Podría decirse que febrero, además de ser el mes más corto del año, también es el más romántico. Aunque el amor hay que celebrarlo todos los días, San Valentín es una de las fechas más esperadas por muchos enamorados para sorprender a su pareja. Los escaparates de las tiendas se llenan de corazones, rosas rojas, bombones y todo tipo de detalle perfecto para este 14 de febrero.
Más allá de lo material, uno de los regalos más recurrentes en San Valentín son las experiencias, escapadas o viajes. Galicia es uno de los destinos perfectos para celebrar el amor por todo lo alto. No solo ciudades como Vigo o A Coruña ofrecen una gran cantidad planes románticos, sino que también hay pequeños pueblos ideales para aquellas parejas que quieran pasar un fin de semana diferente.
Una joya medieval en Ourense
La provincia de Ourense es uno de los destinos perfectos para viajar en invierno. Sus balnearios de aguas termales son una de las opciones preferidas por muchas parejas para desconectar y descansar. Sin embargo, los que prefieren algún plan menos convencional —y, además, quieren alejarse del bullicio de las ciudades— pueden viajar hasta Allariz y perderse por los encantos de este pueblo de interior.
Allariz se ha convertido en toda una joya medieval. Está considerado Conjunto Histórico-Artístico desde 1971 y recibió el premio Europeo de Urbanismo en 1994. Solo por eso, ya merece ser visitado. Aun así, tiene otros muchos encantos. Sus calles empedradas, sus plazas medievales o su camino del río son ideales para pasear en pareja tranquilamente y perderse entre toda la historia que hay en cada uno de sus rincones.
Más allá de los planes clásicos de San Valentín —aunque Allariz tiene una gran variedad de restaurantes para organizar una cena romántica—, este municipio ourensano, a los pies del río Arnoia, cuenta con museos de todo tipo: el del juguete, de la moda, del cuero... Un plan perfecto para disfrutar en compañía. Además, el puente de Vilanova deja una estampa del lugar de lo más romántica, sobre todo con el atardecer.
Una villa marinera en Pontevedra
Puede que Combarro sea uno de los destinos más populares de Galicia, pero no se merece menos. Este pueblo marinero, situado en la provincia de Pontevedra, cuenta con más de 60 hórreos datados en el siglo XVIII y que se pueden ver desde la playa de Padrón. Es el destino perfecto para sorprender a los amantes de la historia que quieran conocer cómo vivían los marineros de la época.
Como si de una estampa marinera se tratase, Combarro invita a sus turistas a perderse por sus calles y plazas para disfrutar de la arquitectura tradicional de las Rías Baixas, que se puede observar en sus casas, fuentes y cruceiros, repartidos por todo el pueblo. Además, las puestas de sol en este municipio costero son de lo más románticas.
Mucho pulpo y un castillo en A Coruña
La provincia de A Coruña tiene una gran variedad de pueblos perfectos para visitar en San Valentín. Arzúa, Boiro, Camariñas... Todo son buenas opciones para regalarle a tu pareja y perderos por sus encantos durante unos días. Sin embargo, hay uno que no es tan conocido, pero digno de mención. Se trata de Mugardos, un pueblo cerca de Ferrol.
Tiene menos de 13 metros cuadrados de extensión, pero cuenta con muchos atractivos que sorprenden a todo aquel que pasea por sus calles. Uno de los más destacados es un antiguo yacimiento romano declarado conjunto monumental Histórico-Artístico. Es el museo Caldoval y mezcla varios estilos: barroco, romano, prerrománico y gótico.
Además, una parada obligatoria en Mugardos es el castillo de la Palma, una antigua fortaleza perfecta para llevar a tu pareja y sorprenderla con las vistas de la costa que regala este monumento histórico. El broche de oro sería degustar una buena tapa de pulpo a la Mugardesa, una delicia gastronómica muy típica de la zona.
Una visita a la Ribeira Sacra, en Lugo
Lugo es la provincia menos turística de Galicia, pero es tan bonita como el resto. A pesar de que tiene destinos conocidos, como la playa de las Catedrales, la Ribeira Sacra es uno de los más atractivos (y románticos) de Galicia. Son muchos los pueblos que permiten disfrutar de este paisaje, aunque la mayoría están llenos de turistas. Sin embargo, Pantón es el lugar perfecto para disfrutar en pareja de la tranquilidad y la naturaleza a partes iguales.
Se le conoce como la 'Mesopotamia' gallega por estar rodeado por tres ríos: el Miño, el Cabe y el Sil. Tiene alrededor de 2.600 habitantes y está formado por 26 parroquias, cada una con su propio encanto. La zona más céntrica es la villa de Castro de Ferreira, cuya plaza del Ayuntamiento llama la atención de todos los que la pisan.
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