Comer sano, dormir ocho horas diarias, hacer ejercicio semanalmente, disfrutar del tiempo libre, vincularse con otros y cuidar de uno mismo son factores directamente relacionados con la salud de las personas que, a su vez, están intrínsecamente ligados a la situación socioeconómica de cada uno. De ahí surge el término 'desigualdad social en salud' -que procede del inglés inequality health- sobre el que se levanta el nuevo plan de Sanidad de incluir un documento con los datos sociales de cada paciente.
Aunque no es algo nuevo. La Organización Mundial de la Salud incluye en su Glosario de Promoción de la Salud el concepto de determinantes sociales de la salud, que define como "las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y del ambiente en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen y sus posibilidades de acceso al poder, a la toma de decisiones, recursos y dinero que mejoren dichas condiciones, incluido el sistema de salud".
Contextualizar cada caso: el documento de Sanidad
Si alguien puede o no pagar el alquiler o comprar alimentos frescos; si su familia tuvo que emigrar para poder vivir mejor o si su identidad u orientación sexual han condicionado su paso por la formación básica, son factores que el Ministerio de Sanidad considera necesario conocer en consulta para atender el estado de salud de una persona o comunidad. En definitiva, contextualizar para poder abordar biopsicosocialmente.
El documento "Condicionantes sociales y del contexto familiar" se lanzó en diciembre junto con la recomendación de incluirlo en la Historia de Salud Digital (HSD) de cada paciente para que "los equipos profesionales puedan conocer y tener en cuenta las condiciones de vida de la persona a la hora de hacer un diagnóstico, una recomendación, un seguimiento o una propuesta de manejo, de cuidados o de acción comunitaria, que deberán ser consensuados, haciendo partícipes a las personas en la toma de decisiones sobre su propia salud".
Datos a incluir en el historial clínico
El informe propone incluir varios puntos para una mejora en el abordaje de salud de cada paciente:
- Edad: calcular la edad de manera automatizada a partir de la fecha de nacimiento.
- Sexo con las categorías: mujer, hombre e intersexual o indeterminado.
- Identidad de género y orientación sexual: Según el informe, "la orientación sexual, la identidad y expresión de género, son también ejes de desigualdad a explorar".
- Migración y origen.
- Clase social: Dentro de esta categoría, se recomienda incluir el nivel de renta, la situación laboral actual, el nivel educativo...
- Territorio: domicilio, índice de privación según sección censal y zona rural o urbana.
- Grados de discapacidad y dependencia.
Inconvenientes del sistema actual
Actualmente, en general, la historia de salud digital (HSD) no permite registrar y actualizar de una manera sencilla los principales condicionantes sociales y de contexto familiar de las personas, provocando, según el estudio, los siguientes inconvenientes:
- Dificulta consultar los condicionantes sociales en tiempo real e integrarlos en la atención holística de las personas.
- Dificulta la evaluación de los resultados en salud en función de variables sociales, lo cual sigue invisibilizando su importancia y dificulta detectar grupos de personas en situación de vulnerabilidad, así como orientar las políticas de salud según las necesidades y las demandas de la población.
- Dificulta realizar un adecuado y más efectivo abordaje biopsicosocial, familiar y comunitario de las personas y las poblaciones.
Por todo ello, se considera necesario consensuar un conjunto mínimo de datos sociales y de contexto familiar a incorporar en la HSD que faciliten el abordaje biopsicosocial, familiar y comunitario, y que permitan conocer, analizar y visibilizar los condicionantes sociales y de contexto familiar que influyen en la salud de la población.
La otra cara de la propuesta
Esta medida no ha sido acogida con el mismo entusiasmo por todos. Desde la oposición (PP) argumentan que aspectos como el nivel de renta ya se registran parcialmente en el historial clínico, y destacan que el registro de determinantes sociales de salud es un consenso en el ámbito de la Atención Primaria y Comunitaria. También hacen hincapié en que la implementación de la TSI (Tarjeta Sanitaria Individual) ya contempla ciertos aspectos económicos.
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