Para quien tiene una vivienda alquilada, es fácil tener preocupaciones por el trato con los inquilinos, especialmente si hablamos de posibles impagos por parte de los alquilados. En ese sentido, existe una opción que permite a los propietarios minimizar riesgos y cubrirse las espaldas en el caso de que esto ocurra: se trata del seguro de impago de alquiler.
Esta póliza funciona como una protección contra los impagos del inquilino, ya que cubre las rentas del alquiler en caso de que la persona alquilada no pague. Según explican desde Idealista, el seguro cobra una couta mensual o anual para que el propietario esté cubierto en estas circunstancias. Si hay un impago, el arrendador acude a la aseguradora, que cubre los gastos ante la situación.
Cómo funciona el seguro por impago de alquiler
El objetivo del seguro es cubrir los costes de un impago para liberar al arrendador de la vivienda de posibles problemas financieros ante las deudas de alquiler de su inquilino. De hecho, dependiendo de la compañía con la que se contrate y las condiciones firmadas, el seguro puede cubrir desde el impago del alquiler hasta contratos de servicios de reparación y mantenimiento, limpieza, pérdida de alquiler debido a incendio o daños vandálicos, así como los gastos legales asociados con un desalojo.
El precio depende de la aseguradora, pero suele costar entre el 3% y el 5% del precio del alquiler anual de la vivienda. Para llevar a cabo la contratación de un seguro de impago de alquiler se deben cumplir una serie de criterios como acreditar la solvencia del inquilino mediante un análisis de solvencia: la aseguradora verifica que el inquilino no se encuentre en ningún fichero de morosos y revisa sus ingresos, su contrato de trabajo y que la renta anual no exceda el 40-45% de sus ingresos netos. Aunque es algo que suelen verificar los propietarios antes de firmar el alquiler, con un seguro esta posibilidad queda totalmente cubierta.
Qué tener en cuenta al contratar un seguro por impago
A la hora de elegir un seguro, es clave valorar los conceptos que incluye la póliza para quedar lo más cubierto posible: que tenga una cobertura completa de las mensualidades adeudadas, defensa jurídica y cobertura de actos vandálicos, así como otras coberturas como reparación, mantenimiento o gastos extracontractuales (por ejemplo, goteras que el inquilino provoque en otras viviendas).
En cualquier caso, la póliza debe ser contratada y firmada por el propietario de la vivienda, ya que es quien afronta el pago y quien se beneficia de la cobertura del mismo.
Comentarios