Oriente Medio, un polvorín a punto de estallar: "Irán está en el centro de todos los conflictos armados y eso le beneficia"

Escalada de violencia en Oriente Medio.
Escalada de violencia en Oriente Medio.
Carlos Gámez
Escalada de violencia en Oriente Medio.

Los peores presagios sobre Oriente Medio empiezan a ser una realidad difícil de frenar. La escalada de violencia en la que lleva sumida meses la región suma cada vez más aristas. El mapa de la zona, plagado de conflictos, podría llevar al engaño de pensar en una guerra a gran escala, sin embargo, los ataques cruzados en los que se han visto envueltos Irán, Pakistán, Irak, Siria, YemenJordania y, por su puesto, Israel contra la Franja de Gaza, tienen motivos muy distintos. No obstante, la chispa de los secuestros de Hamás y la repuesta israelí que ha dejado de momento más de 24.600 palestinos muertos ha prendido la llama de una zona donde los bombardeos se han convertido en una macabra rutina.

Solo este jueves, Pakistán ha respondido a los ataques iraníes del martes con un bombardeo en el sureste de Irán que ha dejado nueve muertos, incluidos cuatro niños. Un ataque aéreo en el sur de Siria que se le atribuye Jordania ha provocado otros diez fallecidos. A lo que hay que sumar en estas 24 horas las operaciones en Gaza del Ejército israelí y el fuego cruzado de este con la milicia libanesa Hizbulá. Así como los ataques de la coalición de Estados Unidos y Reino Unido contra los hutíes en Yemen. Todos ellos episodios de disputas cuyo origen se remontan al pasado.

El estancamiento de conflictos como el palestino-israelí, las guerras civiles de Yemen o Siria y las tensiones transnacionales entre pueblos como el kurdo (Irán, Irak, Siria y Turquía) y el baluchí (Irán, Pakistán y Afganistán) se han convertido durante décadas en un elefante en la habitación que no se ha querido abordar. Ahora que la guerra entre Israel y Hamás ha reabierto la herida de viejos conflictos, la red de intereses geopolíticos y la lucha por la hegemonía regional están provocando una espiral en la que están involucrados más de una decena de países

Los atentados de Hamás en Israel el 7 de octubre provocaron la respuesta del Ejército israelí, que en su objetivo de acabar con el grupo islamista continúa bombardeando la Franja y ha amentado los ataques en Cisjordania. Fue entonces cuando en defensa de la causa palestina varios grupos asociados a Irán decidieron atacar a Israel. "Oriente Medio se enfrenta una escala de tensión en la región sin precedentes y eso beneficia sobre todo a una de las grandes potencias regionales: Irán, que está en el centro de todos los conflictos armados de la zona", asegura a 20minutos Alfredo Rodríguez, director del Máster en Seguridad Internacional de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

El primero de esto grupos en actuar fue la organización libanesa chií Hizbulá y, tras ella, grupos en Siria, Irak y Yemen. Este últimos, los hutíes, en vista de que sus lanzamientos de drones y misiles no hacían el daño que querían a Israel, optaron por atacar los buques mercantes que pasaban frente a sus costas en el mar Rojo. Esto provocó que las grandes navieras y petroleras se negaran a pasar por esa ruta, provocando un desvío y, por tanto, un encarecimiento de productos con destino a países Occidentales. Estados Unidos, junto con Reino Unido y otros aliados, decidieron intervenir y bombardear posiciones hutíes n Yemen. Unos ataques que han continuado hasta este jueves.

Para Rodríguez, esta respuesta de la coalición que lidera Estados Unidos irá más allá, entre otros motivos por la política interna estadounidense. "Se está echando un pulso entre hutíes y Estados Unidos y Reino Unido. Puede ocurrir que se empeore el conflicto, pero estamos al inicio del periodo electoral, por lo que no creo que Estados Unidos vaya a entrar directamente en una guerra, porque eso le haría perder las elecciones a la Administración Biden", afirma.

Ataques cruzados entre Irán y Pakistán

De los bombardeos en el mar Rojo se pasó a al otro extremo de Oriente Medio. Aprovechando esta situación, grupos yihadistas como Estado Islámico reivindicaron el atentado en Irán que provocó el cuatro de enero de este año la muerte de 89 personas durante la celebración del cuarto aniversario del asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní a manos de Estados Unidos. Irán prometió venganza y esta semana ha bombardeado lo que asegura que eran posiciones de grupos terrorista en Siria, Irak y Pakistán. En estos dos últimos países lo ha hecho en la región del Kurdistán irakí y en la provincia de Sistán y Baluchistán pakistaní, ambos territorios donde se encuentran pueblos enfrentados con Irán y que cuentan con grupos nacionalistas que piden la independencia.

El ataque de Irán de este martes en Pakistán dejó, según el Ministerio de Exteriores pakistaní, dos menores muertos y tres niñas heridas. Ambos países cuentan con relaciones cordiales en materia de seguridad y esta misma semana han realizado maniobras militares conjuntas, lo que ha generado todavía más sorpresa. En el pasado se han producido tensiones entre ambas naciones, pero generalmente por motivos relacionados con grupos armados en Baluchistán. Las acciones que se llevan a cabo siempre han ido acompañadas de declaraciones institucionales en las que pretenden aclarar que no buscan atentar contra su vecino, sino acabar con esta insurgencia

"La escalada del conflicto que se está produciendo en Oriente Medio puede haber animado a Irán a ser más proactivo persiguiendo esos objetivos más allá de sus fronteras, sobre todo cuando Pakistán no parece que vaya a obtener la ayuda de Estados Unidos por su situación interna", explica el profesor de la UNIR. Con todo, Pakistán no ha duda en responder. Este jueves un ataque del Ejército pakistaní contra supuestos "terroristas" en el Baluchistán iraní ha dejado al menos nueve personas muertas, entre ellas cuatro niños.

A todos estos conflictos hay que sumarle el bombardeo que se ha producido este jueves en el sur de Siria. Al menos diez personas murieron, varias de ellas niños, en un ataque aéreo perpetrado contra dos viviendas, según dos organizaciones diferentes que vincularon el ataque a una campaña jordana contra el narcotráfico. Pese a a que Amán no suele asumir públicamente estas acciones, se les ha otorgado la autoría de otras dos operaciones contra el narcotráfico en territorio sirio en lo que va de año. Jordania es un importante destino y punto de tránsito para el captagón -un tipo de anfetamina-, que se produce en Siria en grandes cantidades.

La situación de inestabilidad no es nueva en Oriente Medio, pero sí el aumento de las actividades bélicas entre países. Las implicaciones de esta escalada afectan ya a la región y "hay peligro de que los conflictos de baja intensidad que se estaban llevando a cabo pasen a ser enfrentamientos armados", manifiesta Alfredo Rodríguez. A cada ataque de un Ejército, grupo insurgente o milicia, se le responde con otro mayor. Y mientras tanto, la mecha de Oriente Medio se acorta cada día más.

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