Los problemas intestinales son algo bastante común en perros y gatos. De hecho, los cambios bruscos en la rutina, el estrés o las variaciones en la alimentación de nuestros peludos son algunos de los factores que pueden provocar que nuestros compañeros de cuatro patas sufran diarrea u otras patologías intestinales.
No obstante, existen métodos para cuidar de su salud digestiva y su flora intestinal, como por ejemplo, los probióticos. ¿Has oído alguna vez hablar de ellos? Laura González, veterinaria y divulgadora a través del canal de YouTube Tu veterinaria, explica en qué consisten estos complementos alimenticios y por qué pueden ser realmente beneficios para nuestros perros y gatos.
"Hay situaciones como diarreas profusas que no están relacionadas con patologías concretas, como una gastroenteritis, donde nuestros animales de compañía pueden beneficiarse mucho de la administración de probióticos", asegura la experta en salud animal.
Para entender los beneficios que tienen los probióticos en la salud de nuestros peludos, primero es esencial saber qué es la flora intestinal. "Se trata de un conjunto de microorganismos o microbioma que están presentes de forma natural en el intestino de nuestros perros y gatos", explica González.
"Son buenos y hacen una función muy importante que consiste en mantener la barrera del intestino en perfectas condiciones", agrega. "Trabajan de forma simbiótica con el cuerpo de nuestro perro o gato y, si hay alguna alteración, como por ejemplo, cuando les administramos antibióticos por un largo periodo de tiempo, se pueden morir algunas de estas bacterias y producirse una colonización de bacterias perjudiciales, lo que produce diarreas".
Es en este tipo de circunstancias cuando la administración de probióticos puede ser muy beneficiosa. Pero, ¿qué son exactamente? "Son microorganismos (tanto levaduras, como bacterias) que si se aportan en cantidades adecuadas en la dieta pueden dar grandes beneficios para la salud, no solo intestinal, sino también de la piel y del tracto urinario", detalla González.
"Concretamente, a nivel del intestino, los probióticos ejercen funciones como, por ejemplo, proteger la barrera intestinal, impidiendo que las bacterias pasen al sistema orgánico (dentro de la sangre) y, también, ayuda a la absorción de nutrientes", cuenta la veterinaria.
Los animales con problemas digestivos recurrentes se pueden ver muy beneficiados de los probióticos
Otra de las funciones importantes que resalta la experta es que los probióticos "compiten por los nutrientes con las bacterias que son nocivas (como la salmonela, entre otros), con lo que crean un ambiente nocivo para que éstas no colonicen el intestino y beneficiando que las bacterias buenas se mantengan en niveles más elevados".
"Por estos motivos, especialmente los animales con problemas digestivos recurrentes, como los que padecen inflamación intestinal o aquellos propensos a las diarreas, se pueden ver muy beneficiados de los probióticos", asegura.
Entonces, ¿qué probióticos podemos darle a nuestras mascotas y dónde los podemos adquirir? González explica que los probióticos pueden ser comerciales o naturales y matiza que hay piensos que se venden "patrocinando que mejora la funcionalidad digestiva, lo cual es cierto, pero esto no significa que lleven probióticos".
"En pienso seco es muy raro que tengan porque al ser microorganismos vivos mueren en el proceso de elaboración del pienso, que se hace a temperaturas muy altas", aclara. "Pero nosotros podemos suplementarlos con productos determinados para que éstos no mueran".
Además, la veterinaria recuerda que también debemos diferencias entre probióticos (que ya sabemos lo que son) y los prebióticos, que no son microorganismos vivos, si no "un sustrato alimenticio del que se alimentan los probióticos".
"Hay algunos productos que más que probióticos son simbióticos, es decir, contienen la parte probiótico y prebiótica, lo mejor que podemos aportarle a nuestro perro (los bichitos y el alimentos para los bichitos beneficiosos)", aclara. "También hay productos en el mercado que añaden enzimas digestivas".
El kéfir lo podeos encontrar en dos formatos: el de agua y el de leche
Dicho esto, podemos administrar a nuestros perros y gatos probióticos naturales, como el kéfir, que son "gránulos fermentados con microorganismos dentro que son muy beneficiosos para el intestino". "Podemos encontrarlos en dos formatos: el de agua y el de leche", expresa Gonález. "Este último tiene la ventaja de que también le estamos proporcionando el prebiótico; pero la desventaja de que tiene lactosa a la que la gran mayoría de perros y gatos son intolerantes".
En cuanto a los comerciales, la veterinaria considera que van bastante bien los probióticos Fortiflora (de Purina), que se venden en sobres individuales. "Están fabricados por un proceso de microencapsulación que asegura que llegan vivos al intestino de nuestros perros", comenta.
"Por otro lado, también podemos adquirir los Pro-enteric, en forma de pasta y cuya diferencia con el Fortiflora es que cuentan también con parte prebiótica", añade. "Además, tiene dos sustancias más, el caolín (que absorbe los microorganismos nocivos para que no lo haga la mucosa intestinal) y la pectina (que ayuda a que las heces no sean líquidas)".
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