Mientras varios municipios de Castilla y León siguen en alerta por las crecidas de sus ríos, la sequía se agrava en Cataluña y Andalucía.
La emergencia por falta de agua obliga a elevar las restricciones y los meteorólogos dibujan un potente anticiclón plantado sobre la Península durante las próximas semanas.
Las últimas precipitaciones de agua y nieve han sido insuficientes y no cayeron donde más se necesitan.
No bastan las medidas a corto plazo, urge un pacto nacional que afronte con ambición situaciones de extrema escasez. Y hacerlo antes de que media España muera de sed.
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