Cada año los niños españoles acuden a las tradicionales Cabalgatas de Reyes que se celebran en los pueblos y ciudades de todo el país. Durante los desfiles se lanzan miles de caramelos y cuando llegan a su fin los niños regresan a casa a dormir. A la mañana siguiente se despiertan emocionados porque saben que los Reyes Magos han pasado por casa y les han dejado regalos, especialmente juguetes. Sin embargo, los obsequios que traen los Reyes a los niños en otras partes del mundo pueden llegar a resultar desconcertantes en España.
Este es el caso de Vale de Salgueiro, un pueblo de 344 habitantes ubicado al noreste de Portugal que cada año se vuelve noticia por su particular tradición de Reyes. En esta localidad los niños esperan con ansias el sonido de la gaita que da inicio a la celebración para poder fumar cigarrillos junto a sus amigos en la Plaza del pueblo. Sin embargo, se trata de una actividad que pueden realizar únicamente los días 5 y 6 de enero.
"La fiesta de Reyes es una fiesta religiosa de nuestro santo patrono. Es la tradición de la emancipación de los niños que se convierten en adultos. A los 14 o 15 años, fumaban un cigarrillo y como se decía en el pueblo, ya eran hombres", indicó el alcalde Carlos Cadavez durante una entrevista concedida en 2019 a Agence France-Presse. Sin embargo, la realidad es que incluso a los niños de cinco años se les permite fumar.
Esta tradición se celebra desde hace varias décadas. Además, cabe destacar que durante la fiesta se reúnen todos los vecinos, desde los más pequeños hasta los más ancianos, en la plaza del pueblo hasta altas horas de la noche. Allí cantan, bailan, escuchan el sonido de las gaitas y disfrutan de los fuegos artificiales.
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