La ley de amnistía echa a andar en el Congreso gracias a los votos de PSOE, Sumar y sus socios independentistas

  • El Gobierno se une a ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos y BNG para iniciar la tramitación de la norma.
  • El texto aún tendrá que ser debatido en el Congreso y después pasar por el Senado, donde se retrasará.
  • La Cámara Baja también abre tres comisiones de investigación pactadas por el PSOE con los independentistas.
La proposición de ley de amnistía que pactó el PSOE con el expresidente catalán y fugado de la Justicia Carles Puigdemont aún tiene meses de tramitación parlamentaria por delante, pero ya ha comenzado a dar pasos para su aprobación y puesta en marcha.
La proposición de ley de amnistía que pactó el PSOE con el expresidente catalán y fugado de la Justicia Carles Puigdemont aún tiene meses de tramitación parlamentaria por delante, pero ya ha comenzado a dar pasos para su aprobación y puesta en marcha.
La proposición de ley de amnistía que pactó el PSOE con el expresidente catalán y fugado de la Justicia Carles Puigdemont aún tiene meses de tramitación parlamentaria por delante, pero ya ha comenzado a dar pasos para su aprobación y puesta en marcha.
La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, durante el Pleno de este martes.
EP

La proposición de ley de amnistía que pactó el PSOE con el expresidente catalán y fugado de la Justicia Carles Puigdemont aún tiene meses de tramitación parlamentaria por delante, pero ya ha comenzado a dar pasos para su aprobación y puesta en marcha. Este martes, el Congreso aprobó su toma en consideración por una mayoría absoluta de 178 votos a favor: los de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, Podemos y el BNG. Ahora, el texto comenzará a ser debatido en la Cámara Baja y deberá recibir luz verde de la misma en las próximas semanas, tras lo cual pasará al Senado, donde previsiblemente el PP hará uso de su mayoría absoluta para dilatar su aprobación.

La proposición de ley de amnistía salió adelante pese a la oposición de PP, Vox, UPN y Coalición Canaria, las cuatro formaciones que votaron en contra después de expresar su rotunda oposición al texto. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, llegó incluso a calificar el Pleno de este martes en el Congreso como el "más triste desde el 23-F". Y, en consonancia con la gravedad que quiso dar a la sesión, el PP forzó que la votación de la ley de amnistía fuera de viva voz y no mediante los habituales paneles electrónicos, con la intención de que los diputados del PSOE dieran "la cara".

Esta votación pública por llamamiento, que el PP pudo forzar porque el reglamento del Congreso lo permite si así lo solicitan más de 70 diputados, retrasó el final de una sesión parlamentaria que de por sí fue larga, puesto que al debate sobre la toma en consideración de la ley de amnistía le siguieron discusiones sobre otros seis asuntos. Entre ellos se encontraba la creación de tres comisiones de investigación pactadas por el PSOE con los partidos nacionalistas e independentistas para la investidura de Pedro Sánchez, que salieron adelante con la misma mayoría que puso en marcha la tramitación de la amnistía.

Dos de ellas fueron presentadas conjuntamente por Junts y PNV: la primera pretende investigar la llamada Operación Cataluña y las actuaciones del Ministerio del Interior durante los gobiernos del PP contra el independentismo catalán, y la segunda busca esclarecer los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017. La tercera de las comisiones, solicitada por ERC y EH Bildu y que también fue aprobada, se dedicará a investigar el espionaje con el programa Pegasus del que supuestamente fueron víctimas en sus móviles 65 políticos, activistas, periodistas y abogados por su vinculación al independentismo catalán o vasco.

Varios meses aún por delante

Una vez aprobada la toma en consideración de la ley de amnistía, a la medida aún le queda un largo camino parlamentario para recibir la luz verde definitiva de las Cortes Generales y entrar en vigor. Ahora, el texto pasará a comisión para poder recibir las enmiendas de los grupos parlamentarios. El PSOE es partidario de no admitir ningún cambio en un texto que ya le costó semanas negociar con Junts y que está extremadamente medido para intentar evitar cualquier atisbo de inconstitucionalidad, pero ERC ha afirmado que "quizá" presente enmiendas para tratar de introducir algunas modificaciones a la propuesta.

Una vez termine esa fase, que durará unas semanas, la ley deberá ser de nuevo votada y aprobada en el Congreso de los Diputados. Y, una vez eso ocurra, pasará al Senado, donde experimentará un frenazo, ya que el PP ha utilizado su mayoría absoluta en la Cámara Alta para aprobar una reforma reglamentaria que le permitirá levantar la declaración de urgencia que han impulsado PSOE y Sumar en el Congreso para acelerar los trámites. A efectos prácticos, eso supone que los populares podrán dilatar hasta dos meses adicionales la puesta en marcha de la amnistía, aunque no pararla definitivamente.

Además de ello, el PP podrá sacar adelante en el Senado un veto a la ley de amnistía, una figura parlamentaria que supone expresar el rechazo total de la Cámara Alta a una ley que le ha remitido el Congreso. Eso obligará al texto a pasar una vez más por la Cámara Baja, que tiene la capacidad anular el veto. Solo entonces la ley de amnistía podrá darse por aprobada definitivamente.

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