Hablar del vehículo 8x8 Dragón es hablar, inevitablemente, de retrasos. La compra de estos vehículos está en marcha desde el año 2007, cuando un accidente en Líbano en el que murieron seis militares puso en el punto de mira el sistema de blindaje de los vehículos BMR que utiliza el Ejército. Tras años de aplazamientos y demoras, el contrato se acabó firmando en el año 2020. Pese a que ya en ese momento se confirmó que la entrega sería progresiva hasta finales de esta década, lo cierto es que su desarrollo está siendo más lento de lo que le gustaría al Ministerio de Defensa, que este semana ya ha advertido de que los incumplimientos de las fechas tendrán "consecuencias".
Así lo ha asegurado la ministra, Margarita Robles, en la Comisión de Defensa celebrada este jueves en el Congreso de los Diputados tras ser preguntada por los partidos de la oposición sobre los retrasos. Robles ha avisado a las empresas que configuran TESS DEFENCE S.A., responsables de entregar los vehículos 8x8 Dragón al Ejército de Tierra, que estas demoras no son "aceptables", que no se producirán "reprogramaciones" en los plazos y que su cartera tiene "tolerancia cero" ante las mismas.
El contrato firmado por el Ministerio de Defensa con este consorcio, constituido por Indra, Santa Bárbara, Sapa Operaciones y Escribano, significaba un desembolso de más de 2.000 millones de euros para la adquisición de un total de 348 vehículos en la primera fase. Aunque el proceso de producción de estos blindados siempre lleva tiempo, la falta de avances y las escasa entregas hasta el momento han generado una "gran preocupación" en la ministra.
Fue a finales del año 2022 cuando se entregaron siete 8x8 Dragón en la versión de zapadores, los primeros (y únicos) que ha recibido el Ejército de Tierra pese a que se esperaba que en 2023 fueran entregados otra treintena de blindados. Si todo sigue su curso normal, se pretende recibir en tres fases un total de 998 vehículos en cinco versiones distintas.
La semana pasada Robles transmitió su "gran preocupación por la falta de avances" durante una reunión con los consejeros delegados de las empresas encargadas del proyecto. La titular de Defensa ha pedido la contratación de mayor capacidad de ingeniería en TESS y aumentar el ritmo de producción, incluyendo una nueva línea en la fábrica de Trubia (Oviedo). Además ha solicitado agilizar las entregas del grupo motopropulsor de SAPA, las torres de Escribano y el software del sistema de misión de INDRA.
¿Por qué es tan importante este blindado?
En 2021 Robles defendió este proyecto como "una apuesta clara por unas Fuerzas Armadas modernas, preparadas y competitivas" para lo que "hacen falta instrumentos tan importantes como los que se van a construir". Además, según el Ministerio de Defensa, es un producto con un alto grado de nacionalización que representa una "capacidad esencial" para la defensa nacional y con amplias posibilidades de exportación.
En términos industriales y tecnológicos se trata de uno de los mayores programas de vehículos blindados de la historia del Ejército español. No solo por la incorporación de este tipo de blindados a las operaciones españolas, sino también por el impacto en la industria militar, tanto en los principales contratistas del programa como en un numeroso grupo de empresas subcontratistas y suministradoras repartidas por toda la geografía nacional.
Según Indra, el sistema de misión (que ahora ha pedido agilizar la ministra) es "la pieza clave" para convertir al VCR 8x8 Dragón en el vehículo con un mayor componente digital del mercado y asegurar su superioridad. Además, la empresa valoró que se trata del elemento más importante desde el punto de vista de la soberanía nacional, ya que "el control del sistema por parte de una empresa española como Indra permitirá abordar todo tipo de modernizaciones y evoluciones futuras sin dependencia de terceros".
El sistema de misión de Indra permite desarrollar su función en un escenario cada vez más colaborativo, donde la información táctica es compartida por las fuerzas dispersas geográficamente para cumplir la misión. Para ello, el sistema de Indra dispone de una infraestructura electrónica de altas prestaciones y una potente capacidad de procesamiento, análisis y almacenamiento de información, tanto de los equipos a bordo, como de la información relevante para la misión.
Además, uno de sus componentes principales es el BMS (Battelfield Management System) VCR o sistema de gestión en campo de batalla, que evaluará en base a la posición, trayectoria del vehículo e información situacional en tiempo real, cuál es la mejor opción a tomar para garantizar el éxito y cumplimiento de la misión, acelerando el bucle de decisión.
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