La Conselleria de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña ha abierto un expediente por incumplimiento de la ley de Responsabilidad Ambiental a ocho empresas químicas ubicadas en Tarragona que estarían detrás de los microplásticos o pellets que desde hace al menos cinco años aparecen en las playas de la zona.
Las empresas investigadas, según la resolución del expediente y como se notificó a la ONG denunciante, Surfrider, son Basell Poliolefinas, SK Primacor, Transformadora de Etileno, Katoen Natie, Schmidt Ibérica, Ravago Plásticos, Repsol Química y Dow Chemical Ibérica.
De momento, las ocho empresas incluidas en el procedimiento han presentado las correspondientes alegaciones en el trámite de audiencia. A esas compañías podrían sumarse otras, pues desde Acció Climática han explicado este martes que el expediente está en fase de ampliación.
En concreto, se investigan "presuntos daños ambientales a los recursos naturales y a los servicios de recursos naturales que causan por su actividad en la red hidrográfica de la cuenca del río Francolí" y, especialmente, en las playas de la Pineda, la de Prats de Vila-seca, e incluso la playa de Cavallería en Menorca. También se citan posibles "afectaciones en el mar Mediterráneo" y su biodiversidad, así como en "la salud humana".
El expediente llega tras la denuncia de Surfrider Foundation en octubre para que se investigue el origen de esta contaminación. Esta entidad trabaja junto a la ONG local Good Karma, que desde 2018 tomó muestras de los microplásticos en arena y agua.
En concreto, habrían recogido más de 700.000 microplásticos en 2021 y más de dos millones el 2022. Uno de de los portavoces de Surfrider, Xavier Curto, explica que resulta "muy complicado cuantificar el daño total porque se trataría de una contaminación persistente en el tiempo" y porque esos microplásticos o pellets "se incrustan en la arena de la playa y es muy difícil limpiarlos del todo".
Curto explica que se trata de una "primera victoria" que la Generalitat haya abierto un expediente, pues las empresas del sector no tienen una normativa de seguimiento obligatorio sobre las pérdidas de microplásticos en el medioambiente fruto de su actividad. "Ahora mismo se autorregulan pero nadie audita lo que pierden al mar o no", reflexiona el ecologista.
Este expediente se abre en plena crisis de llegada de bolas de plástico a la costa cantábrica. Ante el aumento de la presencia de estos microplásticos, Asturias, Cantabria y Galicia decidido subir al nivel 2 de emergencia. Esto permitirá que las Administraciones autonómicas puedan pedir ayuda al Estado para su retirada.
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