España cerró el año pasado con un notable crecimiento en el empleo si se tiene en cuenta las circunstancias que rodearon la economía en 2023. Con una elevada inflación, una eurozona completamente estancada y fuerte inestabilidad geopolítica, el tejido productivo del país fue capaz de aumentar en 539.739 los puestos de trabajo medidos en términos brutos. Una cifra superior incluso a la de 2022, en el que se incorporaron unos 470.000 afiliados a la Seguridad Social.
Sin embargo, el indudablemente buen dato de empleo conocido el miércoles tiene un reverso llamativo: la inmensa mayoría de los nuevos puestos de trabajo creados se generaron en el primer semestre del año. En concreto, el 84% del aumento de la afiliación a la Seguridad Social registrado el año pasado —448.000 empleos, medidos en términos desestacionalizados— se logró entre enero y junio. Sin embargo, el segundo semestre cerró con un balance de 86.000 nuevos puestos de trabajo, cuatro veces menos que en los seis primeros meses del año.
De hecho, si se observa la estadística mes a mes se puede ver cómo solo en marzo y abril la afiliación se disparó en 281.000 trabajadores en total, una cifra que representa el 53% de todo el empleo creado a lo largo del año pasado. Estos dos meses fueron extraordinarios para el mercado laboral. Hasta el punto de que en 2023 ambos marcaron récords históricos en cuanto a nuevos puestos de trabajo registrados.
La concentración del empleo en los primeros seis meses del año no es una novedad. En 2022 la afiliación a la Seguridad Social aumentó en 479.000 personas descontado el efecto que provoca la estacionalidad de la economía española en los datos. De ellos, el 86% se generaron en los seis primeros meses del año, una cifra muy similar a la que se vio el año pasado.
Sin embargo, este fuerte crecimiento del empleo en el primer semestre no se vio con tanta intensidad en el anterior ciclo expansivo de la economía española (2014-2019). Los puestos de trabajo anuales que se crearon entre 2014 y 2018 en los primeros semestres no llegaron a superar el 64%. En la segunda mitad de 2019 el empleo llegó a reducirse en un clima de desaceleración económica.
El frenazo en el empleo que se vivió en el segundo semestre del año pasado se asocia también con un momento de ralentización económica. El PIB de la eurozona encadena ya 12 meses estancado y en España el crecimiento se ha ido moderando progresivamente, aunque sin llegar a detenerse por completo. En este contexto, es llamativo cómo el país se las ha arreglado para crear unos 80.000 puestos de trabajo más que en 2022, con un crecimiento económico en 2023 que se estima en la mitad del visto hace dos años.
El mercado laboral español inicia este 2024 en ese contexto de ralentización, que se espera que se vaya disipando a medida que vaya avanzando el año. Las previsiones apuntan a que la inflación irá disminuyendo a medida que avance el año y que los tipos de interés bajen, lo que abaratará el coste de los préstamos. Estos dos factores deberían facilitar que los trabajadores vayan recuperando poder adquisitivo y que la actividad vaya cogiendo tracción.
El Gobierno espera crear un total de 700.000 puestos de trabajo entre 2023 y 2024. Con los 540.000 empleos incorporados el año pasado, la economía española tendría que ser capaz de generar otros 160.000 para alcanzar la meta del Ejecutivo. Para lograrlo bastaría con que la afiliación a la Seguridad Social creciera este año al ritmo que lo hizo en el segundo semestre de 2023.
El 'boom' de la educación
A nivel sectorial, el gran protagonista en el mercado laboral de 2023 fue la educación. Esta actividad fue la que más aportó al crecimiento en el empleo con un espectacular incremento de 151.700 afiliados, casi cuatro veces más que en 2022 y una cifra sin precedentes en los últimos años. Uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo en 2023 se crearon en este sector.
Tras la educación, aparecen la restauración, con 56.900 afiliados más, los servicios sociales (35.400) y las actividades sanitarias (30.700). En el otro lado del espectro, destaca la fuerte reducción en el empleo en la administración pública y defensa (68.100 afiliados menos).
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