico permitiendo que hogares vulnerables pudieran alquilarlo solo por 100 euros al mes o de 150 en caso de las familias, más seguro y gastos de mantenimiento. Se lanzó el 1 de enero y, en principio, iba a durar hasta el 31 de marzo y durante este trimestre el Gobierno galo. Los beneficiarios de esta ayuda eran familias que no debían superar una renta anual de 15.400 euros o, en el caso de personas en solitario, no cobrar más que el salario mínimo. Se trata de una medida que, además, supone impulsar la fabricación europea porque con esos 100 o 150 euros al mes solo se podrían alquilar  una veintena de coches eléctricos de pequeñas dimensiones fabricados en Francia, aunque también en el resto de Europa. El Gobierno francés financiaría hasta un tope de 13.000 euros por unidad.

Sin embargo, la realidad ha superado los cálculos y en un primer balance  a finales de enero, el Ministerio francés de Transición Ecológica informaba de que 20 días después de ponerse en marcha, ya había recibido 90.000 preinscripciones para esta ayuda. En un principio, el Gobierno había puesto a disposición 25.000 coches eléctricos para poder ser alquilados a 100 euros al mes y ya en enero, viendo la gran demanda, se comprometió a intentar con la industria a ampliar esa cantidad, para que pasara a 35.000 o 40.000, cifras que seguían muy por debajo de la demanda que ha suscitado este incentivo al vehículo eléctrico.

Este lunes, la prensa francesa informa de la decisión del Gobierno de suspender ya estas ayudas, un mes y medio antes de la fecha prevista, debido a la gran demanda que ya se ha registrado Según indican fuentes del Palacio del Elíseo a diario Le Parisien, se considera que  se ha "superado" el objetivo de incentivar de esa de modo el coche eléctrico. "Es un verdadero éxito popular", dice el diario de fuentes de la Presidencia del Gobierno francés que avanzan que la operación volver a editarse a finales de 2024 para 2025. "Hoy, hay una gran demanda y no tenemos todavía suficientes productos fabricados en Francia. Esto quiere decir que es necesario que los fabricantes franceses aceleren la cadencia o se comprometan a hacerlo", ha indicado en una entrevista radiofónica el ministro francés de Industria, Roland Lescure.

Lentas subvenciones en España

La decisión en Francia de acortar una medida de apoyo al coche eléctrico por la enorme aceptación contrasta con el ritmo mucho menor en España, donde el Gobierno incentiva la compra de vehículos eléctricos o híbridos enchufables con subvenciones a cargo del Plan Moves que el sector considera que no están bien diseñadas debido a que no son percibidas por los comprados en el momento en que adquieren el coche.

Desde 2021, el Ministerio de Industria ha puesto a disposición 1.200 millones en ayudas -de los que en 2023 quedan 290 más otros 400 adicionales- para animar a los conductores a comprar un coche eléctrico o híbrido enchufable, que de entre 4.500 y 7.000 con achatarramiento para turismos cuyo precio no supere los 45.000 euros y de 7.000 a 9.000 euros con achatarramiento) en el caso de vehículos comerciales. El problema que ve el sector es que no es una ayuda directa sino una subvención que hay que pedir y esperar la autorización posterior y que mientras incluso tributa en el IRPF.

Para que un comprador de un coche eléctrico se beneficie de estos descuentos tiene que solicitar la subvención al concesionario, que se encarga de gestionarla ante el Ministerio de Transición Ecológica, al que no se enviará antes de la matriculación y entrega del vehículo. Después se comprobará si se cumplen los requisitos para una subvención que tendrá que tributarse en la declaración de la Renta. 

El sector del vehículo eléctrico calcula que todo este proceso demora en "entre uno y dos años" que los ciudadanos reciban la ayuda desde el momento que la solicitaron, "lo que le resta parte de su valor a los fondos". Considera estos trámites demasiado farragosos y que, más que impulsar las ventas, desincentiva a muchos compradores, algunos porque tienen que adelantar un dinero que tardarán en recuperar y otros porque directamente no pueden adelantarlo. Más que ayuda a la compra se termina considerando un "aumento patrimonial" que hay que declarar. "Termina siendo una ayuda difícil de cuantificar en un inicio, no percibida en el momento de la compra, financiada por el ciudadano y reducida posteriormente en el momento de la declaración del IRPF", dice la AEDIVE de unas subvenciones que en otros países se ha demostrado que han sido muy útiles para crear el mercado del vehículo eléctrico. En Dinamarca y Noruega, países con una penetración por encima del 50% en el primer caso y de hasta el 80% el segundo, sus gobiernos ya las han retirado. España está aún lejos de esa situación y la AEDIVE expone la experiencia en Portugal que tiene una tramitación similar pero que está acompañado de una deducción del 100% del IVA y que ni en este país ni en Alemania, Austria, Francia o Reino Unido se exige declarar la ayuda en el IRPF.

Otras formas para que el comprador vea un alivio real en el coste de su coche eléctrico sería no gravarles con el impuesto de matriculación -como hacen Portugal, Francia, Dinamarca o Bélgica en la región de Flandes-, el impuesto anual de circulación -Alemania- o de seguro de motor -Austria-.

Ayudas progresivas y para rentas inferiores

La AEDIVE considera que es necesario incluir "nuevas medidas" en el Plan Moves, al estilo también de lo que existe en otros países, de la UE y en Estados Unidos. Cree que las ayudas deberían "acercarse a la población", a "las rentas medias y bajas" porque de momento solo se calculan teniendo en cuenta el precio del coche, que no puede superar los 45.000 euros. En su lugar cree que debería fijarse algún umbral de renta y que por debajo aumentara la cuantía de la ayuda. Así ocurre en Francia, donde los compradores de hasta 22.000 euros al año suman otros 2.000 euros a la ayuda general de 5.000 o 7.000, o en Estados Unidos.

El sector también reclama más progresivas, de modo que las ayudas sean más cuantiosas a vehículos más asequibles, como hace Alemania, que otorga ayudas de hasta 6.000 euros para vehículos de menos de 40.000 euros y de hasta 4.500 euros para los que cuestan entre 40.000 y 65.000. También California, en Estados Unidos, barema así la cuantía de la ayuda.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento