Del azul al azul muy intenso. Muy poco ha variado el color del voto en Galicia en los últimos 43 años porque en las 12 elecciones autonómicas celebradas desde la restauración de la democracia, la gran incertidumbre ha sido saber si el PP obtendría mayoría simple o absoluta. Y casi siempre ha sido lo segundo, pues los populares han logrado hasta nueve mayorías absolutas en la historia reciente de Galicia, las cinco últimas de forma consecutiva contando la conseguida este domingo por Alonso Rueda. Salvo en dos excepciones, el PP ha gobernado la comunidad de forma ininterrumpida.
Los gobiernos de Fernández Albor
Gerardo Fernández Albor ganó las elecciones autonómicas de 1981 con Alianza Popular (26 escaños) y se convirtió en el primer presidente de la Xunta de Galicia, aunque para ser investido necesitó los votos de la UCD, segunda fuerza en el parlamento (24), por delante del partido socialista gallego (16). El embrión del BNG logró 3 escaños en aquella cita con las urnas.
Cuatro años después, la desaparición de la UCD permitió a Albor una victoria aún más holgada en los comicios de 1985, quedándose a solo dos escaños de la mayoría absoluta (34) y superando ampliamente al PSOE de Fernando González Laxe (22). Su investidura, no obstante, se hizo de rogar y necesitó hasta cuatro votaciones para finalmente ser reelegido gracias a la abstención de los diputados de Coalición Galega.
Pero esa segunda legislatura fue efímera porque al año y medio de ser investido, fue desalojado del poder por una moción de censura presentada en su contra por el socialista González Laxe y apoyada por el resto de fuerzas políticas.
La irrupción de Fraga y las grandes mayorías
Tras fracasar en sus reiterados intentos de llegar a la Moncloa, Manuel Fraga se convirtió en candidato a la presidencia gallega y el PP consiguió con él su primera mayoría absoluta en las elecciones de 1989. Fue ajustada porque obtuvo los 38 escaños justos que la delimitan (el parlamento gallego se había ampliado de 71 a 75 escaños), pero Fraga consiguió resarcirse en Galicia de sus derrotas electorales en las generales. El PSOE fue segunda fuerza (28) y por detrás el BNG se empezó a consolidar como la fuerza nacionalista preeminente.
Fraga amplió su mayoría absoluta en las elecciones de 1993 (43 escaños) y la mantuvo con suficiencia en las de 1997 (42) y 2001 (41) para completar cuatro legislaturas consecutivas al frente de la Xunta de Galicia sin apenas oposición. A lo largo de este periodo el PSOE gallego fue perdiendo fuelle y en 1997 se produjo el sorpasso del BNG, que se convirtió en segunda fuerza política, relegando a los socialistas a la tercera posición.
La legislatura del gobierno bipartito
La hegemonía de Fraga tocó a su fin en las elecciones de 2005. A pesar de ser el ganador de los comicios (37 escaños), no alcanzó la mayoría absoluta y no pudo gobernar porque PSOE (25) y BNG (13) alcanzaron un acuerdo para formar un gobierno de coalición encabezado por el socialista Emilio Pérez Touriño. Esta legislatura ha sido, junto al breve periodo gobernando por González Laxe vía moción de censura, la única sin un presidente del PP hasta la fecha.
Las mayorías absolutas de Feijóo
Si Fraga encadenó cuatro mayorías absolutas consecutivas, su sucesor al frente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, no se quedó atrás y consiguió otras cuatro. El ahora presidente del PP nacional ganó las elecciones de 2009 con 38 escaños e incrementó su mayoría en 2012 y 2016 (41 escaños) hasta alcanzar los 42 escaños en los últimos comicios de 2020.
Solo entregó el poder voluntariamente a Alfonso Rueda en abril de 2022, cuando renunció a la presidencia de la Xunta para poner rumbo a Madrid como jefe de la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.
Durante los años de hegemonía de Feijóo, el PSOE volvió a vivir una etapa de progresivo declive, pasando de los 25 escaños en las elecciones de 2009 a los 14 que obtuvo en las dos últimas de 2016 y 2020, en las que quedó relegado a tercera fuerza en el parlamento gallego. Para el BNG también fue una época de sinsabores, con 12 escaños en los comicios de 2009 y la mitad en 2016.
Buena parte de culpa del paso atrás de PSOE y BNG la tuvo la aparición de grandes coaliciones de izquierda, como Alternativa Galega o En Marea, que le arrebataron una porción de su electorado a socialistas y nacionalistas, como quedó patente en las elecciones de 2016, en las que En Marea fue la segunda fuerza más votada (14). Sin embargo, el hundimiento de estas coaliciones en las últimas elecciones de 2020, ahora bajo la marca de Galicia en Común (0 escaños), solo lo aprovechó el BNG, que escaló de 6 a 19 diputados, mientras que el PSOE se quedó anclado en los 14.
Rueda, el perfecto sucesor de Feijóo
El poder del PP en Galicia lo ha consolidado Alfonso Rueda, que este domingo ha revalidado la mayoría absoluta para los populares gallegos, demostrando que es el perfecto sucesor de Feijóo. Con 40 diputados, dos por encima de la absoluta, Rueda ha demostrado su capacidad de liderazgo para prolongar los éxitos de Feijóo y son ya cinco las mayorías absolutas logradas de forma consecutiva por el PP.
El gran perdedor de las elecciones de 2024 ha sido el PSOE, que ha caído hasta los 8 escaños y se ha quedado muy lejos del BNG, que se confirma como segunda fuerza con 25 escaños y, a día de hoy, única alternativa posible al PP en Galicia.
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