La epidemia de peste negra en la Edad Media preparó nuestros cuerpos para disfrutar de la comida rápida, según un estudio

Ha sido una de las enfermedades más contagiosas y mortales de la historia. La bacteria se encuentra principalmente en ratas y moscas y se transmite a los humanos a través de la mordedura de estos animales. Su tasa de contagiosidad es 3,5.
Imagen de una persona protegida para la peste negra.
Pixabay/darksouls1
Ha sido una de las enfermedades más contagiosas y mortales de la historia. La bacteria se encuentra principalmente en ratas y moscas y se transmite a los humanos a través de la mordedura de estos animales. Su tasa de contagiosidad es 3,5.

La segunda pandemia de la peste negra o bubónica, producida a mediados del siglo XIV, mató entre el 30% y el 60% de la población europea y cambió profundamente el curso de la historia.

Ahora, un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Penn State, es decir, la Universidad Estatal de Pennsylvania (EE UU) y la Universidad de Adelaida (Australia), ha revelado que esta plaga, potencialmente a través de cambios resultantes en la dieta y la higiene, también puede estar asociada con un cambio en la composición del microbioma oral humano hacia uno que contribuya a las enfermedades crónicas en los humanos de hoy en día.

Las clases pudientes que comían alimentos ricos en calorías tenían más probabilidades de sobrevivir a la plaga, que mató a 50 millones de personas. Como resultado, los gustos cambiaron y se desarrollaron dietas que hoy en día tienen más probabilidades de estar relacionadas con enfermedades crónicas.

La investigación se ha publicado en la revista Nature Microbiology, ya ha estado dirigida por Laura Weyrich, profesora asociada de antropología en la Penn State. "Los microbiomas modernos están relacionados con una amplia gama de enfermedades crónicas, incluida la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la mala salud mental", dijo Weyrich.

"Descubrir los orígenes de estas comunidades microbianas puede ayudar a comprender y gestionar estas enfermedades", añadió la científica.

Según Weyrich, se cree que los cambios en la dieta han influido en la evolución del microbioma oral a lo largo del tiempo; sin embargo, pocos estudios han examinado directamente la historia de los microbiomas orales humanos en una sola población.

En el estudio más grande hasta la fecha sobre cálculos dentales antiguos, Weyrich y sus colegas recolectaron material de los dientes de 235 personas que fueron enterradas en 27 sitios arqueológicos en Inglaterra y Escocia desde aproximadamente el año 2200 a. C. hasta el año 1853 d. C.

Los investigadores procesaron las muestras en un antiguo laboratorio de ADN ultraesterilizado para minimizar la contaminación. Identificaron 954 especies microbianas y determinaron que pertenecían a dos comunidades distintas de bacterias: una dominada por el género Streptococcus, que es común en los microbiomas orales de los pueblos industrializados modernos, y la otra por el género Methanobrevibacter, que ahora se considera en gran medida extinto en personas industrializadas sanas.

Al explorar los orígenes de estas dos comunidades, el equipo descubrió que casi el 11% de la variación total en la composición de las especies del microbioma podría explicarse por cambios temporales, incluida la llegada de la peste negra.

"Sabemos que los supervivientes de la segunda pandemia de peste obtuvieron ingresos más altos y pudieron permitirse alimentos ricos en calorías", dijo Weyrich. "Es posible que la pandemia haya provocado cambios en la dieta de las personas que, a su vez, hayan influido en la composición de sus microbiomas orales", añade.

El equipo utilizó un enfoque novedoso para investigar si un cambio en la dieta podría haber influido en la aparición del grupo Streptococcus y la extinción del grupo Methanobrevibacter. Reunieron una lista de diferencias funcionales entre las bacterias de los dos grupos que podrían estar relacionadas con la dieta; por ejemplo, funciones relacionadas con la digestión alta o baja en fibra dietética, el metabolismo de los carbohidratos y el metabolismo de la lactosa (el azúcar de la leche).

Los investigadores encontraron que las bacterias en el grupo dominado por Streptococcus tenían más rasgos funcionales que están significativamente relacionados con dietas bajas en fibra y altas en carbohidratos, así como con el consumo de lácteos, todo lo cual caracteriza las dietas modernas. Por el contrario, al grupo dominado por Methanobrevibacter le faltaban rasgos asociados con el consumo de lácteos y azúcar, que caracterizaban las dietas de algunos humanos antiguos.

El equipo determinó además que el grupo Streptococcus estaba asociado con la presencia de enfermedad periodontal, que se caracteriza por infecciones e inflamación de las encías y los huesos alrededor de los dientes. El grupo Methanobrevibacter, por otro lado, se asoció con la presencia de patologías esqueléticas.

"Nuestra investigación sugiere que los microbiomas orales modernos pueden reflejar cambios pasados en la dieta, como resultado de la segunda pandemia de peste", dijo Weyrich. "Es importante destacar que este trabajo ayuda a mejorar nuestra comprensión de las enfermedades crónicas no transmisibles de la actualidad", añadió.

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