A lo largo de este 2023 se han producido múltiples crisis humanitarias que afectan, de forma especial, sobre la infancia. Es el caso de la guerra desatada en Gaza, la de Ucrania o el conflicto civil que perdura en Sudán, sucesos que impactan cada vez más sobre la población más vulnerable, los niños.
De acuerdo con el Informe de Acción Humanitaria para la Infancia 2024 presentado este martes por Unicef, actualmente 460 millones de niños viven en zonas de conflicto abierto. Esta situación ha propiciado una llamada de auxilio por parte de la organización, que pide mayor colaboración para prestar ayuda a los más desfavorecidos. "La petición para 2024 es de 8.610 millones de euros para llegar a 94 millones de niños en 155 países", ha detallado José María Vera, director ejecutivo de la organización, para poder hacer frente a la complicada situación actual.
Uno de los conflictos más complicados se está produciendo en la Franja de Gaza, después de que se desatara una guerra entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre. Desde entonces, la situación en Palestina es desoladora, explica Laura Vil, representante adjunta de Unicef Palestina. Actualmente, detalla, ya "han muerto más de 5.000 niños, hay 8.000 heridos y 3.500 mujeres y menores se encuentran desaparecidos".
"La población ha tenido que desplazarse al sur, sin alimentos, ni agua", comenta. Además, la situación de los centros sanitarios también es realmente complicada y la atención a los heridos se vuelve cada día más difícil. "Los hospitales están totalmente sobrepoblados, el 80% casi no funciona por los bombardeos e inseguridad y, además, están surgiendo casos de deshidratación", indica.
Durante la tregua y el cese temporal de los ataques, Unicef, junto con la ONU, pudo llevar a cabo "misiones con suministros médicos, alimentos, entrega de ropa y abrigo en la parte del norte", indica Vil, ayuda de la que se "han beneficiado más de un millón de personas, el 50% de ellas, niños".
A pesar del empeño de las diferentes organizaciones por ayudar a los más necesitados, Vil indica que, para hacer frente al conflicto en Oriente Próximo, la organización necesita más ayuda, tal y como solicitó el director adjunto. "Unicef necesita mucho más apoyo de la comunidad internacional para brindar asistencia a los niños palestinos", ha indicado.
"Mayor crisis de niños desplazados"
Dentro de las guerras que se están librando actualmente también destaca el conflicto civil que perdura en Sudán desde abril de 2023. Esta guerra, que no es la primera en el país africano, también está afectando sustancialmente a los más pequeños. "Se estima que 25 millones de personas necesitan ayuda en Sudán, 14 millones de ellos niños", ha explicado también Blanca López, especialista en resiliencia y cohesión social de Unicef Sudán.
La crisis en el país africano, es realmente grave, explica, pues se calcula que "6 millones de personas, la mitad de ellas niños, han sido desplazados a la fuerza". "Sudán acontece la mayor crisis de niños desplazados en el mundo", detalla. Por si fuese poco, también padece una de las tasas de desnutrición más altas en el mundo. Actualmente, "3,5 millones de niños se encuentran en estado de desnutrición", indica. Dentro de este grupo, alrededor de "700.000 son casos agudos severos", lo que implica "un alto riesgo de morir" si no reciben tratamiento.
Dentro de la complicada situación infantil, López también comenta que hay que tener en cuenta las enfermedades. "3,5 millones de niños están en riesgo de padecer diarrea y cólera", pues las infraestructuras acuíferas, "no se mantienen en buenas condiciones". Como consecuencia, detalla, "el agua y el saneamiento son una de las principales causas de muerte de menores".
La situación educativa también es complicada, y es que "19 millones de niños no están recibiendo educación, las escuelas están dañadas, y hace meses que no se paga el sueldo a médicos ni profesores", detalla López.
Unicef, al igual que en Gaza, y en correspondencia con su naturaleza, realiza en Sudán una labor de ayuda incondicional. En los últimos tiempos, "4 millones de niños fueron tratados por desnutrición", a los que se unieron otras "400.000 que recibieron ayuda psicosocial", así como otras "300.000 que percibieron una prestación" para mantener "su salud y resiliencia", explica.
A pesar de la ayuda prestada, López, al igual que Vil y Vera, también solicitan una mayor contribución económica para poder dar soporte a las necesidades infantiles. "Para continuar con el trabajo se necesitan 840 millones para poder seguir ofreciendo salud, intervención, educación...".
Una situación global complicada
Los conflictos de Gaza, Sudán o Ucrania son solo algunos de los más importantes que contribuyen a las "múltiples crisis que inciden especialmente sobre la infancia", explica Vera. A esto también hay que añadirle algunos fenómenos climáticos extremos "con dificultad de previsión" que sufren, sobre todo, los niños. A su vez (los niños), también son "quienes han tenido una menor contribución a dichos conflictos", aclara.
Esta situación deja un balance general en el que "un quinto de todos los niños del planeta viven en zonas de guerra". Según los datos de Vera, entre 2005 y 2022 se produjeron "315.000 violaciones de los derechos de la infancia". Todo ello ha llevado a 202 millones de niños a vivir en "situación de pobreza alimentaria". "
De cara el próximo año, indica, "se afrontan retos de desplazamiento masivo de la población por las guerras y el clima", por lo que desde la organización hacen una "petición flexible" para poder hacer frente a la "imprevisibilidad" de ciertos conflictos. "Queremos llegar rápidamente a las zonas de conflicto para que la ayuda sea justa y equitativa, para que todos los niños reciban apoyo en función de su necesidad y no de donde se encuentren", ha proclamado.
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