El acuerdo en torno a la reforma del subsidio por desempleo ve la luz tras semanas de roces entre los ministerios de Trabajo y Economía. El Gobierno ha aprobado este martes unos cambios que amplían la cobertura de esta ayuda a parados, elevan su cuantía hasta los 570 euros mensuales durante los primeros seis meses de prestación y la hacen compatible con el empleo. "Es una reforma muy importante para nuestro país", ha defendido la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La reforma deja atrás los 480 euros mensuales en los que se sitúa actualmente el subsidio por desempleo, una ayuda a la que pueden optar los parados que cumplan determinados requisitos de renta una vez agotada la prestación contributiva. En su lugar, la cuantía del subsidio se eleva a 570 euros mensuales durante los primeros seis meses de percepción y a 540 durante los seis meses siguientes, para mantenerse posteriormente en 480 euros durante el tiempo que reste hasta su extinción, que se mantiene en un tope de 30 meses. "Ampliamos y mejoramos la cuantía del subsidio", ha recalcado Díaz, que ha señalado también que se ha simplificado el trámite para acceder a la ayuda.
De este modo, el monto inicial acordado supone un 95% del Iprem —es el indicador de referencia para fijar las ayudas y subsidios y se sitúa actualmente en 600 euros mensuales— y se reduce a los seis meses al 90% del indicador, frente al 80% que representa la cuantía actual. La reforma establece precisamente estos porcentajes sobre el Iprem, de manera que en caso de que el índice suba, también lo hará la ayuda.
La cifra fijada al comienzo de percibir la prestación es algo más modestas a la que el Ministerio de Trabajo planteaba en su diseño original, que proponía llegar a los 660 euros durante los primeros seis meses para bajar después a 540 y 480 euros. En cambio, Economía sugería aumentar la ayuda a 600 euros mensuales en un primer momento, para luego ir reduciéndola trimestralmente a 480, 390 y 300 euros.
Por tanto, la configuración final de la reforma se sitúa en un punto intermedio entre los planteamientos de los departamentos de Díaz y Calviño, cuyo choque ha dilatado en las últimas semanas la negociación de los cambios. La vicepresidenta segunda ha restado importancia a las discrepancias y ha afirmado que "quien ha ganado hoy son los españoles". La modificación del subsidio por desempleo es precisamente uno de los hitos exigidos por Bruselas para el desembolso del cuarto pago de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. "Es un compromiso que tenemos con la Comisión Europea, pero sobre todo con nuestro país", ha recordado la ministra de Trabajo, que ha recalcado el compromiso del Gobierno por "ensanchar los derechos laborales".
Más beneficiarios
Más allá de la cuantía, la reforma también introducen cambios en los potenciales beneficiarios del subsidio. En concreto, el alcance de la ayuda se amplía a los menores de 45 años sin cargar familiares —hasta ahora estaban excluidos—, así como a los trabajadores eventuales agrarios de fuera de Andalucía y Extremadura y a los trabajadores transfronterizos que acuden a trabajar a diario a Ceuta y Melilla.
"Incorporamos a tres colectivos más que estaban siendo excluidos", ha explicado Díaz. Fuentes del Ministerio de Trabajo apuntan a que esta ampliación incorporará a unos 400.000 parados más al sistema. "No solo no recortamos la ayuda, sino que ampliamos sustancialmente la cobertura", ha insistido la vicepresidenta segunda, al mismo tiempo que ha instado al PP a votar en el Congreso a favor de esta reforma "en interés de los españoles".
Compatible con el empleo
Otro cambio significativo es el hecho de que esta ayuda a parados será compatible con un empleo durante los primeros 180 días de prestación, para poder así compaginar la percepción del subsidio con la vida laboral. La vicepresidenta segunda ha remarcado que esta compatibilidad es "clave" en fechas como las actuales, en plena campaña de Navidad y en la antesala de las rebajas, cuando hay desempleados que se enfrentan a la disyuntiva de aceptar un empleo por pocos días y tener que renunciar al subsidio o rehusar el trabajo para seguir cobrando la ayuda. "Esto queda corregido hoy", ha afirmado Díaz, que ha defendido que la protección social incentiva la búsqueda de empleo, en contra de las voces críticas con este tipo de ayudas a desempleados.
Además, la reforma elimina también el mes de espera que se establecía entre el fin de la prestación contributiva por desempleo y el inicio del subsidio, un lapso de tiempo que la ministra de Trabajo ha afirmado que funciona como una suerte de "castigo" hacia los beneficiarios, al interrumpir la percepción de ayuda. La modificación aprobada este martes solventa este punto, permitiendo que el subsidio por desempleo se pueda cobrar de manera inmediata una vez finalizada la prestación contributiva.
La ministra de Trabajo ha afirmado que el subsidio por desempleo es una política "especialmente feminista" con un gran impacto de género, ya que más del 56% de las personas que lo perciben son mujeres. Además, fuera de la reforma del subsidio por desempleo, el Gobierno también ha aprobado este martes la generalización del permiso de lactancia hasta un máximo acumulado de 28 días para todos los trabajadores, con independencia de que lo tengan o no recogido en su convenio colectivo.
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