¿Qué es el acné felino? Así podemos detectarlo, tratarlo y prevenirlo

El ronroneo de los gatos es una señal de comunicación entre ellos y en su relación con nosotros.
Un gato siendo acariciado por su tutora.
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El ronroneo de los gatos es una señal de comunicación entre ellos y en su relación con nosotros.

Al igual que le ocurre a los adolescentes, los gatos pueden sufrir el conocido como acné felino, algo más frecuente de lo que la gente se cree y que, aunque en la mayoría de los casos no llega a ser un problema grave, en ocasiones puede convertirse en un problema de salud.

Como tutores responsables, es nuestro deber saber identificar estos problemas, así como tratarlos o prevenirlos y, sobre todo, detectar cuando es un motivo para acudir al veterinario. Por ello, Carlos Gutiérrez, veterinario y divulgador a través del canal de YouTube 'Mascotas y familias felices', explica en qué consiste este problema y qué podemos hacer al respecto.

"El acné felino se produce cuando hay una secreción muy importante de grasa en la piel", relata. "En los folículos del pelo (la raíz) hay unas glándulas sebáceas que producen grasa y si se acumula, puede ser que acabe taponando el folículo y que se produzcan lo que conocemos como espinillas (y que en medicina llamamos comedón)"

El veterinario añade que no se trata de una cuestión de estética, si no que ese tapón puede desencadenar infecciones debido a las bacterias que hay debajo de ellos. "Esto puede dar lugar a picores, rascados excesivos, inflamaciones e incluso provocar que nuestro gato deje de comer porque tiene la zona irritada o sensible", advierte.

Cómo detectar y prevenir el acné felino

La aparición de espinillas se da exclusivamente en la zona de la barbilla y es más probable que aparezca en gatos que tienen una capa de color clara (blanca, amarilla, grisácea...). "Se dice que es porque producen más grasa, pero no hay ningún estudio científico que respalde esta teoría", comenta Gutiérrez.

"Si se produce mucha grasa en la piel, no solo vamos a ver los puntitos negros, también veremos material graso enredado en el pelo", detalla el experto. "Además, los gatos reaccionan un poco de compulsivamente cuando algo les pica, por lo que si esa zona les está produciendo picor, se van a rascar muchísimo y pueden hacerse auténticos destrozos".

Por suerte, el acné felino no es contagioso y, si en casa lo identificamos en uno de nuestros gatos, no significa que los demás mininos lo vayan a padecer también. No obstante, sí que podemos llevar a cabo algunas acciones para evitar que aparezca.

El plástico puede fomentar que el acné felino aparezca, por ello es mejor usar recipientes de cerámica o metálicos

"La clave está en evitar que el acné no se infecte y, para ello, no hace falta que demos ningún tipo de tratamiento si el veterinario no lo ha recomendado, ya que es posible que sea contraproducente", advierte Gutiérrez.

Lo primero que podemos hacer para prevenir el acné felino es dejar de utilizar bebederos y comederos de plástico. "Está demostrado que este material puede fomentar que el acné felino aparezca, por lo que es mejor que optemos por recipientes de cerámica o metálicos", comenta el veterinario.

"Además, es importante utilizar unos que sean apropiados para nuestros mininos, siendo los ideales aquellos que tienen paredes bajas, para que la barbilla no toque con la pared del recipiente al comer o beber", agrega. "Y por supuesto, debemos limpiarlos siempre bien, sin dejar que pase más de un día".

Otro cambio que podemos hacer para prevenir el acné felino es cambiar su dieta. "No porque las haya que lo prevengan, si no por cómo están presentadas", explica Gutiérrez. "Si por ejemplo le damos dieta húmeda, que tiene mucha cantidad de caldo, es normal que la zona de la barbilla se quede más humedecida durante más tiempo y pueda desencadenar una infección".

"No obstante, no es una cuestión de dejar de dar dieta húmeda (que es muy importante y beneficiosa para nuestros gatos), si no en intentar darles otro tipo, no tan líquido, por ejemplo las que son en forma de paté", aconseja.

Además, para aquellos gatos que son muy torpones comiendo, siempre podemos limpiarle la barbilla después de comer. "Utilizamos una toallita humedecida con agua o jabón y, una vez limpio, le secamos bien (esto es importante para evitar que la zona, de nuevo, quede humedecida", detalla el experto.

No nos olvidemos que nunca debemos poner alcohol o agua oxigenada, ya que puede hacer que la piel le pique muchísimo y lo pase fatal

Otra opción que podemos llevar a cabo si queremos evitar una infección es aplicarle en la barbilla algún antiséptico (como la clorhexidina o la cristalmina). "Les puede ayudar a que la cantidad de bacterias que hay en la piel disminuya", explica Gutiérrez. 

"Además, no hace falta que se lo apliquemos todos los días, con un par de veces por semana ya está demostrado que es beneficioso y efectivo", apunta. "Y no nos olvidemos que nunca debemos poner alcohol o agua oxigenada, ya que puede hacer que la piel le pique muchísimo y lo pase fatal".

En este sentido, el veterinario recuerda que las pomadas o cremas tampoco son recomendables, ya que éstas deben dejarse aplicadas hasta que se secan por sí solas, habiendo un riesgo muy alto de que nuestro gato intente lamerla y de que se intoxique por ello.

"Por último, si convivimos con un gato que tiene el pelo muy largo, puede ser bueno recortarle un poco el pelito de la barbilla, ya que puede ayudar a que la zona esté más aireada y se produzca el acné con menos frecuencia", concluye Gutiérrez.

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