El canónigo asesinado habría mantenido relaciones sexuales con un hombre con discapacidad horas antes de su muerte

El crimen de Alfonso, el canónigo de Valencia
El crimen de Alfonso, el canónigo de Valencia
Carlos Gámez
El crimen de Alfonso, el canónigo de Valencia

El crimen del canónigo asesinado en Valencia, Alfonso López Benito, ha dado un nuevo giro: un joven con discapacidad intelectual afirma haber mantenido relaciones sexuales con el religioso unos días antes del homicidio y después de que el sacerdote le hubiese pagado para que pasara unos días con él en su domicilio.

Si bien el principal sospechoso está en prisión provisional, comunicada y sin fianza, la Policía Nacional cuenta ahora con una información de un hombre de 34 años, acreditado una discapacidad intelectual del 43%, que ha declarado haber estado con el canónigo el mismo domingo de los hechos, aunque no ha especificado si en algún momento el fallecido le habló de su condición de cura, recoge el diario Levante.

El individuo ha declarado que pasó dos noches con Alfonso López, desde el viernes 19 de enero hasta el domingo 21, después de que el sacerdote le enviara dinero a través de dos giros postales para ir su casa desde una ciudad a casi 700 kilómetros de Valencia. Una vez allí, ambos habrían tenido "un pequeño encuentro sexual", ha asegurado a los investigadores, acompañado por su exmujer.

Lo conoció en una estación de autobuses

Al parecer, el canónigo habría contactado con el joven con diversidad funcional hace unos seis meses, tras abordarlo en una estación de autobuses. Testimonios cercanos al sacerdote han explicado a la Policía que este era su método de captar a hombres para llevar a su casa, además de ser el perfil habitual: personas vulnerables o con dificultades económicas.

El joven ha señalado que todo comenzó cuando un desconocido mayor y de pequeña estatura, llamado Alfonso, se le acercó en una estación y le invitó a tomar un café y le pidió su número de teléfono. Así, en diciembre le habría hablado por Whatsapp, mensaje que no respondió porque no había guardado el contacto. 

No obstante, en enero recibió una felicitación por su santo del mismo número. A ese segundo mensaje sí le contestó para preguntarle quién era, a lo que el sacerdote le dijo que era "Alfonso, de Valencia" y que le gustaría que fuera a visitarle. Como el joven le comentó que no tenía dinero, el canónigo se ofreció a pagarle el billete y que se hospedara en su casa.

Finalmente fue la exmujer del hombre quien le pagó el viaje, puesto que cuando él le contó la conversación desconfió de inmediato. Pero esto no fue impedimento para que Alfonso le mandara dinero, puesto que envió  dos giros postales desde Correos, uno de 20 euros y otro de 30. De esta forma, el joven realizó un viaje de 12 horas para llegar a Valencia.

El cura le fue a buscar a la estación de autobuses acompañado por un hombre de nacionalidad rumana, quien había sido visto con Alfonso en otras ocasiones. Entonces, los tres fueron en coche hasta la casa del canónigo, donde, según cuenta el joven, una vez el "ayudante" corroboró que no había ningún peligro abandonó el lugar y los dejó solos.

El resto del viernes no volvieron a salir y el testigo afirma que "no hubo proposiciones" y que por la noche solamente durmieron en la misma cama. Durante el fin de semana que estuvieron juntos, el sacerdote habría continuado con su "trabajo" mientras el testigo se iba a pasear por la ciudad, hasta que se volvían a ver para comer y por la noche.

Durante la noche del sábado la situación cambió. Y es que cuando el hombre ya estaba en la cama, apareció Alfonso y, aunque no le ofreció dinero a cambio de relaciones sexuales, sí se le insinuó. En aquel momento se produjo "un pequeño encuentro sexual", ha explicado el testigo. Tras esto, durmieron hasta la mañana siguiente, cuando se fue y nunca más le volvió a ver.

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