Uno de cada tres adolescentes de 12 y 13 años ha consumido alcohol y el 25% dice haber fumado cigarrillos electrónicos

Un grupo de jóvenes durante el primer día de las fiestas de la Mercè, a 24 de septiembre de 2021, en Barcelona, Cataluña (España).
Un grupo de jóvenes durante el primer día de las fiestas de la Mercè, en Barcelona.
Lorena Sopêna / Europa Press
Un grupo de jóvenes durante el primer día de las fiestas de la Mercè, a 24 de septiembre de 2021, en Barcelona, Cataluña (España).

Más de uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 13 años ya ha bebido alcohol, al menos, una vez en su vida; y el 25% reconoce que ha fumado alguna vez un cigarrillo electrónico. Pese a que el consumo de estas sustancias es todavía muy inferior al de los adolescentes más mayores, hay algunas conductas sorprendentes y preocupantes en esta franja de edad, según indica un estudio piloto de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre drogas 2023. El informe, difundido este jueves por el Ministerio de Sanidad, refleja los resultados de una encuesta llevada a cabo a 8.000 jóvenes de primero y segundo de la ESO entre febrero y mayo de este año; y permite compararlos con la encuesta habitual que se hace cada dos años a los adolescentes de entre 14 y 18 años. 

"Nos da información de una franja de edad de la que esperábamos conductas más prudentes que en sus mayores, pero que no teníamos datos empíricos propios", ha explicado el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí. La investigación revela, por ejemplo, que el consumo de bebidas alcohólicas es todavía reducido entre los adolescentes de 12 y 13 años. Muchos no consumen, aunque el 34,6% de los estudiantes confiesa haber bebido alcohol al menos una vez en su vida. La prevalencia desciende, eso sí, a medida que se acorta el periodo temporal analizado: el 31% dice haber bebido alcohol en el último año y el 21,5% en el último mes. "Y si les preguntamos de dónde lo consiguen, nos dicen que básicamente en casa, o en casa de personas cercanas, y en cierta proporción aquellos que lo han consumido en tiendas de barrio, en tiendas de proximidad", ha detallado Villalbí. 

Además, incide el departamento dirigido por Mónica García, tanto en este tramo de edad como el de los más mayores, se observa, en general, que cuanto más frecuente sea el consumo de sus progenitores, mayor prevalencia hay entre los alumnos: el 50% de los estudiantes cuyo padre abusa del alcohol todos o casi todos los días ha probado el alcohol, elevándose esta proporción hasta el 62% en los casos en los que es la madre la que presenta un problema de abuso para esta sustancia.

"Nos preocupa un poquito más la existencia de patrones de consumo más de riesgo", ha subrayado el delegado, en referencia a la intoxicación o a la participación en botellones. Aquí la diferencia de prevalencia es considerable respecto a los adolescentes más mayores. El 2% de los alumnos de 12 y 13 años dicen que se han intoxicado —comparado con un 20% entre los estudiantes de Secundaria de 14 a 18 años—; y un 3% ha participado en un botellón —frente al 20% de los más mayores—. Son, tal y como ha señalado Villalbí, conductas que van aumentando de forma gradual a medida que aumenta la edad. a que 

Uno de cada cuatro ha probado un cigarro electrónico

Con respecto al tabaco, el consumo es igualmente bajo entre el grupo analizado: entre un 8 y un 9% lo ha probado alguna vez y menos de un 1% se ha convertido en fumador diario. Proporciones muy inferiores a la de los más mayores, que en un 30-35% dicen haber probado el tabaco y en torno a un 8% reconoce que ya son fumadores diarios. 

"En cambio, están muy presentes los cigarrillos electrónicos, y esto ha sido una relativa sorpresa en esta franja de edad", ha advertido Villalbí. Y es que la proporción de adolescentes de primero y segundo de la ESO que ha probado estos productos es, en palabras del delegado, "nada despreciable": el 25% reconoce haberlo probado al menos una vez; y entre el 10 y el 12% que lo hizo en el último mes. "Esto son cifras sorprendentemente altas; muy superiores a las del tabaco, teniendo en cuenta que estamos viendo cada vez más que los cigarrillos electrónicos son la puerta de entrada al consumo del tabaco", ha alertado.

Bebidas energéticas

Otro de los datos que arroja la investigación es el consumo de bebidas energéticas, como Red Bull, Burn o Monster. En el último mes, el 28% de los estudiantes de 12 y 13 años dice haber bebido alguna de esas bebidas, y un 10,2% reconoce que lo ha hecho mezclándolas con alcohol. En los chicos esta cifra es muy superior, con un 42% frente a un 11,4 % en las chicas. A los 14-18 años, el consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol se duplica hasta el 19,5%. 

Este mismo jueves, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha avanzado que su departamento ya está "estudiando" medidas para paliar el efecto de las bebidas energéticas y de cigarrillos electrónicos en los jóvenes. En declaraciones a los medios en una visita a un colegio de la capital, Rego ha asegurado que va a coordinarse con Sanidad y Consumo para acometer esta problemática. "Es un elemento de máxima preocupación siempre garantizar la salud de nuestros niños, de nuestros jóvenes, e impulsar medidas consecuentes para tratar de paliar el efecto que tiene todo este tipo de sustancias sobre la salud", ha aseverado.

Videojuegos, internet y redes sociales

Más extendido está el uso de videojuegos: el 90% dice que juega a ellos de forma habitual o reciente. Aquí sucede lo contrario al resto de ámbitos analizados: el consumo disminuye a medida que aumenta la edad, aunque sigue habiendo una prevalencia de entre el 60 y el 70% entre los adolescentes de 14 a 18 años. Además, con la edad disminuye sobre todo el uso de las chicas, que, en cambio, se decantan más por internet y las redes sociales. Y en torno a un 14% del total de adolescentes de 12 a 13 años "contestan preguntas que sugieren que podrían estar haciendo un uso problemático de internet", según Villalbí, que también señala un uso más problemático en chicas (18%) que en chicos (11%). 

De nuevo, la prevalencia de estudiantes con posible uso problemático de internet aumenta en los alumnos más mayores: hasta el 20,5% entre los de 14 y 18 años (al 26% en el caso de las chicas de esa edad). 

En lo que respecta al uso problemático de videojuegos —reconocido por la OMS una enfermedad—, el estudio piloto muestra que podría estar presente en alrededor de un 6% de los estudiantes de primero y segundo de la ESO: entre ellos se eleva al 9%; mientras que entre las chicas se reduce al 3%. 

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