El PSOE se guarda las cartas en lo relativo a la ley de amnistía. El Congreso debate este martes la incorporación de nuevas enmiendas y los socialistas no aclaran si finalmente aceptarán las de Junts, que propone amnistiar los delitos de terrorismo aunque hayan sido juzgados. Desde la formación afincada en Ferraz insisten en que ellos ya pactaron unas enmiendas "técnicas" a un texto que es "plenamente constitucional" pero públicamente solo dejan entrever un rechazo a las propuestas de los de Carles Puigdemont, expresident de la Generalitat fugado de la Justicia, que en privado han negado hasta ahora. Al líder de Junts se ha referido veladamente la nueva portavoz, Esther Peña, quien se ha estrenado defendiendo que "la democracia es más completa si incorporamos a aquellos actores que tuvieron que salir por una circunstancia o por otra", en referencia a los fugados en 2017.
Respecto a las enmiendas, la sustituta de Pilar Alegría en Ferraz ha apuntado que “hay muchos grupos y hay que llegar a una mayoría. La labor de seducir para convencer les toca a otros”,. En una rueda de prensa en Ferraz, la diputada castellanoleonesa ha insistido en que se puede hablar “de toda circunstancia” y ha pedido “esperar al debate de mañana, que será fructífero”.
Con todo, ha insistido en defender que el PSOE ya presentó sus “propias” enmiendas, que son “de carácter técnico porque el documento presentado es impecable jurídicamente y plenamente constitucional”. Los socialistas acordaron la pasada semana unas enmiendas con Sumar, ERC, Bildu y BNG, en las que se pedía ampliar el ámbito de aplicación de la amnistía para incluir el olvido jurídico los agravios y críticas llevados a cabo a través de la prensa, de medios de comunicación, redes sociales o actividades educativas.
Junts y ERC presentaron, por su parte y por separado, sus enmiendas a la proposición de ley de amnistía, aunque coincidieron en pedir que se amplíen los delitos de terrorismo entre los actos que se beneficien de la medida de gracia. Además, los de Carles Puigdemont buscan ampliar los actos englobados en la norma, incluyendo los "atribuidos" en base a "operaciones policiales artificiosas orientadas a la criminalización de cargos públicos". Acotan que se han de amnistiar actos de "colaboradores" aunque no estén directamente "vinculados" al procés, un planteamiento que podría ir dirigido a personas como la presidenta de Junts, Laura Borrás -condenada por corrupción-, o Gonzalo Boye, el abogado del expresident.
Desde el PSOE siempre se han mostrado reticentes a aceptar la ampliación de la aplicación de la medida de gracia a los condenados en firme por delitos de terrorismo. De hecho, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, apuntó hace días que el PSOE está "muy convencido" de que "los delitos graves tienen que estar exceptuados de la amnistía, como ya lo están en la proposición de ley". Con todo, los socialistas tendrán una reunión de trabajo esta tarde para fijar posición ante la votación de mañana, que será pública.
Con todo, Peña ha insistido hoy en la normalización que los socialistas llevan meses tratando de impregnar a sus negociaciones con los de Puigdemont, que son continuas desde que sus siete diputados son imprescindibles para la estabilidad del Gobierno de coalición. "Hemos hablado mucho, llevamos tiempo haciéndolo", ha defendido la nueva portavoz, que ha asegurado que “la democracia es más completa si incorporamos a aquellos actores que tuvieron que salir por una circunstancia o por otra”, en referencia a los fugados en 2017 tras declarar la Declaración Unilateral de Independencia y aplicar el Gobierno de Mariano Rajoy el artículo 155 de la Constitución Española. Peña ha apuntado que “siempre hay una oportunidad de volver a empezar”. “Parece muy romántico, pero significa mejorar la vida de los catalanes y destensar la situación” en el resto del país, ha concluido.
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